Es agridulce hacer un balance del 2021. Aquellas ingenuas promesas de “la vuelta al cine” tras el año del confinamiento no se tradujeron en oferta, autores y diversidad: apenas el streaming y la descarga digital salvaron el visionado de películas que, por estas latitudes, jamás volverán a las carteleras de las multisalas.
Ni siquiera hablamos de la posibilidad de ver un filme polaco en la pantalla grande. La concentración a favor de los “eventos cinematográficos” dejó prácticamente sin salas a Steven Spielberg en su segunda semana de exhibición. Sí, al mismísimo creador del blockbuster. ¿Qué quedó para el resto? Algunos estrenos pasaron a las plataformas, pero la mayoría llegó ilegalmente.
Pese a la multiplicidad de canales, los productos más vistos comparten factoría y estrategia: el control de las pantallas. De allí que no sorprenda cómo se dio el lanzamiento de estas diez grandes películas en 2021.
10. “Judas y el mesías negro” (Judas and the Black Messiah, EE.UU.)
- Dir. Shaka King
- Estreno: HBO Max
Es la historia del ascenso y temprano final en los ‘60 de Fred Hampton (Daniel Kaluuya), líder de las Panteras Negras de Illinois, a través de los ojos de William O’Neal (Lakeith Stanfield), una “rata” que se infiltra para salvar su propio pellejo por pedido del FBI.
Si bien alcanzó su objetivo de figurar en la temporada del Óscar, no es otro de esos panfletos perezosos de Hollywood tan de moda en la era Trump. “Judas y el mesías negro” es un thriller autoconsciente, fresco y magnético, incluso casi scorsesiano.
9. “¡Al abordaje!” (À l’abordage, Francia)
- Dir. Guillaume Brac
- Estreno: MUBI
Guillaume Brac trajo al presente los veranos que inmortalizó Éric Rohmer y apostó por una comedia romántica amable, ligera y sensible sobre tres jóvenes incompatibles en un camping del sur de Francia, donde se enfrentan al amor, a las fricciones sociales y a las frustraciones.
Sin limitarse a la humorada de enredos, el filme es consciente de la necesidad de unir el riesgo a la entretención, como la frase de asalto típica de los piratas explicitada en el título. Pero la del director francés no es una película de tuertos, maleantes y desalmados. Él confía en una generación que sea capaz de devolver la innata condición lúdica e inesperada del cine.
8. “La crónica francesa” (The French Dispatch, EE.UU.)
- Dir. Wes Anderson
- Estreno: cines (próximamente en Star Plus)
Pese a no ser lo más sólido que salió de su mente, la ingeniería narrativa y técnica que maneja Wes Anderson en este homenaje al periodismo es digna de ser celebrada en un año tan sobrio.
Consiste en una breve guía de viajes, tres reportajes y un obituario de un periódico (al estilo The New Yorker) de la ficticia ciudad francesa Ennui-sur-Blasé. El arsenal de recursos del director está presente: la simetría, la casa de muñecas, la animación, el juego cromático, el humor negro. Tampoco faltan sus amigos frecuentes (Tilda Swinton, Bill Murray, Owen Wilson…) ni sus colaboradores Robert D. Yeoman y Alexandre Desplat en fotografía y música, respectivamente. Equipo que gana…
7. “Pig” (EE.UU.)
- Dir. Michael Sarnoski
- Descarga digital
Nicolas Cage suma otra joyita a su reciente filmografía e interpreta en este drama sutil y melancólico a un ermitaño recolector de trufas que pierde a su única compañera, una cerdita.
El debutante Michael Sarnoski priorizó el desarrollo de personajes rotos, incompletos y hoscos alejados de conceptos tajantes sobre el bien y el mal. Se encargó de expresarlo en las imágenes con claroscuros, una cruda pero cuidada representación de la violencia (poco interés por el impacto, sí por las secuelas) y un tratamiento atípicamente hogareño de la alta cocina.
“Pig” cuestiona la mitificación de Hollywood, las falsas vanidades y los ídolos descartables. Entonces, quién mejor que Cage para encarar el desafío.
6. “Petite maman” (Francia)
- Dir. Céline Sciamma
- Estreno: cines / descarga digital
Después de su magnum opus “Retrato de una mujer en llamas” (Portrait de la jeune fille en feu, 2019), Céline Sciamma experimentó con el recurso más esencial de todos: el tiempo.
En un paseo al bosque, casi en una dimensión mágica, nos presenta a una niña de 8 años (Joséphine Sanz, de envidiable talento y madurez) que se vincula con su mamá de una manera bastante especial para superar un duelo familiar. Sin adelantar sobre sus sorpresas, “Petite Maman” es un drama para atesorar y transmitir por generaciones, con un nostálgico trabajo de lo poético y hasta de lo espectral, muy emparentado a Hayao Miyazaki. Y en apenas 72 minutos: cuando menos es (mucho) más.
