El cierre de todo año trae consigo el inicio de uno nuevo, y ello con todas las perspectivas que implica. Si bien la situación agrícola actual deja más dudas que certezas a la hora de arrojar pronósticos, varios referentes locales concuerdan en la necesidad de reformas impositivas y en mirar a largo plazo para ganar y consolidar mercados.
Comenzando por la vitivinicultura, Eduardo Sancho, presidente de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas (Fecovita) comentó que los precios actuales del vino les hace ser cautos a la hora de pensar en 2019: "El año pasado teníamos un precio de $ 12 por litro de tinto común y ahora está entre $ 8 y $ 8,5, lo que indica una situación muy complicada para los productores. Esto hace que estemos prácticamente en crisis y en una situación difícil de salir".
El dirigente comentó que están en diálogo con el gobierno para proponer la quita de impuestos a la exportación para liberar excedentes. "Si seguimos así es una locura: no podemos exportar, el Estado no recaudará y los productores van a quebrar. En cambio, si se reduce la presión impositiva podremos competir, como ocurre en otros países, y podremos salir adelante", afirmó.
El trabajo de las entidades vitivinícolas para comenzar el año será entonces trabajar en la reducción de la carga impositiva, liberar excedentes y tener un precio equilibrado. "Cuando uno entra a la cosecha con precios bajos se genera una venta de uva a precios deprimidos, y eso concluye en la quiebra de muchos productores. Así, terminamos con una concentración cada vez más fuerte de la economía", alertó Sancho.
El sector frutícola
Para Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA) región Cuyo, el panorama es bastante dudoso y las perspectivas no son claras, porque tanto la parte comercial como la financiera están muy afectadas. "Ahora estamos en plena producción y los precios están bastante bajos", comentó.
Una esperanza para 2019 son las negociaciones con China para la exportación de cereza. Ello implicaría volver a plantar superficies para tener una producción plena, recordando las plantaciones que se han levantado en los últimos años. Esa inversión apuntalaría al sector y permitiría a largo plazo consolidar a ese comprador gigante.
Por lo demás, Carrasco considera que la situación es complicada: "Tenemos precios muy bajos en la producción local de durazno, damasco y ciruela. Eso nos afecta directamente. Necesitamos enseñarle al consumidor a valorar los productos locales". De ese modo, planean insistir con un programa de promoción y consumo de hortalizas colocando kioscos de frutas en eventos deportivos y en las escuelas.
Economías regionales
Los datos que maneja Carlos Iannizzotto, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), a nivel nacional hay buenas expectativas en productos como la miel, con un mercado estable, o el algodón, con buena perspectiva de cosecha. Sin embargo, otras como la vitivinicultura o la leche acumulan meses de pérdidas por los crecientes costos y la baja rentabilidad.
“Para 2019 queremos desde Coninagro conformar una Sociedad de Garantías Recíprocas para poder darle respaldo a pequeños y medianos productores en algo tan esencial como es la garantía. Otro objetivo es el tema financiero, queremos volver con pruebas que han sido exitosas como las bancas financieras regionales productivas”, dijo el referente cooperativo.
Además de compartir el reclamo por reformas impositivas, Iannizzotto valoró las mesas de diálogo entre los sectores productivos y el gobierno, siempre que haya propuestas concretas, como el proyecto de Ley de Economías Regionales, de Jugos Naturales o de una ley nacional de Seguro. "Por ejemplo, si hablamos de conectividad deben incluirse los caminos rurales para potenciar el desarrollo del interior", indicó.
La situación del mercado externo es clave para la economía y así lo ve Guillermo San Martín, gerente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocam). Para él, 2019 comenzará "a nivel internacional con una temporada de precios muy bajos y mercados sobreofertados".
La expectativa es que de a poco se estabilicen los precios, aunque la reducción de reintegros a las exportaciones y la inflación dificultan el panorama. "Es una temporada complicada que la queremos pasar lo más rápido posible. Aparece una competencia desleal muy grande por parte de importadores brasileños y exportadores locales. Es fundamental que el gobierno saque presión impositiva al sector, sino va a expulsar mano de obra", analizó.
