16 de marzo de 2025 - 00:00

Añoranza de años de protagonismo

En el peronismo mendocino comienzan a organizar el año electoral pensando en una elección que le devuelva a ese espacio protagonismo.

En el peronismo local algunos dirigentes no quisieron pasar inadvertidos en la reciente fiesta vendimial y dieron señales de algún intento de posicionamiento pensando en el año electoral en marcha. Como analizaremos, un intento para no perder más protagonismo en una escena mendocina que los mandó a un rol secundario.

Claramente se observan dos posiciones. Posturas totalmente opuestas, especialmente en lo conceptual desde el punto de vista político. Aunque según la apreciación de los seguidores más expertos del día a día del peronismo local, coinciden ambas partes en que lo más conveniente para todos es la unidad de cara a un proceso electoral muy desafiante para el tradicional partido de Perón.

El tema de discusión, sin embargo, es cómo aceitar esa anhelada unidad para que el mecanismo funcione sin problemas. ¿Quién se pone al frente? O qué rama del PJ debe ser la inspiradora del libreto que será puesto a consideración de los mendocinos para que en las próximas elecciones el viejo partido no sea uno más en el pelotón. En términos deportivos, se puede decir que necesitan una especie de emergente, un Colapinto, pero con una máquina que asegure un buen escalón en el podio.

Los intendentes ya hicieron escuchar su preferencia en plena Fiesta de la Vendimia, en especial a través del maipucino Matías Stevanato, que públicamente habló de Emir Félix, titular del partido a nivel provincial, como el dirigente más indicado para encabezar la lista de candidatos nacionales en las elecciones de este año. Como veremos más adelante, el bando de los intendentes tiene a su favor el poder que les da el cargo a nivel territorial.

Consideran los “caciques” departamentales, y especialmente el citado maipucino, que una eventual lista de unidad partidaria detrás del referente sanrafaelino pondría al partido a prudente distancia de la contienda que el kirchnerismo mantiene en el plano nacional, en especial por la, al menos por ahora, intensa pulseada entre el gobernador bonaerense Kicillof y el partido a nivel nacional, liderado por Cristina Kirchner. En cambio, por el lado del kirchnerismo opinan que la pregonada unidad sólo sería factible si hay un acuerdo con Anabel Fernández Sagasti, la senadora nacional estrechamente ligada a la viuda de Néstor Kirchner.

Además, en el kirchnerismo/camporismo aseguran estar preparados para encarar una interna sólo a nivel partidario con Fernández Sagasti a la cabeza. Esto se puede interpretar como una nueva convocatoria para que decida el voto de los afiliados. La suspensión de las PASO a nivel nacional permite el resurgimiento de muchas pulseadas puertas adentro de las agrupaciones partidarias, pulseadas que en los últimos años, con las primarias vigentes, quedaron relegadas por negociaciones o bien se dirimieron con el voto de la gente. Incluso, “la Anabel”, como se la conoce en el PJ, podría ser candidata a diputada nacional antes del final de su mandato como senadora, que vence a fines de 2027. Aunque el nombre de Lucas Ilardo también aparece en escena ante la posibilidad de que Fernández Sagasti no compita por el solo hecho de no querer dejar inconcluso su actual mandato, o porque en el PJ consideran innecesario llegar a dicha postulación.

En el peronismo mendocino saben muy bien que cargan con las demandas de la ciudadanía por los años de conducción del kirchnerismo a nivel nacional. El voto a Milei de octubre de 2023 fue la más clara respuesta a ello. ¿Puede haber cambios en el pensamiento de la ciudadanía hasta las elecciones próximas de octubre? Todo puede ser posible, aunque dependiendo fundamentalmente del rendimiento del bolsillo de la gente. Pero hasta ahora se especula con una supremacía bastante asegurada para los libertarios de Milei. Además, hay que tener en cuenta que nuestra provincia es uno de los distritos electorales en donde aparece más consolidado el funcionamiento de la “motosierra”.

El desafío es importante. El partido peronista viene perdiendo elecciones en Mendoza desde 2013, mitad del mandato de Francisco “Paco” Pérez. En ese año ya se gestaba el gran armado pensado por Cornejo para desplazar al kirchnerismo dominante del poder, objetivo que cumpliría dos años después. Desde aquella vez hubo una sucesión de caídas en las urnas en el PJ que derivaron en votaciones sucesivas con porcentajes paupérrimos, hasta humillantes para un movimiento político de tanta trayectoria y arraigo.

También observan en el peronismo local que el armado electoral del oficialismo no aparece aún del todo claro, tanto pensando en las elecciones nacionales como en las provinciales. Estas últimas tendrán una fecha de realización que dependerá, en gran medida, de los alcances del acuerdo que logre el gobernador Cornejo con el núcleo duro del mileísmo nacional.Una mejora en la votación local le permitiría al peronismo mantener con comodidad el rol opositor que posee en la Legislatura. De lo contrario, la renovación de bancas resultará cada vez más floja. Y una elección más que decorosa, que podría sintetizarse en un segundo puesto claro, colocaría nuevamente al peronismo como opción para la gobernación, como ya señalamos lugar perdido hace casi diez años.Tiene una fortaleza no menor el PJ local: las 7 intendencias que conduce. Son como bastiones que supo mantener durante los años y en algunos casos sumando con alguna sorpresa, como en Malargüe con Celso Jaque. Y en ese plano no se encuentra aislado, porque el oficialismo provincial sólo tiene una comuna más, mientras que el resto está en manos de otros sectores de la oposición provincial o de espacios departamentales.

Ese manejo territorial y una eventual supremacía del sector de los intendentes le puede otorgar al PJ mendocino una impronta de mayor peso local que le permita idear una propuesta alejada de las disputas que aún lo opacan en el plano nacional. Y éste es probablemente, el mayor desafío que le espera.

A la fecha se puede decir que la agenda política local también está influida por la nacional libertaria y de sus eventuales aliados, entre los que se debe incluir a Cornejo. Encontrar la temperatura justa para medir con precisión altibajos en la aplicación del manual mileísta es la ardua tarea que le espera al peronismo en su pretendido resurgir.

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