Para la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), que depende del ministerio de Economía y Energía, en base a la encuesta de Condiciones de Vida, el porcentaje de personas pobres por ingreso pasó del 42,1% en octubre del 2019 al 42,4% en noviembre del 2020, es decir que técnicamente no aumentó en un período de tiempo en buena medida dominado por los efectos que la pandemia generó en la economía. Los datos han sido adelantados para Los Andes. En Mendoza y según un cálculo preliminar de la DEIE, la económica cayó 7% el año pasado.
Para la misma repartición la pobreza en los hogares subió, pasó del 29,7% al 30,9% y la indigencia bajó tanto en las personas, cuyo porcentaje en octubre del 2019 era del 6,4% y cayó al 4,8% en noviembre del 2020 y en cuanto a los hogares indigentes el número del 2019 era del 4,1% y en el 2020 del 3,6%.
Desde el Gobierno explican que el porcentaje de pobreza e indigencia, tanto en personas como en hogares, se refiere a toda la provincia y no solo al Gran Mendoza, como hace la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. Al organismo nacional, la pobreza por personas en el segundo semestre del 2019 le daba para el Gran Mendoza un 38,6% y pasó al 44% en el mismo período del 2020. Así entonces, consideran desde el Gobierno, que cuando se alejan de los aglomerados urbanos, el impacto de la pandemia fue menor porque la actividad agropecuaria y otras más no pararon nunca en nuestra provincia, como si pasó con el turismo y la gastronomía.
También entienden que la inflación les daba a esa fecha un 34,6% y consideran que no estaba tan lejos los salarios de la suba de precios. Consideran además que los salarios en negro han ido acompañando la suba que tuvieron los formales.
Con relación a la disminución de la indigencia, consideran que la baja se debe al impacto de los planes sociales del gobierno Nacional como IFE, AUH, tarjeta Alimentar, entre otros.
Ruido con los datos
Economistas consultados, si bien comparten algunos de los aspectos que analiza el gobierno, afirman que el porcentaje de pobreza en personas debería haber sido mayor.
El economista del Ieral, Gustavo Reyes, considera que de octubre del 2019 a noviembre del 2020, más del 90% de la pobreza se explica por dos variables: empleo y salario real. “El empleo privado registrado en ese periodo se cae un poco más del 6% y el poder adquisitivo de ese salario 2%, entonces la masa salarial cae 8%. Lo normal es que en ese periodo hubiera subido la pobreza, estructuralmente si tenés menos empleo y menos salarios, la pobreza tiene que subir”.
Afirma Reyes que con los niveles de pobreza e indigencia que hay en Mendoza no queda otra que que actuar en dos frentes: uno es atacar la emergencia y darles comida. El otro es mejorar el empleo y los salarios. “La solución pasa por mejorar la creación de empleo privado y mejorar salarios y eso no es mágico. En el último año cayó el empleo privado, el salario, pero lo normal es que suba la pobreza en esas condiciones. No se puede bajar la pobreza perdiendo empleo y salarios, ni seguir igual, debería haber subido”.
Por su parte, Alejandro Trapé, profesor de Política Económica Argentina y director del Centro de Investigación y vinculación económica de la Facultad de Ciencias Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, considera que se juntó la crisis por la pandemia y la inflación que le pega a la pobreza, como también al empleo. “Hemos tenido baja de la actividad con caída de empleo e inflación. En el 2019 tenías una inflación de más del 50% y en el 2020 bajó a 36%, después viene la pandemia, lo que más pega es la inflación porque te sube la línea de pobreza. Trayendo una inflación de antes y con caída de salarios, creo que la pobreza debería ser un poco más alta por inflación y caída de actividad. Me llama más la atención la baja de la indigencia, porque los alimentos si han subido mucho más que el promedio de los precios, ahí hubieran esperado que fuera mayor el número.”
Para Alberto Gago, director del Centro de Estudios e Investigaciones Regionales (CEIR), llama la atención que no haya subido más la pobreza. “Es difícil creer que la encuesta de pobreza arroje el mismo resultado que en el 2019, porque la pandemia pegó fuerte en toda la provincia. Igual los datos son alarmantes.”
Gago entiende que sin dudas ayudó que las actividades exportables se mantuvieran. Las exportaciones de vino crecieron 27% el año pasado, los fraccionados 6% y granel 60%. “Como la exigencia de insumos es intensa, la actividad mantiene el mismo nivel de empleo. Lo que pasa es que se llegó a una base muy crítica al final del gobierno de Macri, pero sí debería haber subido algo más la pobreza y se ve el impacto en la pobreza por hogares”, explica. Y señala: “El aumento de la pobreza se ha tratado de paliar con los distintos planes y eso se ve bien en la caída de la indigencia”.
La matriz productiva y el empleo
Para Gustavo Reyes, del Ieral, hay cuatro factores que están aplastando la economía. Uno es la inflación, que complica la macroeconomía. Después están los controles y atraso cambiarios que impactan en las importaciones destruyéndolas. El tercero es la presión impositiva nacional y el cuarto son los impuestos más importantes que pesan en Mendoza. Así es como señala que el peso del impuesto más importante en la economía en toda la argentina es el IVA e impacta en 7 puntos del PBI. En Mendoza en el 2020, los impuestos a los Ingresos Brutos y Sellos pesaron más de 5 puntos del PBG y son los que más impactan en el sector privado. A fines de los 90 y hasta el 2010, el impacto de Ingresos Brutos y Sellos era entre 3 y 3,5 puntos del PBG.
Afirma que hace 10 años no nos planteábamos cambiar la matriz productiva.
“El problema es que la macroeconomía asfixia y Mendoza lo sufre más. La matriz productiva tiene potencial con el turismo, la vitivinicultura, los servicios informáticos, el petróleo, el agro. Las exportaciones de productos agrícolas de Chile con los mismos productos que exporta Mendoza, sin contar el vino, oscilan entre los 4.000 y los 4.500 millones de dólares; nosotros exportamos 200 millones. El problema de no generar empleo no pasa por la matriz productiva, ojalá también se pudiera hacer minería con consenso social. Los sectores informáticos tienen dinámica, pero el peso en el empleo es el 0,7 y en la economía el 1%. No estamos con una matriz que no sirva para crear empleo, ninguna matriz con estos cuatro problemas estaría bien. La mayoría son problemas nacionales, aquí podés cambiar la política impositiva y hay que bajar el gasto”, concluyó Reyes.