Mendoza se destaca por su servicio de salud y sus hospitales totalmente equipados para brindar el mejor servicio posible. Uno de estos nosocomios, que más de una vez ha sido destacado, es el Hospital Central, ubicado la Ciudad de Mendoza.
Los asombrosos cambios de estructura y tecnología que sufriría el nosocomio mendocino fue simulado por la Inteligencia artificial de una manera hiperrealista
Así se vería, según la Inteligencia artificial, el Hospital Central en 100 años.
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webMendoza se destaca por su servicio de salud y sus hospitales totalmente equipados para brindar el mejor servicio posible. Uno de estos nosocomios, que más de una vez ha sido destacado, es el Hospital Central, ubicado la Ciudad de Mendoza.
Dado que suele atender varios casos de gravedad y de todas las especialidades, gran parte de sus intervenciones son gracias a las reformas estructurales y la incorporación de equipamientos de salud de última tecnología.
Es por eso, que jugando un poco y llevando al extremo el avance de la tecnología, se pudo recrear, con Inteligencia artificial (IA)como es que se vería este lugar, pero dentro de 100 años.
La herramienta Grok de X en conjunto a ChatGPT, afirman que para el año 2125 será considerado un coloso tecnológico en medio de una ciudad que muestra cambios futuristas severos.
Así, se levantará un rascacielos de vidrio y acero, con paneles translúcidos que cambiarán de color de acuerdo a la hora del día o las necesidades energéticas del hospital. A su vez, la fachada estará cubierta de pantallas holográficas que muestran información permanente, tales como estadísticas de salud pública, anuncios e incluso mensajes para los pacientes.
Lejos de lo que es hoy, el techo no tendrá su convencional cúpula, sino que en 100 años puede que tenga una fuente de energía translúcida capaz de regular la temperatura en su interior y filtrando la contaminación del aire.
Los pasillos del "nuevo Hospital Central" tendrían una mezcla entre un edficil estéril con tecnología de punta, todo iluminado por paneles LED, las cuales se ajustarían al estado emocional de los pacientes, por medio de sensores de IA.