Antes de fin de mes comenzará a ser juzgado el policía Diego Guzmán (26) por la muerte de Lucas Carrazco (22), un joven hincha de Independiente Rivadavia que recibió un proyectil antitumulto en la cabeza, en mayo de 2015, en unos incidentes que se produjeron tras la suspensión de un partido.
Guzmán -un efectivo de infantería- llega a juicio imputado por homicidio culposo pero, según trascendió, los abogados de la familia de la víctima, pedirán a los jueces que se cambie la carátula del expediente y el juicio se realice por el delito de homicidio agravado por ser funcionario público.
Actualmente se encuentra libre ya que las dos imputaciones que enfrenta homicidio culposo y de incumplimiento de los deberes de funcionario, son delitos excarcelables.
El juicio por la muerte del joven Carrazco se realizará el próximo 28 de julio -ni bien termine la actual feria judicial- en la Segunda Cámara del Crimen, conformada por los jueces Roberto Uliarte, José Valerio, y Ariel Spektor.
Si bien, en principio, la imputación indica que el efectivo de infantería habría actuado con negligencia y sin querer disparar contra la víctima, su situación es comprometida.
Es que según las pericias, el proyectil que le dio a Carrazco partió de la zona en la que estaba ubicado Guzmán y este uniformado era el único que tenían un arma para disparar gases lacrimógenos. Justamente fue con un proyectil de esta arma el que mató al hincha.
Tumultos por una suspensión
La muerte del joven Carrazco se produjo el 14 de marzo de 2015, luego de que se suspendiera el partido que Independiente Rivadavia debía jugar contra Instituto de Córdoba por la B Nacional, en el estadio Juan Bautista Gargantini.
Como el encuentro no se disputó por falta de luz, se produjo en las inmediaciones del estadio en el parque General San Martín, una batahola entre hinchas y policías, cuando los primeros se desconcentraban.
La primera versión (oficial) indicó que el chico fue lesionado con una botella de vidrio cuando Carrazco estaba en Boulogne Sur Mer y Callejón Sur.
Sin embargo, amigos y familiares de Carrazco (había ido a la cancha con un hermano de 18 años) desmintieron esa versión y dijeron que había sido un policía quien hirió al hincha.
El caso fue investigado por el ex fiscal especial Daniel Carniello, quien solicitó algunas pericias para avanzar con la investigación. Así, se descubrió que Carrazco no tenía restos de vidrio en su ropa ni en su cuerpo pero sí presencia de deflagración de pólvora, lo que es un indicador de que no murió a causa de un botellazo sino de un disparo.
Y se estableció que, posiblemente, se trataba de un proyectil antitumulto por lo que se concentró la investigación en los efectivos de Infantería que son los únicos que portan armas con ese tipo de municiones.
A esto se agregó que muchos testigos aseguraron ver cómo al menos dos policías de Infantería disparaban "a la altura de las cabezas" y que nunca se halló la supuesta botella con la que el joven fue herido.
Dos días después del incidente, Carrazco falleció, en el hospital Central.
La necropsia determinó que el cuerpo no presentaba heridas compatibles con una pelea, que el golpe en la cabeza fue hecho con un elemento romo y que no había restos de alcohol, drogas, ni ansiolíticos. En tanto que en el croquis sale a la luz que Carrazco fue apuntado desde una distancia aproximada de diez metros y cuando la víctima se encontraba de espaldas.