William Steward Halsted nació en Nueva York, el 23 de setiembre de 1852. Recibió su título de médico en 1877 en la Universidad de Columbia, Nueva York.
En 1878 viajó a Europa, donde se perfeccionó durante dos años en cirugía general, en Viena. Dos años después regresó a Nueva York, donde ganó gran reputación como cirujano.
En 1881, describió que la sangre de un paciente, una vez aireada, podía ser reinyectada al paciente. Tres años más tarde descubrió que al inyectar cocaína en la zona próxima a un tronco nervioso sensitivo se bloqueaba la conducción del impulso nervioso. Así, introdujo la anestesia local.
En 1886, fue invitado a trabajar en Baltimore, donde gestó el concepto de la "Escuela Quirúrgica", que consiste en técnicas estrictas de asepsia, manipulación cuidadosa de los tejidos, utilización de material de sutura (seda) fino, pequeñas suturas hechas a la tensión adecuada y cierre completo de las heridas quirúrgicas.
En 1890 fue nombrado como el primer jefe de Cirugía del hospital Johns Hopkins y dos años después, se convirtió en el primer profesor de Cirugía de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins.
William Halsted fue un devoto defensor de la implementación del trabajo médico bajo el sistema de dedicación exclusiva. Fue el primer médico en consignar sistemáticamente en las historias clínicas los datos correspondientes a la temperatura corporal de los pacientes.
Se ocupó especialmente del tratamiento quirúrgico del cáncer de mama: en 1894, ideó y regló la mastectomía radical que lleva su nombre y que fuera practicada hasta los años ‘70.
También creó las residencias programadas de cirugía. Halsted creía firmemente que los jóvenes cirujanos podrían adquirir “madurez quirúrgica” si observaban las prácticas de su interés de las manos de los mejores cirujanos.
Por ello, y para promover prácticamente esta idea, ideó el concepto de intercambio de residentes a nivel nacional e internacional. Asimismo desarrolló las subespecialidades quirúrgicas. Las primeras fueron: ortopedia, ORL, urología y radiología.
Sin lugar a dudas, dejó una marca indeleble en la generación de cirujanos de todo el mundo. Por esta razón, se lo llama el “padre de la cirugía moderna”. Dedicó muchas horas de trabajo quirúrgico al Hunterian Laboratory, el laboratorio de cirugía experimental.
Ante los fracasos, mostraba una tenacidad increíble. Repetía los experimentos una y otra vez hasta llegar a una aplicación práctica. Allí generó muchas ideas, técnicas e instrumentos de gran utilidad, como la famosa pinza “mosquito”.
Su vida
En el aspecto personal, Halsted actuaba con reserva y muy formalmente. Sus conversaciones siempre tenían un contenido de altísima calidad.
A comienzos de 1890, siendo un soltero “muy codiciado”, se enamoró de la jefa de la sala de operaciones, Caroline Hampton. Al mismo tiempo, ésta le manifestó que la piel de sus manos presentaba serias lesiones producidas por el contacto con las soluciones antisépticas (bicloruro mercúrico y ácido fénico) que utilizaba durante las cirugías y que no podría continuar con ese trabajo.
Intentando solucionar el problema, realizó distintos experimentos, pero todos fracasaron. Entonces se le ocurrió fabricar guantes finos de caucho para proteger las manos de su colaboradora y enamorada. Para ello, visitó la fábrica Goodyear donde planteó el problema. Ellos fabricaron los guantes y así, además de sanar las manos de su futura esposa, introdujo el uso del guante quirúrgico.
Al poco tiempo, se casó con Caroline Hampton y permanecieron unidos hasta su muerte. No tuvieron hijos.