Hubo votos y marcha peronista. El congreso del Partido Justicialista no se extendió en menudencias y culminó a tiempo para irse a almorzar. Dicen que estaba todo arreglado con antelación, que los operadores de los sectores venían trabajando para modificar la carta orgánica partidaria.
Aunque también arriesgan que no es momento de pelearse y mucho menos aquellos que hoy aparecen más golpeados, los kirchneristas, debido a las noticias nacionales de cuadernos y arrepentidos que ponen en aprietos a su jefa, Cristina Fernández.
El sector por ahora mantiene abiertos los canales de diálogo, a pesar de que mantendrá la diferenciación de sus bloques legislativos, que se llaman Unidad Ciudadana.
Ayer, en el congreso del PJ realizado en la sede de la Unión Obrero Metalúrgica (UOM), al único referente conocido del kirchnerismo que se vio fue al ex intendente de Guaymallén Alejandro Abraham, a la vez también uno de los negociadores de los cambios en la carta orgánica.
La lista de reclamos del kirchnerismo tenía como eje el sostenimiento del sistema D’Hont en la distribución de cargos, acompañamiento en lo que el sector llama “persecución política” sobre la ex presidenta y reivindicación de los 12 años de gobierno K.
Hubo un gesto en las manifestaciones públicas de Omar Félix: "Mi mayor ambición como presidente del peronismo mendocino es tener un justicialismo unido con unidad de acción y de concepción".
Luego el sanrafaelino dijo que quieren “tener en el seno del Justicialismo no sólo a los justicialistas, sino también a los movimientos que siempre han coincidido con el justicialismo en la preocupación por los más afectados por este gobierno que hoy tenemos y que sólo beneficia a los sectores de la economía concentrada”.
No se vieron las caras K conocidas en la sede de la UOM. Había una explicación plausible: buena parte de los referentes del sector estaban en La Plata.
Es que ayer hubo congreso de Unidad Ciudadana, con la presencia de Cristina Fernández. Hacia allá fueron, a acompañar en un momento difícil.
El kirchnerismo local tiene previsto un acto en el camping del Sindicato Argentino de Televisión, gremio que conduce el diputado provincial y uno de los referentes K de Mendoza Marcelo Aparicio. El encuentro será el lunes 20, en busca de una señal de fuerza y de solidaridad con los acosados por el juez Claudio Bonadio.
Pero ayer, acá en Mendoza, los 31 congresales kirchneristas se mostraron orgánicos, levantando las manos para aprobar lo que se acordó. Apenas un cambio en la carta orgánica del PJ que llama la atención: la conducción partidaria será elegida por el sistema de mayorías y minorías y para acceder a esa minoría hay que alcanzar el 30% de los votos en la interna.
El resto de los cargos, congreso partidario y candidatos a elecciones generales, van por el clásico sistema D’Hont, es decir que el reparto de lugares se hace proporcional a la cantidad de votos obtenidos.
Esta modificación era uno de los temas calientes en el Congreso, al menos en la previa. Pero al parecer las dudas son sólo de los observadores, porque ayer las modificaciones fueron aprobadas por unanimidad; en total fueron 102 votos presentes de los casi 150 militantes que conforman el Congreso Provincial PJ.
El otro cambio es que bajaron dramáticamente la cantidad de secretarías del consejo de 50 a 21. Es decir una “junta de gobierno partidario” mucho más ágil para juntar quórum.
Inspirados en la UCR
El sistema de mayorías y minorías no es nuevo en Mendoza. Así es como distribuye cargos el radicalismo en sus internas, aunque el porcentaje de piso es del 25% para acceder a un tercio de los cargos en danza.
En Cambia Mendoza se aplica el mismo sistema, pero el porcentaje es 33%, que prácticamente no permite que se consolide un grupo minoritario.
Parece evidente que en el PJ, teniendo en cuenta el piso del 30% para acceder a la representación minoritaria, el sector que junte 71% de los votos se queda con todas las secretarías del Consejo provincial.
Tal vez no resulte tan relevante, pero el Consejo tiene amplias facultades, como por ejemplo el armado de los operativos electorales, incluso la junta electoral partidaria.
Con o sin kirchnerismo
El panorama electoral en el peronismo mendocino es inquietante. Lleva siete años sin triunfos provinciales. Y si bien ha mantenido un piso de votos no escaso, sus divisiones internas hacen tambalear una candidatura única en 2019.
La incursión de la ultra kirchnerista Anabel Fernández Sagasti ha generado profundas heridas. Cerca de ella no paran de celebrar su pre postulación, que incluyó un acuerdo con Cornejo en torno a la ley de juicios por jurado.
Pero además, el reciente cambio de nombre a sus bloques legislativos -separados del PJ- de “Podemos Vivir Mejor” a “Unidad Ciudadana” alimenta la idea de que puedan jugar “por afuera” en 2019, como lo hizo Cristina Kirchner en Buenos Aires el año pasado.
Ellos niegan eso por ahora. Pero no falta el analista que pide “ver la foto” el año que viene.
La elección interna de autoridades que el PJ tiene en noviembre será crucial. “Habrá que ver si los K participan”, dicen.
Lo que nadie descarta en el peronismo es una instancia de PASO. Así lo consideran en el partido. “Sagasti es una buena candidata, pero seguramente habrá PASO”, dicen. Aunque en esa eventual contienda interna no hay muchos nombres. “Se verá quién mide mejor”, señalan los dirigentes.
Otros van más allá y hasta imaginan la participación “de otro kirchnerista” en la disputa. Y ponen al diputado nacional Guillermo Carmona en ese sitio.
Pero por ahora todas son especulaciones.