En realidad, la respuesta -en la mayoría de las personas- dependerá de su edad al momento de plantearlo, y esto es así porque lo que ella primeramente tiene que saber es que sus posibilidades de embarazo disminuyen a partir de los 35 años y a medida que su edad avanza, debido a la baja en su reserva ovárica.
Cuando nos referimos a la reserva ovárica, hablamos de la cantidad de óvulos que tiene la mujer en sus ovarios. Esta reserva se forma en la vida fetal intrauterina, por lo cual al nacer ya cuenta con los óvulos necesarios para toda su vida. Dichos óvulos se van destruyendo en cada ciclo menstrual reproductivo de la mujer, mediante un proceso llamado apoptosis.
Sin embargo, la edad no es la única causa por la cual la reserva ovárica disminuye. También ocurre esto en las mujeres cuyas madres han tenido menopausia prematura o falla ovárica prematura, y algo similar sucede en las personas cuyos ovarios padecen de condiciones anormales como la endometrosis o la poliquistosis ovárica, donde no sólo disminuye la cantidad de óvulos sino también la calidad de los mismos.
La medición de esta reserva ovárica se hace dentro de los tres primeros días del ciclo femenino, con estudios hormonales como la hormona foliculoestimulante (FSH), la hormona luteinizante (LH) y la hormona antimulleriana (HAM). Sumado a esto se hace un estudio ecográfico transvaginal llamado “recuento de folículos antrales”. Si los estudios indican que esta reserva está disminuída, se debe consultar al ginecólogo de cabecera.
Es importante tener en cuenta que la maternidad se pospone en muchos casos más allá de los 35 años, por los cambios sociales que han modificado el rol de la mujer. Actualmente, y con los estudios médicos disponibles, se puede conocer la reserva ovárica, lo cual ayudará a saber cuál es el mejor momento para ser mamá y planificar un embarazo.
Tratamientos
La mujer puede recurrir al estímulo ovárico con medicación para realizar una fertilización in vitro. Y si aún no desea ser mamá y la reserva ovárica es baja, a través de un proceso llamado “vitrificación” se pueden congelar los óvulos obtenidos en el tratamiento, para en un futuro decidir su descongelación y uso.
En casos más graves, con reserva ovárica muy baja, se puede recurrir al tratamiento llamado “ovodonación”, es decir, óvulos donados por otra mujer.