Comida. Son ricas, duran un montón y te sacan de apuros en cualquier picada. Hacelas en casa y disfrutá de recetas clásicas que nunca fallan.
Si hay algo que nunca falta en las mesas argentinas es un buen escabeche casero. Y dentro de las mejores opciones, las berenjenas en escabeche se llevan el premio mayor. No solo son fáciles de hacer, sino que además son una de esas recetas que te salvan cualquier picada.
Suman sabor a las comidas y, lo mejor de todo, tienen un precio accesible. Con ingredientes simples y un poco de paciencia, vas a lograr una conserva espectacular que mejora con el tiempo.
1. Preparar las berenjenas
Lo primero es lavar bien las berenjenas y cortarlas en rodajas de aproximadamente 1 cm de espesor. Espolvorealas con sal entrefina y dejalas reposar 10 minutos para que larguen el líquido amargo. Este paso es clave para que queden bien sabrosas y sin ese gusto fuerte.
2. Cocinar en vinagre
Pasado el tiempo de reposo, enjuagalas para quitarles la sal y escurrilas bien. Mientras tanto, poné en una cacerola el agua y el vinagre y llevá a hervor. Cuando rompa el hervor, agregá las berenjenas y cocinalas 5 minutos. No más que eso, porque si no se deshacen.
3. Dejar enfriar y preparar el frasco
Sacá las berenjenas del agua y dejalas escurrir y enfriar completamente. Mientras tanto, esterilizá un frasco de vidrio hirviéndolo unos minutos o pasándole alcohol. Es importante que el frasco esté bien limpio para que la conserva dure más tiempo.
4. Armar el escabeche
Una vez frías, empezá a acomodar las berenjenas dentro del frasco, intercalándolas con los condimentos: chimichurri, laurel y pimienta negra en grano. Este mix de especias le da un aroma y un sabor espectacular.
5. Completar con aceite y reposar
Cuando llenes el frasco, cubrí todo con el aceite. Acá te recomiendo usar mitad de girasol y mitad de oliva, para que no quede ni muy pesado ni muy liviano. Tapá el frasco y llevalo a la heladera por 1 o 2 días para que los sabores se integren bien.