13 de marzo de 2025 - 19:15

Investigan abusos durante un "rito de iniciación" a 6 chicas menores del club Alemán

Según la denunciante, fue sometida, junto a cinco compañeras, a agresiones sexuales y vejámenes de jugadoras de hockey adultas. Ocurrió en 2023 en el club de Guaymallén, cuando tenía 16 años. El hecho, que incluiría el uso de salchichas y morcillas, habría sido filmado.

Una “bienvenida” de jugadoras adultas del Club Alemán a seis adolescentes que se sumaban al equipo de primera división –un clásico ritual del mundo del hockey sobre césped femenino- es analizada por la fiscalía de Delitos contra La Integridad Sexual, luego de que los padres de una jugadora menor denunciaran que su hija habría sido víctima de una hora y media de violencia que habría incluido abusos sexuales.

"Yo iba a que me tiñeran el pelo. Era lo único que pensé que me iban hacer", cuenta ahora a Los Andes la joven, que al momento de la particular ceremonia iniciática, tenía 16 años. Hoy, con 18, quiere dar a conocer el hecho "para que esto no se repita y no tengan que vivirlo las nenas de 10 años que yo entrenaba", según sostiene.

Tal como consta en la denuncia realizada en mayo de 2023 por una pareja de empresarios de Ciudad, padres de la adolescente, en el polémico "rito de iniciación" realizado en el baño del club, las menores habrían sido sometidas por las jugadoras de Primera (mujeres adultas, algunas de 30 años) a situaciones violentas, tales como desnudarse de la cintura para arriba para colocarse un "top creativo" y caminar como perros, al tiempo que escuchaban consignas de índole sexual.

Pero eso no fue todo. Tras vendarles los ojos con toallitas femeninas, les habrían metido salchichas en la boca y, a la denunciante, una morcilla en la zona genital, entre la bombacha y la calza, únicas vestimentas con las que contaba.

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La joven que denunció los presunto abusos ya no juega más en el Club Aleman. Foto: diario Los Andes.

La joven que denunció los presunto abusos ya no juega más en el Club Aleman. Foto: diario Los Andes.

Ahora, tras dos años de espera y luego de someterse a pericias psicológicas, padres e hija dicen: "Queremos que la Justicia haga algo. Ya llevamos dos años y no tenemos respuesta de la fiscalía".

En el expediente judicial también consta la versión de las 10 jugadoras denunciadas, que hicieron una nota a modo de descargo ante la comisión directiva del club luego que la familia denunciante intentara, inicialmente, que recibieran algún tipo de sanción.

Allí ofrecen una narrativa distinta. Sostienen que ni la denunciante, ni otra jugadora que ratificó ante la fiscal la versión de la primera por ser testigo presencial, nunca fueron obligadas a participar del rito. Que no es una actividad tradicional y no prohibida (legalmente, los ritos de iniciación están prohibidos sólo para las Fuerzas Armadas) y que fueron juegos sin connotaciones sexuales y sin contacto con zonas íntimas.

Como ocurre en ambientes cerrados, la noticia implosionó entre los socios del club. El tema fue y es vox populi, por lo que las denunciadas se sienten "víctimas" de los rumores que circulan.

"Yo soy la víctima. Me abusaron. Me cambié de club, perdí todo mi círculo social. Después dejé hockey, me quedé sin amigas, dejé el deporte porque me dejó de apasionar", cuenta la joven.

Y agrega: "En el momento, por las ganas de pertenecer a la Primera división, me dije: 'Tengo que pasarlo'. Nunca supe que me filmaron hasta que me sacaron la venda. Yo no di consentimiento para nada. Me sentí muy humillada".

Violencia, embutidos, decolorantes y videos

Según consta en el expediente que investiga la fiscal Mercedes Moya, el hecho se registró el 20 de abril de 2023 en el club Alemán cuando el primer equipo femenino estaba concentrado para jugar un torneo regional y concentraba en las instalaciones que la institución tiene en Dorrego, Guaymallén.

