El proyecto de modificar el funcionamiento de la Corte y ampliar su número de integrantes de siete a nueve está frenado en Diputados. Logró sanción del Senado y tiene estado parlamentario en la Cámara baja, pero no se discute en ninguna comisión. Y mucho menos en el recinto.
Sin embargo, paradójicamente, es la iniciativa que más se negocia entre los diputados. Aunque eso se da en voz baja, lejos de los medios y de exposiciones incómodas.
Y si bien en un tiempo sólo un puñado de opositores justicialistas mostró voluntad de discutirla (lo que en parte sirvió para quebrar al peronismo), lo cierto es que ahora en esas conversaciones tras bambalinas participan todas las fuerzas.
En realidad se trata de la estrategia que eligió el oficialismo para sumar voluntades a esta "obsesión" del gobernador, Alfredo Cornejo.
Es que a pesar de los reveses que el Gobierno sufrió con esta norma, no pierde la esperanza de persuadir a algún opositor y completar la mayoría para obtener un despacho favorable en comisiones y, lógicamente, aprobarla. Sobre todo teniendo en cuenta que con los votos propios de Cambia Mendoza no le alcanza.
“Como en la guerra fría”
"El oficialismo ha hablado con referentes de todos los bloques. No se ha quedado quieto", confió en estricto off the record un legislador opositor.
Ese mismo diputado calificó a la situación “como si fuera la guerra fría” en torno a la ley. “Nadie habla a viva voz pero el tema está latente y genera tensión”, señaló. Tanto que hasta en una sesión sin temas fuertes propuestos van todos “por si algo pasa”. Así sucedió el martes.
“Todos se miran con desconfianza”, indicó un opositor. “Van a la sesión porque muchos piensan que alguien podría haber arreglado y entonces se podría tratar lo de la Corte”, confió.
En realidad es casi imposible que haya sorpresas. Como la discusión está frenada se necesitaría volver a pedir el tratamiento "con o sin despacho" y si eso se aprobara, "debería pasar al menos una semana más para que se discuta", explicó un experto legislador.
De todos modos el cornejismo confirmó las conversaciones. "Estamos hablando con todos", aseguró un radical. Al hablar de "todos", se incluye realmente a referentes de todos los bloques (el único exceptuado es el FIT).
De todos modos los radicales reconocen que por el momento, el esfuerzo es vano. "Hablamos con todos pero no hay consenso. Ésa es la razón por la que no se puede iniciar la discusión", lamentó otro referente cornejista.
El proyecto de ampliar la Corte presentado en octubre por el radical Juan Carlos Jaliff logró en noviembre sanción en el Senado, sólo con votos oficialistas. Tras pasar a Diputados, hubo dos intentos de discutirla, pero no avanzó.
En diciembre fue el propio Cornejo quien pidió el freno, a raíz de las disidencias internas en Cambia Mendoza de Guillermo Pereyra (FR) y Marcos Niven (PD).
La segunda fue en abril, cuando el titular de la Cámara, Néstor Parés, entendió que el debate debía "ampliarse" con los diputados que ingresaran en mayo tras el recambio legislativo. Aunque para muchos la decisión se tomó por la falta de consenso.
Hay que recordar que una semana antes de ese freno se produjo el quiebre en el PJ, fruto de que algunos legisladores peronistas, liderados por Lucas Ilardo, avalaron la discusión del proyecto.
Eso sucedió tras un acuerdo entre Cornejo y la camporista Anabel Fernández Sagasti, que se tradujo en el impulso del Gobierno a la ley de Juicios por jurado.
La diferencia interna del PJ se saldó con la creación del bloque Podemos Vivir Mejor, grupo que de todos modos no se salió del peronismo.
La conducción partidaria - encabezada por Omar Félix- obligó a los legisladores a no discutir el tema. Por lo bajo hay quien critica eso, pero todos -sobre todo en Podemos- decidieron cumplirlo.
Sin embargo, en las conversaciones que hoy se ven en los pasillos legislativos dicen que participan “hasta referentes del propio PJ”.
Sospechan de un acuerdo por la designación de Garay
La aprobación del pliego de Dalmiro Garay para integrarse a la Suprema Corte generó sospechas de acuerdos oficialistas con sectores opositores en torno a la ampliación de ese Tribunal.
El actual ministro de Gobierno logró 28 votos favorables, pero de Cambia Mendoza sólo fueron 21. Los otros siete llegaron desde el PJ (5) y del Partido Intransigente (2), tal como consignó Los Andes ayer.
“El martes había rumores de que podía haber un acuerdo con parte del PJ por el apoyo que le brindaron a Garay”, contó un diputado no oficialista. Similares suspicacias se dieron con los referentes del PI (Protectora).
Cabe destacar que con la disposición actual, y restando las dos bajas de Pereyra y Niven en Cambia Mendoza, el oficialismo tiene 23 votos propios.
Como el total es de 48, sólo necesitaría un voto más para, al menos, forzar un desempate (que estaría a cargo de Parés) y lograr la sanción definitiva.