En 11 de diciembre de 1890 nacía Carlos Gardel. Nueve años después, en esa misma fecha pero en Buenos Aires nacía el músico y compositor Julio De Caro.
Esta fecha y coincidencia podría haber pasado inadvertida para la historia de la música y el tango. Pero gracias a la iniciativa del compositor y productor artístico Ben Molar (cuyo nombre real era Moisés Smolarchik Brenner) en 1965 presentó el proyecto para declarar el 11 de diciembre Día Nacional de Tango, en honor al nacimiento de dos exponentes máximos del género.
De Buenos Aires al mundo
La figura del zorzal criollo fue y será primordial para la historia del tango a nivel mundial. Con su estampa y su voz en una meteórica carrera, Carlos Gardel llevó a la cumbre la música ciudadana en el exterior, en los albores de la década del '20 hasta su fallecimiento en 1935.
Su protagonismo en el cine de la época, su interpretación única y composiciones como "Volver" y "Por una cabeza", clásicos del tango versionados infinidad de veces, son parte de una mínima porción de su grandiosa historia en el tango.
Del otro lado, encontramos al violinista, arreglador de orquesta y compositor Julio De Caro. De familia italiana, el músico supo desde sus comienzos que el futuro del tango estaba en la composición y no en la letra. Y se encargó de renovarlo.
Como violinista integró en 1923 la prestigiosa orquesta de Juan Carlos Cobián, compositor de "La casita de mis viejos", "Nostalgias", entre otros clásicos. Y luego de un corto período creó el Sexteto Julio De Caro, que lo llevó al éxito en la escena tanguera.
El secreto era su sonoridad. Descolló con una nueva forma y visión del sexteto, al darle a cada instrumento su protagonismo.
Con el tiempo, fue quien bajó línea de cómo debía ser una orquesta típica. Propuso nuevos recursos técnicos para renovar el género rioplatense y darle difusión en el mundo.
Sobre su base luego se vio reflejada la Guardia Nueva del Tango, con nombres gloriosos como Aníbal Troilo, Horacio Salgán y Osvaldo Pugliese.
"Conservó la esencia del tango arrabalero, bravío y lúdico de los iniciadores, pero fundiéndolo con una expresividad sentimental y melancólica desconocida hasta entonces, reconciliando así la raíz criollista con la influencia europeizante", describió en su momento el periodista Julio Nudler.
Ese fue su legado. Y al igual que Gardel fueron protagonistas de los años dorados del tango; también, los principales divulgadores de un género tan nuestro como apasionante.
Rescatar la esencia
Identificados con la década del '20 y '30, cuando Gardel y De Caro eran los exponentes del momento, el trío mendocino Barragán-Maroglio-Vega rescata esta esencia clave del género rioplatense y lo resignifica en composiciones propias, al ritmo del bandoneón y la guitarra.
Diego Barragán (guitarra), César Maroglio (bandoneón) y Antonio Vega (cantor) son parte de esa nueva ola de músicos, que renueva la escena tanguera mendocina. Hace ocho años vienen trabajando ininterrumpidamente en el proyecto.
El resultado son doce discos de estudio que resumen esa impronta de época: el canto, la milonga y la cotidianeidad en las letras.
Anoche realizaron un concierto junto a la Orquesta Atómica y Carmelo Astudillo, donde interpretaron su repertorio y el último disco "Volverán".
En su canal de YouTube se puede escuchar parte del cruce entre la orquesta y el trío típico de tango, además de su discografía completa.
Barragán-Maroglio-Vega hace honor a esta época dorada del tango y lo trae con total frescura al presente.
La danza del abrazo para celebrar
Las milongas, esa parte 'social' del tango, dejó de ser un nicho exclusivo de Buenos Aires en la última década. Con ese espíritu de compartir y gastar la pista al ritmo de las melodías nostálgicas y sentimentales, el baile rescató al género y es por adopción una danza reconocida a nivel mundial, que no distingue nacionalidad y origen a la hora de practicarla.
El abrazo es uno de los puntos de inflexión del movimiento: hombre y mujer se conectan al ritmo del 2x4. Las milongas se encienden con un espíritu particular cada 11 de diciembre para celebrar al tango en su día. Esta noche, como antesala, la Milonga Tango Art, un encuentro mensual que se da en Mendoza desde hace siete años, preparó una gala especial. Por un lado habrá un reconocimiento a distintos hacedores e instituciones que ayudan a la difusión del tango en Mendoza.
Y además de la milonga la pareja porteña de Corina Herrera y Pablo Álvarez tendrá a su cargo el número principal. Sumado a la actuación del Ballet Municipal de Guaymallén y las compañías locales Mala Junta y Compañía de Tango de Héctor Moreno. "Es la única danza donde la edad no importa. Son minutos de conexión en el abrazo y ahí se encuentra la magia del tango", comenta Carlos Chamorro, fundador de la milonga mensual.
En la misma sintonía, pero vestido de bacán y en zapatillas, Milonga Univertango se traslada mañana, a Juglar Bar para festejar a puro baile el Día Internacional del Tango. En el encuentro habrá una muestra y la exhibición de Corina Herrera y Pablo Álvarez. Con las pistas de Dj Ailin Rutche.
