Mientras Guadalupe y Azul Vieiro se encuentran prácticamente a mitad de camino -entre el inicio de la expedición y el sitio donde está la famosa mochila azul-, Rodrigo (hijo mayor de Guillermo) sigue desde Buenos Aires las novedades. Y en los próximos días llegará a Mendoza para reencontrarse con sus hermanas (una vez finalizada la expedición).
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Aquí en Mendoza, Rodrigo Vieiro también se encontrará con Ulises Vitale (88), uno de los montañistas más experimentados y quien, además, fue un gran amigo y compañero del "Domador del Aconcagua". No solo compartieron incontables aventuras, sino que en enero de 1985 fue Vitale quien rescató el cuerpo sin vida de Vieiro. Junto a otro rescatista, lo bajaron del mismo sitio hostil y peligroso donde hoy está la mochila que buscan recuperar (a casi 6.100 msnm).
"Fue un golpe terrible cuando tuve el cuerpo de Guillermo en mis brazos. Pero, junto con el otro rescatista, tuvimos que dejar de lado esa sensación, afrontar la realidad y empezar a bajarlo. Yo corté la soga y llevé el cuerpo de Guillermo. Lo bajamos hasta el portezuelo Tupungato / Tupungatito y allí lo dejamos para que después lo baje el helicóptero", describe el octogenario montañista mendocino.
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Mochila perdida en los Andes: así rescataron el cuerpo del andinista que murió hace 40 años en la cordillera
El rescate del cuerpo del "Domador del Aconcagua" en los Andes
En enero de 1985, el ingeniero y experimentado montañista Guillermo Vieiro (44) y su alumno y compañero Leonardo Rabal (20) salieron de expedición con la meta de hacer cumbre en el volcán Tupungato. Cuando lo lograron, decidieron descender y regresar por un sendero más hostil e inhóspito, rodeado de glaciares y ubicado a unos 6.400 msnm (algo que recién se confirmó una vez que se encontraron y rescataron los cuerpos).
Los días pasaban, pero sorprendía -y preocupaba- que ni Vieiro ni Rabal llegasen a la base, Ante este pronóstico poco alentador, la Patrulla de Rescate salió en búsqueda de los andinistas (o de sus cuerpos, en el peor de los casos).
"Yo tenía muchísima afinidad con él, e iba a ir con al Tupungato con él en esa expedición, pero no pude porque estaba enfermo", repasa Ulises.
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Mochila perdida en los Andes: así rescataron el cuerpo del andinista que murió hace 40 años en la cordillera
De hecho, tampoco Vitale participó de la búsqueda y exploración durante los primeros días. Pero cuando se sintió mejor, y viendo que no había novedades, se sumó al operativo.
Estaban finalizando la búsqueda -sin resultados- cuando a Vitale se le ocurrió buscar por los senderos no tradicionales.
"Hicimos una última revisación de la zona del glaciar por donde entraron, al noreste, y al no encontrar nada decidieron bajar. Pero yo no quise y junto con otro rescatista, fuimos por el otro lado sur. Se me ocurrió ir por ahí porque era una zona complicada y por donde ya había subido unos años antes", rememora Vitale.
Junto al experimentado guía y montañista iba Fidel Lucero, un sargento del RIM 11 de Tupungato. Vitale recuerda que Lucero se convirtió en un gran compañero y camarada quien, ni bien escuchó al amigo de Guillermo decir que seguiría buscando los cuerpos, sin dudarlo se ofreció a acompañarlo.
Conociendo a Vieiro, pero -por sobre todas las cosas- conociendo el lugar, Vitale imaginó que los dos expedicionarios podrían haber elegido ese punto de mayor dificultad para bajar, como para sumarle algo de mayor complejidad y aventura a la expedición.
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Mochila perdida en los Andes: así rescataron el cuerpo del andinista que murió hace 40 años en la cordillera
"Esa zona se llama 'La Lenteja' y era para ir con mucho cuidado, mucho recelo. Porque una caída allí podría ser letal", sigue Ulises.
Allí fue donde Vitale y Lucero encontraron los cuerpos sin vida de Vieiro y de Rabal.
"Uno de los dos se resbaló y, como estaban encordados, arrastró al otro. Deben haber caído, arrastrándose, entre 300 y 400 metros. Cuando los encontramos, tenían la soga y yo la corté", recuerda Ulises Vitale, quien -estima- podrían haber llevado entre 15 y 20 días en el sitio.
Vitale fue el encargado de cargar el cuerpo de Guillermo Vieiro, mientras que Lucero hizo lo propio con el de Rabal.
"Cuando llegamos con los cuerpos al portezuelo, pusimos mi manta térmica arriba de los cuerpos (era verde y se iba a ver desde el helicóptero) y colocamos unas lajas arriba para que no se volara. Desde ahí los bajaron ya volando", rememora Ulises, quien insiste en que la muerte de Vieiro fue una pérdida muy grande para el andinismo argentino.
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Mochila perdida en los Andes: así rescataron el cuerpo del andinista que murió hace 40 años en la cordillera
"Era un tipo fuerte, emprendedor, y siempre con proyectos”, recuerda.
La esposa de Vitale también le insistió mucho a su marido para que se sumara a la búsqueda y así pudiesen recuperar los cuerpos, entregarlos a los familiares de los difuntos y, de paso, elaborar el duelo.
Amigos y compañeros de aventura en la Cordillera
Hace 40 años, cuando encontró y rescató el cuerpo sin vida de su gran amigo, Ulises Vitale tenía 48 años. Desde los 17 había dedicado su vida a la montaña. Y, junto a Vieiro, habían compartido memorables expediciones y momentos.
"Con Guillermo fuimos compañeros en una expedición al Everest en 1971, a otra al Manaslu en 1979 y pasamos 3 noches en la cumbre del Aconcagua", recuerda Ulises sobre algunos de los instantes inmortales y eternos con Vieiro.
Por su cuenta, Ulises Sila Vitale tiene, además, cinco expediciones al Himalaya, e incursiones por picos de Perú, Bolivia, el Sur de Argentina y de Chile, así como también por los canales fueguinos y los volcanes del norte.
Los 9 expedicionarios que van por la mochila siguen con su misión
Las hermanas Azul (44) y Guadalupe (40) Vieiro, los guías de montaña Gabriela Cavallaro, Gerardo Castillo, Juan Schiappa, Valentina Romero y los realizadores audiovisuales Melina Tupa, Ricardo Funes y Javier Gutiérrez son los aventureros que partieron el domingo pasado con la meta de recuperar la mochila de Guillermo que quedó en el lugar en 1985.
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Tras 39 años sin rastro, la guía Gabriela Cavallaro la logró identificar en febrero del año pasado. Y eso fue clave para que regresen a buscarla ahora,