Abuso en Murialdo: estas son, una por una, todas las pruebas contra el celador

Tras las declaraciones del imputado, el Ministerio Público Fiscal difundió más detalles de la investigación. Descartan abuso intrafamiliar.

Abuso en Murialdo: estas son, una por una, todas las pruebas contra el celador
Abuso en Murialdo: estas son, una por una, todas las pruebas contra el celador

Exámenes físicos confirmaron que una nena de 4 años fue abusada sexualmente. La noche del 2 de agosto pasado la madre de la menor descubrió que su hija había llegado del colegio religioso Leonardo Murialdo sin su ropa interior. "Me la robó un ladrón", aseguró la nena.

Lógicamente el caso alarmó de inmediato a la comunidad educativa, la pequeña sentenció que "el robo" había ocurrido dentro de ese establecimiento educativo.  Por el caso fue detenido Alejandro Salas (49), uno de los celadores del colegio.

A seis meses de que se lo involucró en el abuso y de estar privado de su libertad (estuvo alojado en el penal de Boulogne Sur Mer, luego algunos días en el hospital psiquiátrico El Sauce y desde hace una semana y media espera su sentencia en su casa de San José, Guaymallén) el empleado no docente rompió el silencio y, en diálogo con este diario, reclamó su "inocencia" y pidió que se investigue "el ámbito familiar".  

Salas intenta desestimar la investigación. Dice que "lo incriminaron porque justo pasó frente a una de las cámaras del colegio". Sin embargo, tras sus declaraciones públicas desde el Ministerio Público Fiscal salieron a brindar más detalles de la investigación. 

Lugar del abuso 

Salas insiste en que la nena sufrió el abuso fuera del colegio. "En el colegio no sucedió nada, eso está todo comprobado. Está todo en las cámaras de seguridad", asegura.

Sobre esto, el Ministerio Público Fiscal aclaró que no se descartó ninguna hipótesis en los inicios de la investigación, pero que se centraron la instrucción a partir del relato de la nena que aseguró que sufrió una agresión sexual dentro del Murialdo.

“Esta hipótesis fue consolidada durante seis meses de investigación y existen elementos objetivos legalmente incorporados que permiten sostenerla en un alto grado de probabilidad afirmativa”, detallan en un comunicado.

Ámbito familiar 

El detenido reclama que se investigue a la familia de la nena. Posibilidad que para los investigadores está “prácticamente descartada”.

“La existencia de abuso de antigua data, que el imputado atribuye al ámbito intrafamiliar, también quedó prácticamente descartado a partir de los resultados del examen físico practicado a la niña y la explicación que del mismo hiciera la perito oficial, toda vez que determinó que las lesiones que presentó eran de origen reciente, compatible con una agresión sexual, descartando la existencia de lesiones de antigua data que dieran cuenta de un abuso crónico y anterior”, explican en detalle en un comunicado enviado por el Ministerio Pública Fiscal.

El relato de la nena 

“El relato de la niña no presenta contradicciones internas en lo sustancial… describiendo un hecho verosímil; que respecto del relato de los hechos investigados. La niña no presentó elementos fabulatorios", agrega el documento.

La menor describió al "ladrón" de su bombacha, a quien llama "Simón", ("No sabemos si ese nombre se lo dijo su agresor", aclaró el abogado de la familia, Pablo David) como un hombre de tez morena, vestido con ropa de trabajo y con "avisos en la cara" (probablemente atribuibles a los granos que tiene el acusado en su rostro).  "Eso no se comprobó bien. Esas declaraciones fueron inducidas por la mamá", dijo Salas.

"Esa descripción no tiene validez legal porque se lo dijo a su mamá", confirmó el abogado de la familia. Sin embargo, la nena, durante cuatro entrevistas realizadas durante un mes por profesionales, dijo que su agresor tiene "pelotas negras en las manos (el imputado tiene protuberancias en sus brazos) y que vestía pantalón marrón y remera azul", agregó David.

Cámaras de seguridad y perros de la Policía 

El ministerio Público Fiscal aclaró que las grabaciones de las cámaras de seguridad no es el único elemento que compromete a Salas, que lo posicionan a escasos metros del baño donde habría ocurrido el abuso.

Además, un perro señaló, siguiendo el rastro de la nena a partir de una prenda entregada por la madre, el baño como el lugar del hecho y luego se dirigió hasta el locker que utilizaba el imputado. "Le nena nunca fue hasta esa habitación alejada del resto del edificio, la habrían tomado las cámaras, el perro llegó hasta allí por el olor en la ropa del acusado", agregó el representante de la familia.

Salas buscó en su celular pornografía de “colegialas” 

Otro punto en discusión es el peritaje realizado al celular del celador. Si bien Salas reconoció que algo de “pornografía pueden haber encontrado” en su teléfono, aunque agregó que “no tanta como se dijo” y menos “pornografía infantil”.

Sobre esto, la Fiscalía detalló que el 2 de agosto a las 12.06 el imputado, estando en horario de trabajo, ingresó en una página pornográfica la búsqueda "colegialas" y, una vez en esa sección abrió un video titulado "colegiala dejándose follar por un profesor".  

Además, revelaron que en los meses previos a su detención visitó sitios de esta índole en más de 4.000 oportunidades.

La nena aún sueña con “el ladrón” 

El abogado que representa a la víctima contó que la menor aún sueña con el hombre que la atacó y que se puso contenta al descubrir que en su nuevo colegio no estaba “Simón”, como nombra a su agresor.

La etapa de intrucción, llevada adelante por la fiscal de Delitos Sexuales Cecilia Bignert durará tres meses más.

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