El gobierno de Alfredo Cornejo mantiene negociaciones con la gestión de Javier Milei para destrabar las obras paralizadas en la Ruta Nacional 40, dentro del territorio provincial. El eje central de la negociación está puesto en el tramo de ingreso a Mendoza, desde Lavalle hasta el área metropolitana, en Ciudad.
Actualmente, esa obra de 18 kilómetros de doble vía está frenada. Su valor estimado a diciembre de 2024 era de 30.000 millones de pesos, aunque la cifra podría incrementarse entre un 10% y un 20% si se actualizan los precios a valores actuales. En el Ejecutivo provincial aseguran que las gestiones “están avanzadas”, aunque reconocen que el proceso será largo. El principal obstáculo es que Cornejo busca que el Estado nacional financie al menos una parte de la inversión.
Por su parte, el gobierno libertario analiza las vías jurídicas y administrativas para concretar el traspaso de la obra, así como la forma en que Mendoza podría recuperar la partida presupuestaria destinada a la finalización de ese tramo. Esta semana, tras inaugurar el Parador Lugones del Metrotranvía, el ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, se refirió al tema.
“Nación está estudiando la forma de darnos la posibilidad de administrar esos tramos de ruta. Esto depende de cómo nos transfieran la facultad de realizar esas licitaciones y cuáles no”, explicó el funcionario.
El propio Cornejo firmó a mediados del año pasado un convenio con el entonces jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mediante el cual Nación se comprometía a culminar una serie de obras inconclusas en Mendoza. Entre ellas, estaba precisamente la Ruta Nacional 40 en el tramo Mendoza – San Juan (Acceso al Aeropuerto – intersección con Ruta Provincial 34).
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El gobernador, Alfredo Cornejo, junto con el jefe de Gabiente de Nación, Guillermo Francos, en la firma de convenio de reactivación de obras públicas en Mendoza.
Prensa de Gobierno.
Consultados por Los Andes sobre el estado de ese acuerdo, desde el cuarto piso de Casa de Gobierno respondieron que el convenio “está neutralizado, pero el contrato sigue vigente”. Por eso, el mandatario provincial sostiene su postura: Nación debe cumplir con la licitación.
La neutralización es una figura de Vialidad nacional que se aplica cuando una obra, por falta de pagos, incumplimientos u otras razones, no avanza, pero tampoco se deja caer. Queda entonces en un limbo a la espera de definiciones que permitan continuarla.
“Es una obra nacional y Nación debería terminarla. Pero si nos transfieren la responsabilidad, deberían darnos la posibilidad de recuperar esa inversión”, señalaron desde el Ejecutivo sobre los trabajos en la ruta 40.
Una de las alternativas que estudia el Gobierno provincial es la colocación de peajes en ese tramo como forma de “repago” de la obra. Para ello, necesitan la aprobación de la Casa Rosada.
Otros pedidos de Mendoza a la Nación
Durante la conferencia de prensa mencionada, Mema reveló que además del tramo de la Ruta 40, el Gobierno provincial presentó otros pedidos a la Nación vinculados a obras viales.
“Le solicitamos al Gobierno nacional la posibilidad de mejorar el ingreso al área metropolitana y la conexión entre Valle de Uco y San Rafael, específicamente en la Ruta 143”, indicó.
A ese listado también se suma el tramo de la Ruta 7 entre el río Mendoza y su cruce con la Ruta 40. En este caso, resta definir las obras que se realizarán, el mantenimiento y la administración del camino.
Otro reclamo apunta al tramo de la Ruta 40 en el límite entre Malargüe y Neuquén, donde las obras están abandonadas. Desde la Provincia remarcan que allí la responsabilidad es “cien por ciento de la Nación”.
Además, están los puentes que cruzan el arroyo Los Pozos (en el límite entre Luján de Cuyo y Tupungato), y los arroyos Chañares Sur y Norte, en la zona de Anchoris. Estas obras, que se retomaron en octubre de 2024 por parte de Vialidad Nacional, actualmente presentan un avance del 30%.
Cabe recordar que en febrero se cumplieron cinco años del colapso de esos puentes, que desde entonces permanecen fuera de servicio. Las obras comenzaron en 2021 bajo la gestión de Alberto Fernández, con Guillermo Amstutz como delegado de Vialidad Nacional en Mendoza, alcanzando un 25% de avance. Con la llegada de Milei al poder en diciembre de 2023, los trabajos se detuvieron, pero se reactivaron en octubre de 2024.
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El gobernador, Alfredo Cornejo, recorriendo las obras de la Variante Palmira.
Prensa de Gobirerno.
La Variante Palmira, la obra más avanzada
Por último, se destaca la Variante Palmira, que entre las obras con fondos nacionales en Mendoza es la más avanzada. A comienzos de este año, Vialidad Nacional informó a Los Andes que los trabajos tenían un avance del 91%, restando solo la finalización de la intersección entre las rutas 7 y 40, junto con la señalización e iluminación del tramo.
La intención del organismo —cuyo referente en Mendoza es Emilce Lozano— es terminar la obra a fines de abril.
En concreto, la Variante Palmira contempla unos 36,5 kilómetros de doble vía que conectan la zona de Palmira/San Roque (límite entre San Martín y Maipú) con Agrelo (Luján). Se trata de una obra clave para agilizar el tránsito en el Corredor Bioceánico.
Francos y la ruta 7
En su informe ante el Congreso de esta semana, el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, reconoció el mal estado de la ruta 7.
Tal como publicó Los Andes, la ruta nacional 7, en los 369 kilómetros que atraviesan Mendoza, se encuentra en la mayoría de su traza con un estado "regular" y "malo".
Entre las preguntas que recibió el funcionario aparecieron las del bloque Unión por la Patria, que de acuerdo con un relevamiento realizado en 2024 identificó 310 baches significativos en este segmento, con 188 en dirección a la montaña y 122 en el retorno. Además, se detectaron 25 puentes con deficiencias en el pavimento.
Francos estimó, en base a toda la red vial de jurisdicción nacional en Mendoza, que el 47,3% apenas se encuentra en "buen" estado, otro 30% se muestra "regular" y el 22,7% restante directamente es "malo".
Sin embargo, según el informe, los numerosos accidentes en la zona (casi 500 entre 2016 y 2023 solamente) se han debido a "la imprudencia o impericia de los conductores".