29 de marzo de 2025 - 00:14

El Aconcagua y un secreto guardado por más de diez mil años

Los paisajes, como el de la Pared Sur del Aconcagua, son la parte de la superficie terrestre al alcance de la vista. Pueden ser más o menos atractivos, pero se tornan más interesantes cuando son interpretados los numerosos y complejos procesos naturales que los han modelado.

Voy a ocuparme de la Pared Sur del Aconcagua, tema que hace un tiempo fue abordado por mi colega tucumana, Claudia Beatriz Acuri (25/enero/25), como una “maravilla de la naturaleza” por sus casi tres mil metros de altura y porque es más fabulosa cuando comprendemos la secuencia de procesos naturales que la originaron, permitiéndonos de este modo descubrir el “secreto guardado más de diez mil años”.

En la evolución geomorfológica de la Pared Sur se produjo, además de erosión fluvial y glaciaria, el colapso de una divisoria de aguas causada por mega deslizamientos (por su enorme volumen) generadores de inmensos flujos, cuyos depósitos fueron erróneamente interpretados como glaciarios.

El Aconcagua y un secreto guardado por más de diez mil años

Ellos se ubican en los valles de Horcones Inferior, Horcones y Las Cuevas; tanto las localidades de Puente del Inca como la de Penitentes están emplazadas sobre estos depósitos. Las edades absolutas, obtenidas por dataciones con nucleidos cosmogénicos del depósito de Horcones, se hallan comprendidas entre los 11.110 ± 80 años y los 8.170 ± 360 años, antes del presente. Por ello se menciona que: el secreto (colapso o mega deslizamiento) fue guardado más de diez mil años.

La pared sur presenta glaciares ubicados a distintas alturas (Glaciar Superior, Glaciar Medio y Glaciar Inferior). El Glaciar Superior llama la atención, porque se comunica a través de un pequeño escalón (umbral) con el Ventisquero de Los Relinchos, glaciar que fluye al valle del río de Las Vacas. Además, este último glaciar, también tiene características muy particulares, pues nace en la Pared Sur del cerro Aconcagua, sin su cabecera o circo glaciario. Entonces, desde el punto de vista geomorfológico, se puede unir en una sola lengua glaciaria al Glaciar Superior y al Ventisquero de Los Relinchos considerando que habrían fluido, antes del colapso o mega deslizamiento, en un valle hacia el este como lo hacen el Glaciar del Este y el Ventisquero Ameghino. Estas tres lenguas glaciarias coinciden en altura; en cambio el glaciar Horcones inferior, está mucho más profundizado en el paisaje por erosión diferencial. Dicha erosión es consecuencia de la diferencia en el tamaño de los glaciares, debida a la orientación de los valles respecto de la insolación.

Por lo anteriormente citado, la Pared Sur expone el típico perfil de las cabeceras de un valle glaciario cortado longitudinalmente, una verdadera “maravilla de la naturaleza”.

Represamiento natural

El comprender la evolución geomorfológica de la Pared Sur nos permite además interpretar otros paisajes circundantes al cerro Aconcagua. Por ejemplo, la denominada “Playa Ancha” (amplia planicie aluvial del curso del Horcones Superior), se produjo porque cuando descendió el flujo asociado al colapso de la Pared Sur, se genera en Confluencia el represamiento natural del valle del Horcones Superior. Por lo tanto, la “Playa Ancha” es una característica indiscutible de la agradación que sufrió el río como consecuencia de este represamiento. Otro ejemplo es el espectacular Puente del Inca, resultado de la cementación por precipitación de las sales disueltas en las aguas provenientes de las termas, sobre los depósitos de los flujos asociados a los mega deslizamientos de la Pared Sur. Una consecuencia más del colapso de la Pared Sur, es el mayor retroceso glaciario del Ventisquero de Los Relinchos, en comparación con los otros dos glaciares que fluyen hacia el río de Las Vacas. Este mayor retroceso es debido a que el Ventisquero de Los Relinchos, perdió su cabecera: el circo glaciario que hoy expone el Glaciar Superior de la Pared Sur, que se vuelca por avalanchas al Horcones Inferior.

El Aconcagua y un secreto guardado por más de diez mil años

Las avalanchas alimentan así a este último glaciar. Si un volumen importante de esta enorme masa de hielo, que constituye el Glaciar Superior, fuera movilizado por un disparador sísmico (la zona es sísmicamente activa) o como consecuencia de los actuales cambios climáticos, que en los últimos años han producido una amplia desestabilización de muchos sistemas geomórficos montañosos, podrían generarse procesos catastróficos. Vale citar los ocurridos en el pico norte de los Nevados de Huascarán, en la Cordillera Blanca del Perú, en 1962 (4.000 víctimas) y 1970 (18.000 víctimas); o el ocurrido en los montes Cáucaso, en Ossetia del Norte, donde una masa de hielo y roca cayó sobre el Glaciar Kolka generando un inmenso flujo, el 22/09/2002. Tal vez este último episodio es más parecido a lo que podría ocurrir en la Pared Sur.

Monitoreos constantes

Por lo anteriormente expuesto, debería mantenerse un monitoreo continuo sobre toda la Pared Sur del cerro Aconcagua, pero especialmente sobre el Glaciar Superior, a fin de que se implemente un sistema de alerta temprano para los principales elementos sociales bajo riesgo: las comunidades locales, el transporte a lo largo del corredor y los turistas que concurren a la zona.

El Aconcagua y un secreto guardado por más de diez mil años

Debido al calentamiento climático, podría incrementarse la generación de avalanchas glaciarias y de roca en la Pared Sur del Aconcagua, por lo que amerita estimar su frecuencia. También sería importante monitorear las grietas superficiales del Glaciar Superior de la Pared Sur, observar su cantidad y apertura, para lo cual se cuenta con imágenes satelitales, y hasta se podrían hacer observaciones de las mismas contando con el helicóptero de rescate del parque. Esto sería pertinente, ya que ese glaciar que anteriormente fluía hacia el este, formando parte del Ventisquero de Los Relinchos, hoy cae por avalanchas hacia el Glaciar Horcones Inferior. Ese cambio en la dirección de flujo, genera las grietas citadas.

Habiendo trabajado extensamente en la zona y aportado fundamentadas interpretaciones geomorfológicas, siento la responsabilidad y la obligación de hacer llegar estos comentarios, que son de público conocimiento, ya que fueron oportunamente publicados en la Revista de la Asociación Geológica Argentina y son expuestos en el cartel que se halla en el mirador del Aconcagua.

*El autor es geólogo. Universidad de Buenos Aires (UBA)

Producción y edición: Miguel Títiro - [email protected]

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