Cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se siente el próximo lunes enfrente del fiscal Federal Claudio Bonadio para declarar por la magacausa "cuadernos d ella corrupción", seguramente la entrevista se centrará en las últimas revelaciones del chofer Oscar Centeno, el hombre que destapó todo el escándalo tras la difusión de sus minuciosas anotaciones.
Centeno vinculó directamente a la ex presidente y la colocó como parte fundamental dentro de la red de las presuntas coimas recibidas por importantes empresarios, entre ellos el mendocino y directivo de Impsa Francisco Valenti.
El chofer de Roberto Baratta, ex N.º 2 de Julio DeVido, aseguró en su declaración que Cristina, según pudo reconstruir Clarín con fuentes judiciales, se paseaba en "jogging" por la Quinta de Olivos cuando Baratta llegaba con bolsos repletos de dinero tras recolectar presuntas coimas y se los entregaba el por entonces presidente Néstor Kirchner, quien lo recibía con su secretario privado Daniel Muñoz.
"Se la veía a ella (por Cristina) en jogging que cruzaba desde la casa donde vivía hacia el chalet donde habían dejado el dinero", dejó asentado en el expediente judicial Centeno.
Además, el chofer reafirmó lo que escribió en uno de sus cuadernos: tras la muerte de Néstor, las entregas de dinero disminuyeron considerablemente, pero no cesaron por completo. "Cuando Néstor Kirchner estaba vivo íbamos muy seguido. Algunas veces por trabajo, pero otras para entregar bolsos con plata hasta tres veces por semana. Cuando se muere Kirchner las recaudaciones se empiezan a hacer una vez por semana".
Además, Centeno, según la investigación de Clarín, detalló otras situaciones que directamente ubican a CFK como le recepcionista de los presuntos sobornos: tras la muerte de Néstor, el dinero dejó de ser transportado al departamento de la ex presidenta en Uruguay y Juncal donde los recibía Muñoz. Baratta empezó a hacerse cargo de todo y se los llevaba a su departamento en Belgrano. Al día siguiente, el dinero viajaba en el auto conducido por Centeno a la Quinta de Olivos, donde vivía la ex presidenta.
Pero antes de comenzar con el operativo, se desprende de las revelaciones de Centeno, se comunicaban con el secretario privado de Cristina para que autorizara la entrega. "Él nos daba la autorización y nos íbamos del ministerio a Olivos. Algunas veces pasábamos antes a retirar dinero. Cuando llegaban le avisaban al de la puerta y nos autorizaban el ingreso. Yo la vi a Cristina (en Olivos) muchas veces", admitió..
Otro dato sobresaliente es lo que ocurría durante las épocas de campaña electoral. Centeno detalló que en esos días, la recaudación de presuntas coimas se incrementaban. Baratta recolectaba el dinero y lo entregaba en la Jefatura de Gabinete de Casa Rosada, y le apuntó a Juan Manuel Abal Medina, uno de los ex jefes de Gabinete de Cristina Kirchner.
Ayer, Abal Medina admitió que hubo aportes ilegales de dinero de empresas para la compaña electoral del kirchnerismo en 2013, y apuntó a Roberto Baratta como “el recaudador”.
Según la imputación del fiscal federal Carlos Stornelli, Abal Medina habría sido partícipe necesario de una asociación ilícita en la que se movieron unos 160 millones de dólares en pagos ilegales. Por eso fue indagado por el fiscal.