El Satélite Argentino de Observación con Microondas (Saocom 1A) ya está en órbita, tras un exitoso despegue desde la base de la fuerza aérea en Vandenberg, California (Estados Unidos). Ahora lo monitorean desde la provincia de Córdoba.
El módulo argentino, que llevó más de una década de trabajo, despegó a bordo de un cohete. El encargado de ponerlo en órbita fue el lanzador reutilizable Falcon 9 Block 5 de la firma SpaceX, propiedad del millonario Elon Musk.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) realizó el despegue el domingo por la noche -un día más tarde de lo previsto- desde la Base Vandenberg ubicada en California.
En la madrugada de ayer, el equipo de Vandenberg finalizó su tarea. "¡Felices! Lo hicimos una vez más. Ya te cuidamos desde Córdoba", publicaron en la cuenta de Twitter de la Conae. "Gran festejo del equipo en Vandenberg. Impresionante. El Falcon 9 dejó a nuestro Saocom 1A en órbita, tal cual lo previsto", agregaron horas después.
Este satélite tendrá usos en agricultura, hidrología y prevención de desastres naturales.
Permitirá anticipar inundaciones, desastres naturales y crear mapas de desplazamiento de glaciares. Además, ofrecerá servicios al agro para el monitoreo de crecimiento de cultivos y para analizar si es necesario fertilizar o no.
La puesta a punto de todos los sistemas del satélite, junto con la calibración del instrumento, llevará unos 8 meses.
La construcción del Saocom 1A -tendrá un hermano mellizo en órbita para 2019- demandó casi 11 años para su desarrollado y fabricación, a cargo de la Conae junto con organismos y empresas como la Comisión Nacional de Energía Atómica, VENG, INVAP, contratista principal del proyecto.
Festejos en el centro de operaciones en Córdoba
Integrantes del proyecto del satélite Saocom 1A, expresaron ayer en Córdoba su emoción y destacaron que "todo salió perfecto".
Javier Proyector, cofundador de la empresa Ascentio Technologies, que participó en el desarrollo del software del satélite, comentó que la compañía fue responsable de montar el centro de operaciones en el predio de la Conae en Falda del Carmen, desde donde se mantendrá contacto con el aparato y se enviarán instrucciones para la captación de información.
"El primer contacto fue en una estación de Tahití a las 23.54", detalló Proyector, y agregó que "en las primeras pasadas se transmite la telemetría del estado del satélite y se van subiendo los comandos de las primeras acciones".
“Trabajamos los últimos seis años en desarrollo de software de ingeniería, por eso tuvimos muchos nervios y sentimientos encontrados.
Barañao: “es una señal para el futuro del país”
El secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, expresó que la puesta en órbita del satélite argentino Saocom es "una clara señal para el futuro del país", tras participar del lanzamiento del aparato en la madrugada de ayer en California, Estados Unidos.
El funcionario, que estuvo acompañado por el secretario de Articulación Científico Tecnológica, Agustín Campero, dijo que el Saocom 1A no es solo "una comprobación más de la enorme capacidad del sistema científico-tecnológico argentino, sino también una clara señal para el futuro del país".
“La ciencia, la tecnología y las empresas de base tecnológica van a contribuir efectivamente a la economía del país generando empleo de calidad”, vaticinó Barañao.
El lanzamiento y puesta en órbita del Satélite Argentino de Observación con Microondas Saocom 1A, desarrollado y fabricado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), se completó de manera exitosa ayer a las 23.21 horas de nuestro país desde la base norteamericana de Vandenberg.
El Saocom 1A fue diseñado para proveer datos en cualquier condición meteorológica, tanto de día como de noche, a través de microondas en banda L, características que le otorgan capacidades de observación especialmente útiles para prevenir catástrofes naturales.
El satélite también podrá utilizarse para aplicaciones en agricultura como humedad de suelo, índices de vegetación y control de plagas; aplicaciones hidrológicas, costeras y oceánicas; aplicaciones en nieve, hielo y glaciares; y en estudios urbanos, de seguridad y defensa.