El Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) transitan las horas finales de una negociación para alcanzar un nuevo acuerdo económico. Aunque el formato general del programa ya está definido, las discusiones se centran ahora en la letra chica, es decir los números finos y los compromisos que formarán el cuerpo del programa, aún revisados por ambas partes antes de la votación del directorio del organismo.
El nuevo entendimiento se presenta como una oportunidad crítica para estabilizar la economía argentina en medio de restricciones cambiarias, baja acumulación de reservas y desafíos fiscales. Se prevé que el FMI apruebe un paquete por USD 20.000 millones bajo un esquema Extended Fund Facility (EFF), que podría significar un fuerte respaldo financiero junto a otros organismos como el Banco Mundial, el BID y la CAF.
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El FMI elogió el “impresionante progreso” del Gobierno en estabilizar la economía.
Gobierno de Argentina
Acuerdo con el FMI: características del nuevo programa y los puntos en negociación
El esqueleto del acuerdo entre Argentina y el FMI ya está definido. Se trata de un programa EFF por un total de USD 20.000 millones, con una duración de cuatro años y un período de gracia de cuatro años y medio. “El dinero que reciba el Tesoro será utilizado para la recompra de Letras Intransferibles y que como resultado de esa operación el Banco Central contará con más dólares y se desprenderá de un activo de baja consideración”, según se detalla en los borradores.
La letra chica incluye compromisos en materia fiscal, monetaria y de acumulación de reservas, una de las áreas más tensas entre el Ejecutivo y el organismo. Además, el programa incluiría “un esquema más flexible de tipo de cambio que modifique el 'armazón' cambiario vigente hasta el momento”, que hoy combina el dólar blend, el crawling peg del 1% mensual y un conjunto de restricciones que siguen vigentes como parte del cepo.
El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que “el Gobierno solicitó al FMI un primer giro superior al 40% del monto total del programa, es decir, al menos USD 8.000 millones”. Según su visión, el programa actual “requeriría duplicar el nivel de arcas brutas hoy en poder de la autoridad monetaria” para alcanzar los USD 50.000 millones de reservas brutas.
Luis Caputo foro de inversiones Mendoza
Caputo pidió al FMI un primer desembolso por más del 40% del acuerdo, unos USD 8.000 millones.
Los Andes / Ramiro Gómez
Como parte del proceso, también “hay una carta de intención que debe ser firmada por Caputo y por el presidente del Banco Central Santiago Bausili para solicitar de manera formal al directorio la aprobación del programa”, además del memorando de políticas económicas, el memorando técnico y el reporte del staff del FMI.
El cepo y la salida cambiaria: el FMI respalda una transición gradual sin devaluación
El Gobierno y el Fondo coinciden en que no habrá una devaluación discrecional del tipo de cambio oficial al inicio del programa. “La idea es comenzar por la eliminación del crawling peg, actualmente del 1% manual, y luego pasar a un sistema de intervenciones administradas que sean coordinadas con el Fondo. No está claro si habrá bandas explícitas o si será un esquema discrecional”.
También está en revisión “el compromiso de desactivar el dólar blend, que sirvió para mantener controlada la brecha cambiaria pero que implicó resignar unos USD 15.000 millones de ingresos al BCRA”. La estrategia oficial será una “eliminación del cepo cambiario” en forma paulatina, diferenciando entre flujos y stocks para autorizar el acceso a divisas. La unificación definitiva del tipo de cambio, según el plan, ocurriría luego de las elecciones de octubre.
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El acuerdo será clave para eliminar controles de capital.
Desde el FMI, el organismo publicó que “el acuerdo se basa en el impresionante progreso inicial de las autoridades en la estabilización de la economía, sustentado en un sólido ancla fiscal, que está generando una rápida desinflación y una recuperación de la actividad y los indicadores sociales”. Además, el programa “respalda la siguiente fase de la agenda de estabilización y reformas de Argentina, cuyo objetivo es consolidar la estabilidad macroeconómica, fortalecer la sostenibilidad externa y generar un crecimiento sólido y más sostenible, a la vez que se gestiona el contexto mundial más complejo”.
En el plano internacional, el respaldo político al programa llegó también desde Estados Unidos. La congresista María Elvira Salazar le pidió al secretario del Tesoro, Scott Bessent, “que inste al FMI a respaldar el plan económico libertario, avanzar en un nuevo acuerdo y habilitar un primer desembolso equivalente al 75% del total, es decir, USD 15.000 millones”. Ese pedido fue compartido en redes por el presidente Javier Milei, Caputo y Bausili.