La Semana Santa es sinónimo de encuentros, de mesas largas, de cocina con aromas que remiten a lo familiar. Es ese momento del año en que las tradiciones se vuelven protagonistas, desde la rosca de Pascua hasta las empanadas de vigilia, todo tiene ese gusto a las recetas de las abuelas.
Y si hablamos de una opción rica, rendidora y sin carne para jueves o viernes Santo, no puede faltar en el menú una buena empanada gallega casera. Este plato es mucho más que una empanada grande, es una masa suave y dorada, que envuelve un relleno sabrosísimo a base de atún, cebolla, morrones y huevo duro.
Esta empanada es ideal para preparar en fuente grande y cortar en cuadraditos para compartir en familia. Es fácil de hacer, no lleva carne y se puede comer tanto caliente como fría, lo que la convierte en una opción ideal para cocinar con tiempo.