Este fenómeno se basa en crear personajes únicos, con una tendencia adictiva para los usuarios en TikTok.
La tendencia del Brainrot italiano que es furor en TikTok.
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En los últimos meses, una nueva tendencia viral ha captado la atención en redes sociales, sobre todo en TikTok. Se trata del fenómeno conocido como brainrot italiano, una mezcla de humor absurdo, estética psicodélica y contenido generado con inteligencia artificial (IA), que ha dado lugar a una oleada de videos tan desconcertantes como hipnóticos.
Esta corriente no se limita a mostrar animales u objetos con rasgos surrealistas, también incorpora un tipo de humor visual y auditivo que ha resultado tremendamente adictivo, especialmente entre los usuarios más jóvenes.
Todo inició con el personaje Tralalero Tralala, que es un tiburón con zapatillas Nike, que corre a gran velocidad y protagoniza videos acompañados de una voz automatizada que recita trabalenguas en italiano.
El brainrot italiano tiene una distinción respecto de otras tendencias virales: la creación de personajes absurdos y fantasiosos que desafían cualquier lógica.
Dentro del universo del brainrot italiano destacan figuras como Baletrina Capuchina, una taza de café que baila, y Tung Tung Sahur, una criatura de madera animada que empuña un bate.
Ambos forman parte de una mitología absurda generada por inteligencia artificial, y han capturado la atención del público gracias a sus habilidades tan extrañas como fascinantes, convirtiéndose en verdaderos íconos de esta tendencia viral. A ellos se suman muchos otros personajes creados por los propios usuarios mediante IA.
Lo interesante es que no se limitan a aparecer en videos aislados: estos personajes interactúan entre sí dentro de historias improvisadas, protagonizando enfrentamientos épicos que recuerdan a una saga de anime.
A pesar de parecer absurdos, existe una lógica interna entre los seguidores del brainrot italiano lograron adoptar. Cada personaje tiene habilidades específicas, historias improvisadas y hasta rankings de poder, lo que le da un sentido al caos visual y sonoro.
La rápida difusión de estos videos ha sido esencial para su crecimiento. Su formato breve los hace ideales para el consumo rápido en plataformas dominadas por el scroll constante, mientras que la repetición de ciertos elementos refuerza su efecto adictivo.
Lo que realmente impulsa este fenómeno es su humor ilógico y sin sentido, rasgos distintivos del brainrot, que dejan al espectador con una mezcla de desconcierto y fascinación.