Entre sus recomendaciones, Mekorot indicó que debe plantearse una “mejora en la eficiencia de riego y distribución para todas las cuencas” y particularmente en la cuenca del Río Mendoza, se “necesita además una reducción de pérdidas en la red de agua potable, del 46% (actual) al 25%, lo que permitiría estabilizar la cobertura de la demanda hacia 2050”.
Desde Aguas Mendocinas, empresa estatal que preside Humberto Mingorance, respondieron a Los Andes que el informe de Mekorot “está enfocado principalmente en el uso de agua para riego” y señalaron que “el estudio del 46% de pérdidas, aún no está ratificado por Aysam”.
En ese sentido, explicaron desde la empresa que tienen solamente un 10% de los 420.000 usuarios controlados con medidores (40 mil), por lo cual hablan de estimaciones de reducciones a eliminar y no de números exactos. Para esto afinarán el lápiz los técnicos propios que participarán en la elaboración del informe sobre agua y saneamiento que se añadirá al Plan Hídrico general, a presentarse en el mes de septiembre, como anunció el gobernador Alfredo Cornejo.
“La estimación que nosotros tenemos por eliminar rondaría en un 35%. Cuando terminemos este plan estratégico, vamos a tener mayor precisión. Por ahora no podemos ser taxativos”, manifestó Darío Hernández, el gerente general de Aysam, a este medio.
Frente del edificio de AySAM, Agua y Saneamiento Mendoza ( Aguas mendocinas) ubicado en calle Belgrano de Ciudad Foto:José Gutierrez / Los Andes
Frente del edificio de AySAM, Agua y Saneamiento Mendoza ( Aguas mendocinas) ubicado en calle Belgrano de Ciudad Foto:José Gutierrez / Los Andes
Hernández consideró que la recomendación de Mekorot, de reducir la pérdida de agua potable para el consumo en la cuenca del Río Mendoza a un 25% en el año 2050, es un estándar “aceptable”. Además, advirtió que en Mendoza existe un nivel de fuga importante “sobre todo para abajo” y el método de control es la colocación de macromedidores.
“La macromedición es lo que controla a los grandes caños. De esta manera podremos saber con mayor exactitud cuál es la pérdida”, señaló el gerente y advirtió que, además de ejecutar un plan de renovación de redes, como principal respuesta a esta problemática, buscan llegar al año 2027 con el 50% del consumo medido en el Gran Mendoza con micromedidores.
“El plan para colocar 20.000 medidores digitales ya ha comenzado y ya se han instalado 5.000. Falta colocar 15.000, pero ya están comprados y se han importado. Ese es un plan vigente”, comentó al respecto de los que fueron destinados para la zona de Dorrego.
Hernández explicó que la demora en la instalación se debe a que romper veredas, cambiar los kits y la “intervención en la vía pública demanda su tiempo”. En el plan estratégico que presentarán en septiembre prometen detallar en qué zonas avanzarán con la micromedición posteriormente.
El presupuesto de obras de Aysam para este año asciende a los 200 millones de dólares. “Las principales inversiones van destinadas a plantas potabilizadoras, plantas depuradoras y a la renovación de redes locales de gran diámetro. La obra más significativa que está en ejecución en el Gran Mendoza es la ampliación de la Planta Potabilizadora de Alto Godoy”, indicó Hernández. Este proyecto tiene una inversión de U$D 30 millones, beneficiará a 90 mil personas y tiene plazo de culminación en el año 2027.
Irrigación prioriza los modelos de presurización
En el informe presentado por Mekorot, se plantearon tres modelos de riego a los que debe avanzar la Provincia para mitigar el déficit hídrico en relación a la demanda proyectado en un 5% para 2030, un 12% en 2040 y 17% en 2050.
El representante de la empresa israelí, Darío Berger, explicó que actualmente se pierde un tercio del recurso en los procesos de conducción y aplicación.
Entonces mencionó la necesidad de priorizar inversiones en eficiencia de riego. “Se decidió adoptar una alternativa intermedia, con irrigación por mangas dentro de las fincas, lo que requiere una inversión en reservorios y una presurización inicial”, explicó.
Esta estrategia se implementará entre 2025 y 2035, con la posibilidad de avanzar luego hacia sistemas más tecnificados: el sistema presurizado individual y el sistema presurizado comunitario, como último eslabón.
Desde el Departamento General de Irrigación (DGI) afirmaron que hay proyectos planteados sobre estos modelos. Puntualmente el 2.2, con la opción de que los regantes puedan invertir y avanzar hacia el sistema presurizado comunitario. Se trata de los sistema de riego de "Rama Chimba" en el Este provincial y las modernizaciones de los sistemas de riego "Yaucha Aguanda" y "Paraje Altamira" en el Valle de Uco, estas dos obras financiadas con fondos del Resarcimiento.
El superintendente Sergio Marinelli afirmó a Los Andes que el Plan Hídrico plantea las bases de un cambio profundo en el uso del recurso hídrico. "Nosotros venimos de un sistema rígido donde se entregaba el agua en turnos para todo igual. No importa cuando hace falta y cuánto hace falta, y hay que adaptarse a eso. Es lo peor que le puede pasar a un productor, sobre todo si quiere innovar o cambiar su cultivo, porque está condenado a recibir el agua en un momento determinado", manifestó.
Entonces señaló que el cambio de concepto a través de estos modelos es que "cada productor pueda manejar su lámina de riego, que es la humedad que necesita en el suelo, de acuerdo a su necesidad y a su cultivo para mejorar su productividad. Esto se logrará a través de estos tres sistemas que van escalando y que flexibilizan el manejo del agua, de tal manera que el productor lo maneja cuando quiere y en la cantidad que le corresponde", completó el superintendente.
Berger, en su presentación, proyectó también una inversión que se dividirán entre el sector público y privado para lograr esos avances. “El sector privado asumirá un costo anual de 30 millones de dólares, que incluye operación, mantenimiento y energía”, detalló. Asimismo, explicó que el retorno de la inversión está proyectado a 40 años, con los primeros 10 años destinados a mejoras y los siguientes 30 a la recuperación de capital.
Marinelli aclaró por su lado, que "se trata de un promedio general" en toda la Provincia y "dependerá mucho de la macroeconomía", por lo que le bajó el tono a esa proyección. Además que cada cuenca tiene sus particularidades y se intentará diferenciar en los informes sectoriales, aclaró: "No es lo mismo la cuenca del Río Mendoza, que la del Valle de Uco".