De todas formas, San Martín cree que más allá del corto plazo hay buenas perspectivas: "Se logró abrir mercados con Colombia e Indonesia y si bien entablar una relación estable puede demorar dos años, las expectativas son buenas. El ajo a nivel mundial cada vez se consume más y es probable que en cuatro o cinco años falte ajo en el mundo".
De Mendoza para el mundo
Una perspectiva que entusiasma a más de uno es la posibilidad de exportar con el actual tipo de cambio favorable y con los flamantes "hubs logísticos" que se inauguraron en 2018 en Shanghai (China) y Dubai (Emiratos Árabes Unidos), más la posibilidad de abrir otro en Singapur. Se trata de centros de distribución y almacenamiento que facilitan el acceso a nuevos mercados.
Mario Lazzaro, director gerente de Fundación Pro Mendoza, consideró que algunas frutas frescas como ciruela o durazno están con buen desempeño en los mercados vecinos, especialmente en Bolivia, y con el cambio favorable se sostendrán las exportaciones. En cuanto a las ventas de durazno en lata, si bien la cosecha será menor, la expectativa es mantener las exportaciones.
“Con más elaboración, trabajamos mucho la ciruela, porque la cosecha 2018 fue muy importante. De las 150 mil toneladas de fresco se hicieron 40 mil toneladas de deshidratado con un plan de exportación. Este año cerraremos con cerca de 30 mil toneladas exportadas y se ven buenas perspectivas para el año entrante”, comentó el funcionario.
Respecto al ajo, desde ProMendoza consideran que vienen defendiendo las exportaciones a Brasil con el arancel externo común del 35%, y con el derecho antidumping de 7,80 dólares por caja de 10 kilos. Además, están en alerta por los tratados de libre comercio de China con algunos países vecinos para evitar el contrabando o una sustitución de origen.
En el caso del vino, para Lazzaro en 2019 hay que apuntalar el mercado EEUU-Canadá porque la recuperación del tipo de cambio coloca a los bodegueros argentinos de nuevo en la franja del vino de U$S 24 la caja de doce botellas. "Hay que ir a disputar ese mercado con Chile, Sudáfrica, Australia y España", aseguró. Además cree que hay que seguir trabajando con Europa y Asia con las flamantes plataformas logísticas comerciales y considera que el mosto concentrado mejorará su performance.
El campo y cinco desafíos para este año
Eduardo Sacho: "Si no hay integración entre la bodega, el productor y el fraccionador, se hace muy difícil equilibrar la vitivinicultura. El productor que no esté en un sistema estará en una situación cada vez más complicada, porque no sabrá lo que pasa en el mercado y no sabrá cómo actuar. Por eso considero que la integración será el gran desafío para 2019".
Omar Carrasco: "El desafío es para el productor poder mantenerse para no tener que vender la finca. Muchos la están rematando y haciendo barrios. Es realmente muy duro estar pensando si nos salvamos de la helada o de la piedra y tener dudas sobre cómo vamos a enfrentar el aumento de costos, de las tarifas eléctricas y de la creciente presión tributaria. El desafío es mantenerse".
Carlos Iannizzotto: "El campo tiene muchos desafíos pero lo central a nivel nacional es lograr políticas públicas que fortalezcan las economías del interior. En ese sentido, la ley de Economías Regionales que proponemos y ya está en el Congreso abarca temas como financiamiento, seguros, arraigo, conectividad y educación rural. Para Mendoza, el desafío es contar con la Ley de Jugos Naturales para diversificar la producción local".
Guillermo San Martín: "Más allá de las condiciones, tratamos de ser protagonistas de nuestro futuro. Vamos a seguir trabajando en la eficiencia energética y el buen uso del agua. Queremos impulsar el fondo por la integración para el desarrollo del ajo, lograr un nivel de retenciones acorde a la actividad y seguir con propuestas para el marco normativo e impositivo".
Mario Lazzaro: "El desafío que tiene Mendoza es poder capitalizar el crecimiento de Asia. Tenemos que persistir en los mercados que ya están formados y donde ya estamos, pero el gran desafío como productores es capitalizar este crecimiento que demanda más alimentos. Ellos tienen cada vez menos superficie y los hábitos de consumo se occidentalizan y crecen".