Tras la declaración de la Emergencia Ambiental en el Piedemonte mendocino, desde la Secretaría de Ambiente dieron a conocer el estudio técnico elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA) que analizó 1.244 km² de Piedemonte para determinar en qué zonas la amenaza de aluvión es alta, media y baja.
Dentro de la primera, que está pintada de rojo, se observan algunos sectores del loteo Pérez Guilhou, así como algunos barrios de El Challao y puntos del norte de la ruta 82. De todos modos desde la cartera aseguraron que con este estudio harán un "zoom" para determinar cuáles son las viviendas que corren mayor riesgo y que deberán llevar adelante ciertas obras que les permitan mitigar la amenaza o mudarse.
Además de la investigación, expertos del INA sugirieron una serie de propuestas técnicas y normativas para avanzar en un reglamento único, consensuado y concurrente para ocupar y aprovechar el área de Piedemonte del Área Metropolitana de Mendoza, bajo los lineamientos del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial (Ley N° 8.999).
Se trata de una serie de medidas que podrían aplicarse para urbanizar con construcciones de bajo impacto en las zonas de amenaza media y baja. "Hemos investigado la amenaza aluvional y hemos generado un mapa síntesis donde se manifiesta la amenaza en tres escalas", comenzó a explicar el ingeniero Víctor Burgos, investigador del INA. Tal como remarcó, este tipo de fenómenos afecta tanto al que está emplazado en zona aluvional como al que habita aguas abajo.
Para sacar conclusiones los expertos plantearon distintos escenarios en el Piedemonte, uno de ellos fue la posibilidad de expandir la urbanización con técnicas tradicionales como se estaba haciendo en gran medida antes de la declaración de "Emergencia".
"Es un escenario bastante crítico, ya que se puede llegar a multiplicar por 7 el caudal después de una urbanización tradicional con dameros rectangulares y sin adaptar a las condiciones geomorfológicas", indicó el ingeniero.
Por esa razón, una posibilidad que plantearon es urbanizar con pautas de desarrollo de bajo impacto y pequeñas obras de hidráulica. “Proponemos utilizar soluciones basadas en la naturaleza, es decir urbanizar tratando de imitar la condición natural”, señaló.
En este sentido Burgos mencionó la posibilidad de construir pozos de infiltración que tienen unos 7 metros de profundidad y están rellenos con piedra bola. También precisó que se podrían utilizar trampas de agua, elaboradas con gaviones que se interpongan en el paso del agua; pequeños estanques o hasta plazas que tengan una función hidráulica.
"La idea es retener el agua en vez de drenarla, por eso se mencionan obras pequeñas que puede hacer el privado", expuso y aclaró que deberían complementarse con otras obras más grandes que haga el estado como la presa Chacras de Coria que se construirá próximamente.
Burgos también aseguró que las construcciones en el Piedemonte deberían respetar ciertos límites de superficie construida y de movimiento de suelo para salvaguardar la vegetación natural, resguardar de la erosión y minimizar el impacto aguas abajo.
También adecuarse a una determinada densidad de acuerdo a la pendiente, entre otros. "La propuesta normativa se da como corolario de este estudio. Es un compendio de condicionamientos y restricciones basadas en lo técnico para que sean en común en los cuatro municipios, es una propuesta de reglamento único consensuado", precisó a la vez que reconoció que resta la segunda etapa en la que tienen que articular todas las instituciones que tienen pertinencia.
Crecimiento descontrolado
Durante la presentación del estudio, el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance, recordó que se declaró la Emergencia Ambiental para frenar el crecimiento descontrolado del Piedemonte. "Vimos crecer el Piedemonte en los últimos 30 años y no le pusimos límite", remarcó el funcionario.
Con respecto a las zonas "rojas" comentó que se ven fundamentalmente en Luján y en Las Heras donde los cauces tienen mucha pendiente. "En las zonas rojas no hay desarrollos inmobiliarios aprobados por el gobierno, porque los aprobados tienen el impacto ambiental con dictamen de Hidráulica", aseveró. Asimismo buscó llevar tranquilidad a los habitantes del Piedemonte que tienen sus terrenos aprobados por el Consejo de Loteos y la Comisión del Piedemonte. "Los más conflictivos son aquellos que han hecho un fraccionamiento y se lo han vendido a la gente sin hacer obras de mitigación, ni de urbanización, ni ningún tipo de autorización".
De todas formas aclaró que son pocos los que efectivamente deberán abandonar sus casas. "A partir de este estudio queremos hacer zoom para evaluar con exactitud cuáles son las viviendas que corren mayor riesgo a cuyos propietarios se les van a dar distintas alternativas para hacer obras en conjunto, aunque puede ser insalvable y se tenga que trasladar", aseveró.
Propuesta de urbanización
En función de la delimitación de amenazas y su graduación, se propone:
- Zonas de alta amenaza: zonas NO ocupables. Cauces aluvionales/amenazas diversas. Reducir la exposición en las cercanías a las zonas de rivera. Se sugiere un mínimo de 10 metros. Establecimiento de corredores biológicos y figuras de conservación de servicios ecosistémicos.
- Zonas de amenaza media: zonas ocupables con restricciones. Mantener los criterios técnicos acorde a cada escala (parcela, barrio o emprendimiento) y consideración de obras de mitigación hidráulica para múltiples emprendimientos. Superficies condicionadas según uso, densidades bajas de ocupación, movimiento de suelo y pendientes sugeridas. Manutención de mayores porcentajes de vegetación nativa
- Zonas de baja amenaza: zonas ocupables con criterios mínimos. Mantener siempre porcentajes de cobertura vegetal nativa, mantener criterios mínimos de manera de no generar zonas no aptas aguas abajo (verde a rojo).
Temor y desconcierto
En los barrios que son parte del loteo conocido como Pérez Guilhou, reina el desconcierto a partir de la declaración de Emergencia Ambiental. "Nos han parado las obras de luz y nos parece muy injusto porque la gente lo necesita", manifestó Gladys Goyochea, presidenta de la Unión Vecinal del Barrio Los Chañares.
Aclaró que son conscientes de la amenaza aluvional, pero que los que deberían hacerse cargo de minimizarla son los que vendieron. "La gente está muy angustiada y no sabe cómo seguir. Si compró acá es porque no tenía otra opción", se lamentó.
Enrique Ascensio, vecino de Portal de las Sierras, contó que él tiene el documento de compra venta y que su lote figura como un condominio. "No figuramos en ningún lado, pero sí pagamos impuestos municipales. Estoy en lo alto arriba de un cerro, pero hay calles que cuando llueve se vuelven un río", comentó.