Sabido es que ninguna provincia argentina cuenta con la imponente geografía que exhibe Mendoza en todo su territorio, única e irrepetible para entregar los condimentos necesarios para la disputa de una carrera de bicicletas. Única. Hermosa, dura, bella, inigualable. Calificativos precisos para describir la Vuelta de Mendoza, por muchos años rotulada como "La Más Argentina de Las Vueltas", con 43 ediciones disputadas de manera ininterrumpida, por lo tanto es una de las pruebas de mayor tradición en el deporte pedal de nuestro país.
El sábado, desde las 18 horas, comenzará un nuevo capítulo con la disputa del prólogo con más de 160 corredores que pugnarán por inscribir su nombre en la competencia que pone en escena la Asociación Ciclista Mendocina.
En todos estos años de vida, sólo nueve pedaleros "de los nuestros" lograron poner su apellido en el bronce de la ronda mendocina. El primero de ellos fue Manuel Cayetano Cortes (1981) cuando se disputó la quinta edición. Cuatro años más tarde fue la oportunidad para Omar Alejandro Contreras (1985) el hijo del inigualable Ernesto, "El Cóndor de América", y tras cartón "El Pepe" José Villarroel (1986) también tuvo la posibilidad de conocer las mieles de la carrera de mayor grandeza y tradición en Cuyo.
El luchador Rubén Bergamín (1991) cortó cinco años de sequía mendocina y atrapó la ansiada corona marcándole el camino a su compañero y amigo Juan Marcelo Agüero (1993). El recordado Pájaro lo lograría con un festejo inolvidable e interminable que se dio en el legendario Autódromo General San Martín ante una verdadera multitud que deliró con el logro obtenido por el corredor nacido en el Este provincial.
Ariel Jaime (1997), hoy radicado en los Estados Unidos, sorprendió a propios y extraños para quedarse aquel año con la competencia. El sacrificado peón de la Municipalidad de Mendoza terminó siendo el rey de la ruta por sobre grandes figuras que tenía aquel equipo que conducía Ricardo Fresneda. Luego de dos triunfos consecutivos de corredores ecuatorianos (Pedro Rodríguez y Erwin Chulde) Mendoza recuperaba el lugar más alto del podio para el regocijo del ciclismo argentino.
Más de un lustro pasó, más precisamente seis años, para que otra vez Mendoza desatara las gargantas y gritara a destajo y con orgullo que el ganador de su vuelta era un hijo de estos pagos. Alejandro Corvalán (2003), con la camiseta de AMARU, conquistó la carrera más preciada, por aquellos años, en el ciclismo nacional, título que alcanzaría en la edición siguiente el lasherino Gabriel Brizuela (2004, 2009, 2015), consagración que lo catapultó a la categoría de ídolo.
El Lobito alcanzó su primer triunfo vistiendo la casaca de AMARU y los otros dos, lo hizo portando los colores de la Municipalidad de Guaymallén. Es el único ciclista en la historia de esta competencia, al igual que el sanjuanino Juan Carlos Ruarte y el bonaerense Juan Pablo Dotti, que posee tres coronas en su haber y en esta oportunidad intentará obtener su cuarto título.
El alvearense Ignacio Ariel Gili conquistó lo que tanto había buscado en su carrera profesional. El Chueco hizo doblete (2007, 2008) y dejó su impronta al ganar ambas carreras con autoridad convirtiéndose en el noveno hombre Borravino en terminar en el lugar más alto de la clasificación general final. Brizuela fue el último de los mendocinos en ganar en el 2015, desde ahí sobresalen sólo logros foráneos, esos que han marcado a fuego la historia de la Vuelta de Mendoza.
Doce victorias mendocinas en cuarenta y dos ediciones disputadas repartidas en nueve hombres de nuestro terruño entregan un porcentaje de 30,5% de efectividad. Para satisfacer tanta pasión por un deporte que Mendoza ama y hace renacer , esa que es conocida en el país y en tierras lejanas como "La Más Argentina de Las Vueltas".
Un equipo que se estrenará este año
La edición 2019 de la Vuelta de Mendoza ya viene calentando motores desde hace unos días, cuando finalizó el Mendocino de Ruta. La "Más Argentina de las Vueltas" bajará su bandera el próximo sábado con la disputa del prólogo en la explanada de la Casa de Gobierno.
Equipos de Ecuador, Chile, Venezuela y lo más selecto del deporte pedal nacional recorrerán la geografía de la "Tierra del Sol y del Buen Vino" tratando de atrapar la gloria en su edición 43º. Casa Poletto/Mecanica Sigre es uno de los equipos que estará en carrera. La nueva formación fue presentada en sociedad en el departamento de Tunuyán y está integrada por Federico Yáñez, Sebastián Andía, Mario Montaño, Gustavo Albarracín, Germán Chavarini, Juan Pablo Romero y el histórico Rodrigo Sigre. "Hicimos un gran sacrificio para conformar el equipo.
La idea es ser protagonistas y brindar un buen espectáculo. Hay buenos corredores y daremos lo mejor para poner la camiseta en la vanguardia del pelotón. La Vuelta es una carrera muy exigente y habrá presencia de equipos fuertes, por eso debemos ser inteligentes para estar a la altura de las circunstancias. Somos un equipo humilde pero con un espíritu enorme". Manifestó Carlos Sigre, uno de los impulsores de este proyecto.