Desde 2016, año en que comenzó a aplicarse el nuevo reglamento vendimial, cualquier persona con identidad femenina reconocida en su DNI puede presentarse en la carrera para convertirse en Reina Nacional de la celebración.
Haciendo uso de esta modificación, Victoria Martínez (41) y Paula Spinello (28) se convirtieron en las primeras mujeres trans en participar de la elección oficial de la Fiesta. Ambas aspiran a representar a sus distritos: Rodeo de la Cruz y Capilla del Rosario, respectivamente.
Se trata de una reivindicación de comunidad que históricamente se ha sentido relegada a ocupar ciertos espacios separados del resto, lo que inevitablemente genera ciertos rechazos en parte de la sociedad, que se reflejaron principalmente en las redes sociales.
"La sensación que nosotros tenemos es que molesta la visibilidad de la diversidad", aseguró Diego Pedernera referente de la Organización Mendocina de Integración (OMIN).
Por otra parte, señaló que le llama la atención que mucha gente sigue pensando que la diversidad es un grupo minoritario, que tiene que estar en cierto espacio y que es lo mejor que puede tener. "Esa mirada sesgada con un montón de prejuicios no suma a la verdadera igualdad.
Esos lugares especiales existieron por los niveles altos de discriminación que hubo siempre, pero tenemos que romper barreras y avanzar en una verdadera integración”, sentenció Pedernera.
Para él, la visibilidad de la comunidad trans hace que muchos mendocinos tengan que replantearse sus prejuicios. "Somos personas que estamos en todos los espacios, lo único que pedimos es respeto e igualdad", subrayó. En tanto indicó que la inclusión de la comunidad no es una cuestión de opinión.
"Tiene que ver con derechos humanos, principalmente porque la población trans tiene una esperanza de vida de entre 30 y 40 años", resaltó.
Puntualmente sobre la postulación de las jóvenes reconoció que como organización no suelen considerar a la Vendimia como un ámbito de construcción. "
Porque no deja de ser un concurso de belleza en el que se pone énfasis en la corporalidad, más que en otra cosa. De todas formas estamos en un cambio, porque ya no se habla tanto de reina sino de embajadora", manifestó. Asimismo aseguró conocer a Victoria y contó que fue una socia fundadora de OMIN.
"Lo habló con nosotros y nos pareció importante porque Victoria ha trabajado en una bodega y conoce el proceso que hemos hecho en la provincia para militar derechos LGBT", expuso el referente.
Justamente en la relación con la elección de la Reina de la Vendimia como un concurso de belleza, se explayó Valeria Fernández Hasan, investigadora Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales, CCT, Conicet Mendoza.
"En este contexto lo primero que me parece es que tenemos que tender a que la elección como concurso de belleza desaparezca", manifestó. Y aseguró que celebra que haya intersticios a través de los cuales las disidencias sexuales pueden empezar a mostrarse y participar. "Los comentarios de los públicos son una muestra de todo lo que tenemos que trabajar en relación con eso", reconoció. Lo que celebró es que actualmente se pueda discutir y charlar al respecto. "Creo que es un proceso, hace 10 años esto no tenía lugar de ninguna manera y hoy estamos en un momento donde todo es posible", manifestó.
Poner el cuerpo
Fernando Aguayo, educador sexual y activista en diversidad sexual, resaltó la intención de las jóvenes trans de poner el cuerpo al presentarse en Vendimia. "Están asumiendo un gran desafío, ya que si bien la imagen trans en los espacios mediáticos ha estado siempre, el tema es cuando esa presencia tiene una responsabilidad pública y más cuando juega con el tradicionalismo mendocino", explicó.
De hecho él entiende que esta postulación como un compromiso político de las jóvenes.
“Lo que estamos demostrando es que la mujer trans ahora existe, que las modificaciones legales han hecho que puedan ser visibles y que están tomando protagonismo”, remarcó.
Críticas y aprobación
La noticia sobre la presentación de dos chicas trans para competir por la corona vendimial generó satisfacción por parte de algunos sectores de la sociedad y el rechazo de otros, lo que pudo medirse en las redes sociales.
En el Facebook de Los Andes los comentarios no tardaron en aparecer. Allí cientos de usuarios se manifestaron en contra, argumentando la pérdida de la tradición, criticando su aspecto físico y hasta haciendo comentarios inapropiados. Mientras que otros llamaron a respetar la inclusión y a ponerse en su lugar.
