Kevin Johansen está en plenas tareas de padre. Su hijo Tom cumple once años y se encarga de los preparativos de la fiesta. Es viernes y se aboca a otros menesteres distintos a la música.
"Ya tengo limitadas las giras, no me voy más de diez giras. Aparte cuando estás grabando, te metés en el submarino amarillo de la grabación y te consume mucho tiempo. Ahora, por suerte, disfrutando de la familia", dice mientras se toma unos minutos para hablar con Estilo.
Pero sus hijos siempre están presentes, incluso en la música. En su último disco "Mis Américas. Vol. 1/2", Miranda, Kim y Tom tuvieron su participación y al parecer también eligen la música.
-¿Tu hija mayor sigue tus pasos?
-Sí. Miranda ya está embarcada en su propia producción. Verá la luz prontamente ese material. También vino a grabar el otro día. Y Kimi seguro grabará algunos coros. Es una excusa para que sea diversión, que aprendan mientras se juega.
-¿Cuánta participación tenés en el disco de Miranda?
-Eso es cuando me llama (ríe). Pero para mi sorpresa me tiene en cuenta, me dice que le dé una mano en los coros, me da changüí por suerte. Y eso está buenísimo y la aconsejo como puedo.
En plena grabación de su nuevo álbum “Algoritmos”, Kevin Johansen y su banda The Nada vuelven a Mendoza el próximo domingo 21 de octubre, para brindar un show en la apertura del Festival de Cine Mirada Oeste, en el teatro Plaza. Será para la inauguración.
Además su tema “Fin de fiesta”, un clásico para cada final del vivo cumple diez años. Y ese aniversario es la excusa perfecta para una gira por el país y algunos escenarios de América Latina.
-Estás en plena grabación de tu nuevo disco "Algoritmos", ¿qué podés adelantar?
-Está terminado en un noventa por ciento, así que le estamos poniendo el moño y estaremos presentando el primer corte en noviembre de “Algoritmos”. Hay un par de temas dando vueltas; uno se llama “Solo le dije” y otro “Tuve”.
Y estamos dirimiendo con cuál salimos primero, que es un lindo problema. Porque hay varios temas que salieron lindos y no sabemos con cuál saldremos a dar el puntapié inicial.
Pero muy feliz. Habrá colegas amigos participando, que son secretos por ahora.
-¿Tiene algo muy distinto a los anteriores trabajos?
-Creo que uno siempre quiere sorprenderse con lo que saca. Y a la vez hay un parentesco, porque lo hace uno, con la esencia de lo que uno hace. En mi caso tiene que ver desde la Argentina a la vez por mi historia de nacer en Alaska, mi infancia yanqui. Y hay canciones en castellano y en inglés, una constante en lo que yo hago.
Pero el mensaje es de mucho amor, además me gustaba para el título el juego de palabras que se da en español con “Algoritmos”. Porque si vos decís en inglés algo, no es nada. Pero acá “algo” es algo y “ritmo”.
Y me hacía acordar a un disco de Caetano Veloso que se llama “Qualquer coisa” (Cualquier cosa). Y me río un poco de eso, porque siempre encuentro un título que me permite hacer “cualquer coisa”. Es mi excusa.
Y el baile me atrapa, me gusta hacer mover la patita. Siempre digo que hay tres patas en mis temas que son fundamentales, que es llegar a una emoción, una reflexión y el baile.
-¿Y la reflexión por dónde va?
-Me llama la atención todo lo que vivimos. Tengo un tema que se llama “Pobre millonario” que también tiene que ver con esta era, del millonario que se queda solo y que arma su muro y se encierra. Muchas cosas que tienen que ver con la coyuntura y las libertades individuales. La libertad de uno, que uno maneja su destino, su cuerpo, esa pertenencia que ahora la juventud está reclamando.
Todo eso está presente, pero no quiero ser demagogo. En mis canciones no bajo línea de una manera evidente, lo hago sutil. Pero a mi modo es lo que veo.
-Justamente vas a salir de gira por los diez años de "Fin de fiesta" y salís a festejar.
-A festejar que se acaba el mundo. Se podría llamar ‘fin del mundo’ (ríe). En realidad estoy muy contento con la idea, porque venía pasando de una manera muy orgánica.
Cuando anunciábamos algún ‘fin de fiesta’ venía de Perú, Paraguay, Chile y reclamaban un show. Entonces dijimos de hacer un “Fin de Fiesta” en diciembre y hacer una gira, un poco federal y por América Latina. Así que vamos a experimentar el “Fin de Fiesta” en varios escenarios.
-En tus redes sociales no sos un artista que solo usa ese medio para promocionar lo que hace y usás mucho el humor. ¿Te llama la atención ese aspecto de las redes sociales?
-Es que el humor es inteligencia, es observación; a mí me fascina el ingenio popular, me gustan los juegos de palabras. Uno, como cancionista, está buscando en las palabras diferentes sonidos y sentidos. Y cuando lo ves en la calle, lo que pone la gente, a mí me encanta compartirlo. Y si siempre es el autobombo, se convierte en una especie de chivo propio. Y también es una forma de compartir tu forma de ver las cosas.
-¿Como ves la forma de producir de a poco un disco y lanzar a cuenta gotas cada tema?
-Creo que un punto pegó la vuelta. Porque con los vinilos en los años 60, las bandas sacaban simples, lado A y lado B y picaban con un tema, para ver si después la gente quería comprarse el álbum. En un punto es como raro. Por eso nada se pierde, todo se deforma, pero en el buen sentido.
Creo que es interesante porque se abrió el abanico, en las formas de propagar lo que vos hacés. Y al contrario, la gente escucha más música que nunca. Y es cierto que desde hace quince años el show en vivo volvió a ser donde se corta el bacalao. De algún modo ahí es donde compra la gente.
Pero en un punto uno sigue haciendo canciones y por ahí sentís que para qué vas a sacar quince canciones, si van a escuchar dos. En ese sentido ha cambiado, porque la gente está con menos tiempo mental. Yo mismo lo estoy, y lo entiendo. Aunque no sea adicto a las series de Netflix. Hay mucha gente que sí.
-¿No te enganchás con ninguna serie?
-Veo algunas, pero me engancho más con las biografías que con las series. A veces veo un capítulo y no veo más. Vi la biografía de Quincy Jones el productor de Michael Jackson y Sinatra. Eso me gusta, y ver un capo como ese... aprendo mucho.
La ficha
Kevin Johansen + The Nada en el Festival de Cine Mirada Oeste 2018
Día y hora: domingo 21 de octubre, a las 20.
Lugar: Teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz).
Entrada: $ 50. En boletería del teatro.