El cardenal italiano Albino Luciani, más conocido como Juan Pablo I y beatificado por Francisco, fue elegido como el 263° Papa en agosto de 1978. Pero apenas 33 días después de asumir el cargo, falleció inesperadamente, convirtiéndose en protagonista del segundo pontificado más corto de la historia moderna, apenas superado por el de León XI en 1605.
Las circunstancias, entre mentiras y errores del Vaticano, inspiraron varias teorías de la conspiración sobre cómo fue su muerte: desde sicarios hasta veneno.
La noticia de la muerte del "Papa de la sonrisa" -como le decían- tomó por sorpresa al mundo. Con 65 años, gozaba de buena salud y había sido visto con normalidad la noche anterior, despidiéndose alegremente de las religiosas del Vaticano.
El comunicado oficial del Vaticano aseguró que Juan Pablo I fue hallado muerto por el padre Magee a las 5.30 de la mañana del 28 de septiembre de 1978, con la luz encendida y los lentes puestos, como si hubiera fallecido leyendo. La causa oficial fue un infarto agudo de miocardio.
Luego hubo cónclave y el cardenal polaco Karol Wojtyla sucedió a Albino Luciani y se transformó en Juan Pablo II, líder de la Iglesia Católica hasta 2005.
Funeral del papa Juan Pablo I en 1978. Lo sucedió Juan Pablo II.
Funeral del papa Juan Pablo I en 1978. Lo sucedió Juan Pablo II.
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Con los años surgieron detalles que sembraron dudas sobre qué pasó realmente con Juan Pablo I.
Fue una monja, Sor Margherita, quien relató haber hallado el cuerpo junto a su compañera Sor Vincenza, pero la Santa Sede prefirió ocultar ese dato por considerarlo “impropio”. Creían indecente decir que dos mujeres estuvieran con Juan Pablo I dentro de la habitación.
Además, se tejieron sospechas en torno al contexto de su muerte: Juan Pablo I había llegado al trono de Pedro con una visión reformista, rechazando la ostentación y proponiendo una Iglesia más humilde. Incluso había renunciado a la tradicional tiara papal y planeaba pronunciar un discurso a favor de la teología de la liberación en México. Por otra parte, buscaba aferrarse al Opus Dei, resistido en algunos sectores vaticanos.
Cómo murió el papa Juan Pablo I, que apenas estuvo 33 días en el poder
Cómo murió el papa Juan Pablo I, que apenas estuvo 33 días en el poder
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Cómo murió el papa Juan Pablo I: mafia, sobredosis y un infarto poco creíble
Las teorías conspirativas crecieron con el tiempo. Desde películas como "El Padrino III" (1990) hasta series como "The New Pope" (2020), muchos autores sugirieron que la muerte de Juan Pablo I podría no haber sido natural.
Para Francis Ford Coppola, la mafia habría tenido un rol determinante en la muerte de Juan Pablo I, mostrando una conexión entre los intereses del Vaticano y el crimen organizado.
Años más tarde, en 2009, Ron Howard volvió sobre el tema en su film "Ángeles y demonios", basado en la novela de Dan Brown. Allí, se planteó la hipótesis de un asesinato mediante una sobredosis de su medicación para la epilepsia, reforzando la idea de una conspiración interna, alimentada por secretos de la Iglesia y luchas de poder.
Incluso en el terreno de las series, la muerte de Albino Luciani fue tratada con sospecha. En 2020, el italiano Paolo Sorrentino retomó el enigma en "The New Pope", insinuando que las circunstancias de su muerte eran tan extrañas que una explicación oficial basada en un infarto resultaba poco creíble.
La teoría conspirativa de la mafia en la muerte del papa Juan Pablo I
Cuarenta y siete años después de su repentina muerte, el breve pontificado de Juan Pablo I continúa rodeado de sombras. Y aunque el Vaticano sostuvo desde el primer momento que se trató de un infarto, las versiones alternativas no dejaron de multiplicarse.
En todo este tiempo no pasó un solo año sin que surja una nueva teoría conspirativa, pero una de las más llamativas se conoció en 2019, cuando Anthony Raimondi, un presunto exmiembro de la mafia italoamericana, aseguró haber participado del asesinato del Papa.
En una entrevista al New York Post, Raimondi, sobrino del célebre mafioso Lucky Luciano, relató con lujo de detalles cómo, a los 28 años, fue enviado a Roma junto a un grupo de sicarios para envenenar al Pontífice.
Un sicario asegura que ayudó a asesinar al papa Juan Pablo I
Un sicario asegura que ayudó a asesinar al papa Juan Pablo I
La orden, según su versión, vino de su primo, el entonces cardenal Paul Marcinkus, quien dirigía el Banco Vaticano. Raimondi aseguró que su papel fue memorizar los hábitos de Juan Pablo I y estar atento al momento justo: “Yo me quedé parado en el pasillo fuera de sus dependencias”, escribió en sus memorias "When the Bullet Hits the Bone". Mientras tanto, su primo habría vertido en su té una mezcla letal de cianuro y Valium, con el objetivo de producir una muerte silenciosa y sin huellas.
Raimondi dijo haberse negado a estar presente en la habitación durante la acción final. “Ya había hecho muchas cosas malas, pero no quería estar ahí cuando mataran al Papa. Sentía que eso era comprar un pasaje directo al infierno”.
Según su relato, el móvil del supuesto crimen fue la intención de Juan Pablo I de destapar un fraude financiero millonario.
Cómo murió el papa Juan Pablo I, que apenas estuvo 33 días en el poder
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El entonces Papa habría descubierto una estafa de 1.000 millones de dólares dentro del Vaticano, orquestada por miembros de la curia con vínculos empresariales de alto nivel, incluyendo nombres como IBM o Coca-Cola. “El Papa iba a echar a la mitad de los cardenales y obispos”, aseguró el mafioso. “Si hubieran mantenido la boca cerrada, podría haber tenido un pontificado largo”.
Las declaraciones de Raimondi fueron tomadas con cautela por muchos investigadores, que señalaron inconsistencias y tintes sensacionalistas en su versión. Sin embargo, su testimonio sumó un nuevo capítulo a la ya nutrida saga de sospechas que rodean la muerte de un Papa que quería reformar desde adentro y terminó muriendo demasiado pronto.
¿Exageración literaria o una verdad que aún incomoda? La duda, una vez más, quedó servida.