A veces, todo lo que necesitamos es un bocado dulce y reconfortante para acompañar el cafecito o el mate de la tarde. Y si ese bocado tiene avena, chocolate y un irresistible caramelo salado, mejor todavía. Por eso no puede fallar la receta cuadritos de galletas de avena con chocolate y caramelo salado.
Lo importante es seguir esta receta al pie de la letra, para conseguir la mejor versión de estas galletas que son pura tentación, ya que no solo es deliciosa, sino también fácil de hacer y sin necesidad de usar batidora.
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Esta receta es ideal para quienes aman la combinación de dulce y salado. La base crocante de avena, el centro de dulce de leche con un toque de sal y la capa de chocolate hacen que cada mordisco sea una explosión de sabor.
Además, es una receta súper rendidora porque salen aproximadamente nueve porciones grandes, aunque podés hacer cortes más pequeños si preferís servirlos como bocaditos. También podés presentarlos en cápsulas de cupcakes para una mesa dulce más prolija.
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El paso paso para los cuadraditos de avena rellenos
- Precalentar el horno a 170°C y preparar un molde cuadrado de aproximadamente 24 cm con papel de horno para evitar que se pegue.
- Preparar el caramelo salado mezclando el dulce de leche con la sal y calentarlo en el microondas por 2 minutos. Revolver bien para que se integre.
- En un bowl grande, mezclar la manteca derretida con el azúcar, la harina, la avena, el bicarbonato, la canela y la esencia de vainilla. Integrar todo con una espátula hasta formar una masa homogénea.
- Separar la mitad de la masa y presionarla en el molde para formar la base. Hornear por 10 minutos para que tome firmeza
- Retirar la base del horno con cuidado y esparcir el chocolate troceado o los chips por encima. Luego, distribuir el dulce de leche salado de manera uniforme y, por último, desmenuzar la masa restante por encima, formando una cobertura crocante.
- Hornear nuevamente por 20 minutos hasta que la superficie esté dorada y firme.
- Dejar enfriar: este paso es clave para que los cuadritos no se desarmen. Dejá que se enfríen completamente antes de cortarlos en porciones.
- Si podés, lleválos un ratito a la heladera para que queden más firmes antes de consumirlos.