16 de marzo de 2025 - 00:00

Polémico rito de iniciación entre jugadores de hockey: el primero en denunciar fue el club Alemán

Los padres de la única chica que denunció presuntos abusos durante una "bienvenida" de hockey a seis menores fueron notificados cuando los llamaron a declarar. La versión de la familia.

La investigación sobre posibles abusos sexuales que podrían haberse cometido en el club Alemán de jugadoras mayores a una chica menor, no fue denunciado inicialmente por la familia de la presunta víctima sino por la comisión directiva del club, cuyas instalaciones están en Guaymallén.

Según consta en el expediente que se tramita en la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual, fue el abogado de la institución deportiva quien llevó al Ministerio Público Fiscal el caso en abril de 2023.

La familia de la joven sostiene que pretendía que el asunto se resolviera internamente con algún tipo de sanción o suspensión. Pero esa propuesta se vio superada cuando la comisión directiva decidió denunciar el hecho.

El club sumó al expediente una carta que la familia le había enviado. En esa nota se detalla con minuciosidad la versión de la adolescente y luego se da el nombre de las denunciadas, de las seis menores y de las mayores que no participaron en la polémica "bienvenida".

"Existen fundadas razones para sospechar que podríamos estar ante la comisión de un posible hecho delictivo, todo ello conforme con la situación expuesta por los padres de la menor, hechos que podrían poner en riesgo su integridad tanto psíquica como física, motivo por el cual y en virtud de la obligación legal que pesa sobre las autoridades del club de poner en conocimiento de la autoridad competente acerca del conocimiento de un posible hecho delictivo que podría involucrar la vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes", dice la presentación de las autoridades de la institución.

Los padres de la niña se enteraron de esta denuncia cuando desde la fiscalía los llamaron a declarar. Entonces, el padre prefirió no constituirse en denunciante, a la espera que hubiera una respuesta favorable del club a su pedido de una sanción.

En ese momento, la "bienvenida" era vox populi entre los socios del club: la comisión directiva se reunía, al tiempo que las jugadoras denunciadas escribían su propia nota de descargo, donde negaban la versión de la denunciante.

Afirmaban en el escrito que ni la denunciante, ni otra jugadora que ratificó ante la fiscal la versión de la primera por ser testigo presencial, nunca fueron obligadas a participar del rito. Que no es una actividad tradicional y que fueron juegos sin connotaciones sexuales y sin contacto con zonas íntimas.

Por otra parte, los padres de las jugadoras mayores de edad, se subieron a la ola de cartas cruzadas y salieron a defender a sus hijas a través de una nota que también está en manos de la Justicia.

Entre carta y carta, la familia afectada y la comisión directiva cruzaban mensajes por WhatsApp, y reuniones que no tenían ningún resultado, mientras la adolescente vivía situaciones que le resultaban extrañas cuando iba a jugar. Esto llevó a los padres a ofrecerse para llevar a las menores en auto a un partido en San Rafael. "Nos dijeron: 'Si no va en el colectivo, que no vaya'", relatan ahora. Eso produjo un corte de relaciones y los padres presentaron la baja de la jugadora.

"Presento la nota y me dicen que no puede poner que el motivo es el abuso de nuestra hija, que lo sacáramos. Me reúno con el director y le digo que no voy a sacarlo porque no queremos ser cómplice de esto", cuenta la madre de la chica.

En ese momento, la familia decidió constituirse en la causa como denunciante. Fue el padre y contó su versión de los hechos, adjuntó mensajes de WhatsApp y las cartas de padres y jugadoras adultas, entre otras cosas.

En noviembre del año pasado, la fiscalía llamó a declarar a la joven, que ya tenía 17 años, en Cámara Gesell ya que aún era menor. Por esa época también declaró en la causa otra jugadora que era menor y que había participado de la "bienvenida", pero en calidad de jugadora de Primera. Su testimonio, para la familia, es de gran valor porque estuvo en el lugar y da la misma versión que la chica. La familia de esta testigo decidió que también ella y su hermana dejaran de jugar en el club Alemán.

La denuncia realizada en mayo de 2023 por la pareja de empresarios de Ciudad sostiene que las menores habrían sido sometidas por las jugadoras de Primera a situaciones violentas, tales como desnudarse de la cintura para arriba y caminar como perros, al tiempo que escuchaban consignas de índole sexual. Y que, tras vendarles los ojos con toallitas femeninas, les habrían metido salchichas en la boca y, a la denunciante, una morcilla en la zona genital, entre la bombacha y la calza, únicas vestimentas con las que contaba.

Qué dicen los padres

"Buscamos que esto no pase más en el deporte. Pero pasa un montón. Estas prácticas están fuera de los valores deportivos. Lo que no entiendo es la complicidad de las instituciones y de los padres de los chicos", dice la madre de la denunciante.

Agrega que no puede entender cómo "en un colegio cualquier de violencia o abuso automáticamente respalda a los menores y en este club se lo tiene que bancar porque es la tradición". "Nuestros valores nos llevaron a actuar así, a decir: 'Esto no puede seguir pasando'", completa.

Su marido explica que propusieron una salida que no tuvo respuesta. "Propusimos contratar y pagar nosotros una psicóloga para que diera charlas. Para que supieran que el límite es el cuerpo y, si es divertido para unas, tiene que serlo para todas, no para los más grandes. Para transformar algo negativo en positivo. Pero eso quedó en la nada", apunta.

"Esto no puede quedar así, a pesar de que han pasado dos años. Se tiene que penalizar, sino va a seguir pasando", finaliza la madre de la joven.

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