En el universo de los signos del zodíaco, hay personalidades para todos los gustos: intensos, racionales, soñadores, enojones... pero también hay uno que se lleva el premio al más buenón e inocente del horóscopo. Desde la mirada de la astrología, algunos perfiles nacen con una bondad tan pura que, por momentos, la gente se termina aprovechando.
Hay signos que vienen al mundo con una energía suave, que no saben lo que es la maldad, que se desviven por ayudar y no le encuentran sentido al conflicto. Son almas de Dios. Y en esta nota te voy a contar cuál es el que encabeza esa lista, según la astrología tradicional.
El más buenón de los signos del zodíaco
Este signo es el típico que se banca todo, que te perdona una y otra vez, aunque ya le hiciste mil macanas. Es el que se queda hasta tarde para escucharte aunque tenga mil cosas que hacer. El que da sin esperar nada a cambio. Un pan de Dios total.
También es común que no vean venir las traiciones. No porque sean tontos, sino porque no creen que haya gente capaz de hacer daño.
Son idealistas, sensibles, y muchas veces están más conectados con el mundo emocional que con el lógico. Por eso, si sos de los que creen en la buena fe, te vas a llevar genial con este signo.
Lo que más los caracteriza es su ternura, su empatía y su capacidad de sacrificarse por los demás. Nunca te va a dejar solo, aunque eso le cueste.
Tiene una conexión espiritual muy profunda y un corazón gigante. Son los primeros en ofrecer ayuda, en consolar y en regalar amor sin medida.
El signo más buenón e inocente del zodíaco es Piscis. Nacidos entre el 19 de febrero y el 20 de marzo, los piscianos son puro sentimiento.
Les cuesta decir que no, viven en su mundo interno lleno de fantasía, y muchas veces se olvidan de poner límites. No hay maldad en ellos, por eso suelen atraer personas que se aprovechan de su nobleza.
El segundo signo más inocente
¿Y el segundo lugar? Cáncer. Otro signo de agua, también híper emocional, maternal y sobreprotector. Cáncer tiene una coraza, pero por dentro es un dulce total, con una sensibilidad que lo hace estar siempre atento a los demás. Son los que te preparan comida cuando estás mal y te abrazan fuerte aunque no digas nada.