La denunciante jugaba en ese club desde los 8 años, capitaneando algunos equipos de distintas divisiones inferiores. En ese momento formaba parte de la Quinta y, por sus habilidades, fue convocada para la Primera. Además, era entrenadora de las niñas de la Novena.

Según la denuncia, la velada iniciática arrancó cuando la capitana de la Primera fue a buscar a las menores diciéndoles que todo estaba listo en el baño de la institución. Luego las hicieron formar fila en la puerta y las hicieron pasar de a una. Después, otra jugadora les dijo a las niñas que se desnudaran, quedando sólo con bombachas o bien con las calzas.

Otra adulta les dijo que tenían 30 segundos para ponerse una suerte de "top creativo", que no era otra cosa que cubrirse los senos con papeles u hojas de árboles sujetadas con cinta Scotch. Las órdenes habrían sido dadas por al menos cuatro adultas –algunas profesionales, todas identificadas con sus nombres- y habrían sido 10 las que participaron del hecho.

En ese momento, una de las adolescentes le dijo a otra jugadora que hicieran lo que quisieran. "Pero no nos graben", suplicó, algo que finalmente habría ocurrido.

Luego, otras tres jugadoras se encargaron de vendarles los ojos con toallitas femeninas. Repentinamente, una chica que tiene fobia a los peces, sintió olor a atún y comenzó a llorar. Después les ordenaron que se pusieran "en cuatro patas" y fueran hacia otra parte de los baños. Entonces, una mayor dijo: "Ponete en cuatro patas y mordé este hueso; sos un perro", mientras otras hacían comentarios de índole sexual en relación a la posición de las menores, aderezados con risas y comentarios humillantes.

Siempre según la denuncia, una de las jugadoras adultas comenzó a frotarles ají picante en los labios y la denunciante le dijo varias veces que no lo hiciera porque tenía una reacción alérgica. Pero la maniobra siguió, a pesar del llanto de la adolescente, mientras algunas le refregaban por el cuerpo una mezcla "asquerosa".

Así vivencia el momento hoy la denunciante: "Yo estaba muy incómoda con la situación. Me sentí vulnerable, humillada, y sentí tanto miedo de que reaccionaran mal si les decía que me quería ir, que no podía hablar".

Pero la particular "bienvenida" continuó. "A la cuenta de tres, griten gol, pero con mucha emoción", fue la consigna siguiente. Cuando las chicas lo hicieron, les habrían introducido salchichas en la boca. Una cayó al piso y otra se cerró la boca pero igual se les suministró su dieta de embutidos.

Mientras seguían siendo untadas por una sustancia viscosa, M. F. A. una de las presuntas agresoras, le introdujo a la denunciante una morcilla entre la calza y bombacha. "Yo moví la morcilla porque me daba asco que tocara mis genitales y ella me decía que no lo hiciera", dice la joven.

Luego vino la etapa de decoloración de pelos, que dejaron como saldo ardor y quemaduras, pero al menos se les permitió sacarse "las vendas". Pero antes, y tras llevarlas a las duchas, una jugadora "de Primera" le dio a probar a la joven una sustancia que ella cree que fue yogur rancio o con ajo. Luego le tiraron ese yogur en el cuerpo y una le arrojó un profiláctico diciéndole que esa sustancia blanca "venía de ahí".

Ya en ese momento, por la humedad, a la joven se le había desprendido el "top creativo" y estaba desnuda de la cintura hacia arriba, "pero a pesar de avisar, siguieron filmando". Por último, las dejaron bañarse.

Al día siguiente una madre escuchó en el baño de un estadio que dos jugadoras comentaban sobre "la bienvenida" diciendo que se les había ido la mano, por lo que el asunto comenzó a comentarse de boca en boca y de teléfono a teléfono.

Los videos también habían comenzado a circular, y cuando una de las presuntas víctimas pidió verlos porque había quedado semidesnuda, solicitó que los borraran pero ignoraron el pedido.

Entonces, por la noche, las mayores llamaron a una reunión (estaban concentradas en el club porque jugaban un torneo) donde las menores fueron sometidas a una suerte de pacto de silencio: la bienvenida era una dinámica habitual en el equipo y había "códigos" que respetar.

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