5. “El prófugo” (Argentina)
- Dir. Natalia Meta
- Estreno: cines (próximamente en Star Plus)
Érica Rivas (en su habitual excelencia) interpreta a Inés, una mujer que divide su vida entre el canto lírico y su trabajo como doblajista de cine oriental. Cuando un hecho traumático con su novio (Daniel Hendler) deriva en pesadillas, la protagonista revisa su realidad, cuestiona a sus seres cercanos e indaga en ese otro que quiere quedarse en su mente y cuerpo.
Con una puesta claustrofóbica e inmersiva, Natalia Meta creó un thriller que pendula entre lo académico y lo popular, donde elude cualquier previsibilidad imaginable. Un cruce de mundos, horrores y sonidos pocas veces visto en la cartelera, que recuerda a De Palma, Polanski y hasta Favio. “El prófugo” es una película catártica, arriesgada y orgullosa de pertenecer al cine de género.
4. “Benedetta” (Francia, Países Bajos)
- Dir. Paul Verhoeven
- Descarga digital
Reducir a un cineasta como Paul Verhoeven al término “provocador” es, a esta altura, vago y redundante. Él hace lo que quiere. Nada le importan los premios, las polémicas coyunturales o las presiones de la industria para que inserte una mínima moraleja por si las moscas.
Basándose en la historia real, el director nos traslada a una abadía de Toscana en el siglo XVII para conocer a la monja lesbiana Benedetta Carlini (Virginie Efira), venerada y temida por su séquito religioso. Justo es el fin de una era, donde la peste arruina cuerpos a mansalva y la inquisición opta por encubrirla y propagarla.
Lo que en otras manos sería un pretencioso dramón, aquí es exceso, sobrecarga e incomodidad como acostumbra Verhoeven, alguien de 83 años todavía capaz de evolucionar en su mirada autoral. Algunos hablarán de obra profana; otros, de misoginia. Da lo mismo: “Benedetta” es una sátira que se burla del poder.
3. “Fue la mano de Dios” (È stata la mano di Dio, Italia)
- Dir. Paolo Sorrentino
- Estreno: Netflix
Sorrentino nos lleva a su adolescencia en los 80, cuando el aterrizaje de Diego Maradona devolvió la esperanza a toda Nápoles. En el caso del director, es una salvación más allá de lo terrenal: quebró el curso de su vida y puso fin a la familia que lo cobijaba.
Claramente influenciado por “Amarcord” (1973), el eterno admirador de Federico Fellini se encarna en el joven Fabietto (Filippo Scotti) y nos muestra postales de ensueño sobre los suyos, repletas de una poesía entre lo fantástico y lo vulgar. Sin embargo, no se queda ensimismado en su cuento, sino que comparte la reconciliación con el destino colectivo.
2. “Amor sin barreras” (West Side Story, EE.UU.)
- Dir. Steven Spielberg
- Estreno: cines (próximamente en Star Plus)
El maestro tomó prestado el musical de Broadway y entregó una película más vibrante y menos acartonada que la de 1961. Si bien la nostalgia es palpable (hasta Rita Moreno regresó), la nueva “Amor sin barreras” nada le adeuda a su pasado.
Desde el plano secuencia en cenital sobre el arrasado Upper West Side, pasando por secuencias como “América” -que refresca los pasos de Jerome Robbins- o la de “Cool” -con los nuevos Jets, Ansel Elgort y Mike Faist, con arma de por medio-, Steven Spielberg es dueño de una experiencia inmersiva que supera con creces al clásico. Incluso, en lo político, cortesía de una adaptación filosa del guionista Tony Kushner (“Múnich”, 2005).
1. “Titane” (Francia)
- Dir. Julia Ducournau
- Estreno: MUBI (28 de enero de 2022)
La última ganadora de la Palma de Oro es una película retorcida, esperpéntica e incómoda, en la que Julia Ducournau descarga con potencia artística desilusiones sociales en torno a las familias, al amor disfuncional y a la mutación tecnológica de los humanos.
Su criatura Alexia (Agathe Rousselle) es una joven de turbio pasado, con una placa de metal en la cabeza. Se rehúsa a una vida “tradicional” y da rienda suelta a su sexualidad en exhibiciones de vehículos, con los que establece el único vínculo en su vida. Pero también es una Beatrix Kiddo carente de empatía, capaz de convertir una aguja de pelo, una silla o su propia boca en un arma asesina.
Como buena egresada de la escuela de David Cronenberg, la directora francesa abraza la monstruosidad y consigue una propuesta memorable dentro del horror corporal, que ratifica y defiende su pertenencia para mostrar la imperfección humana sin tapujos. Es reflexión e instinto a la vez, condensado en perturbadoras imágenes que el público jamás olvidará.