La decisión de la justicia francesa el viernes de frenar la prohibición del uso del burkini en las playas, lejos de calmar los ánimos, dio vuelo al debate que sacude Francia tras la ordenanza de un alcalde de vetar esta prenda de baño, imitada por otras localidades.
En la medida que este pronunciamiento abre la vía a recursos similares en la treintena de otros municipios que implementaron ordenanzas similares, varios alcaldes anunciaron que mantendrán sus ordenanzas de prohibición contra el burkini.
La alcaldía de Niza "va a seguir multando" a las mujeres que usen burkini, mientras la ordenanza local de su municipio no sea invalidada.
El alcalde de extrema derecha de Fréjus, David Rachline, perteneciente al Frente Nacional, por su parte, consideró que su disposición “sigue siendo válida” en su localidad.