El clásico entre Marista y Los Tordos terminó empatado 1-1 y en los penales australianos, fueron más efectivas las capitaneadas por Florencia Saravia, que ganaron por 4-3.
Pintaba para lindo. El primer cuarto fue muy disputado y sacaron más provecho las Tricolores, que rompieron el hechizo del empate 0-0 sobre el final de este lapso; todo nació desde el stick de Justina Guiñazú.
En los primeros minutos del segundo cuarto, salió todo Marista a asegurar el efímero y parcial triunfo. Al promediar esta fracción, las azulgranas crecieron y reaccionaron y así, en su tercer córner corto, lograron empatar 1-1, gracias al talento de Agustina Díaz, que solo tuvo que empujar la esfera.
A minutos de iniciado el tercer cuarto, Belén "Belu" Placeres estuvo cerca, pero la llegada profunda quedó en buenas intenciones. Los Tordos presionaba, pero con nervios y con más corazón, que buenas ideas; Marista no encontraba el mapa que lo guiará fuera del cerco de camisetas azulgranas.
En el último cuarto, Facundo Paredes pedía pausa y Gabriel Gómez requería, que no entregaran el partido.
En esa nebulosa de mal juego, cayó el telón, el empate 1-1 quedó para la historia. Pero las reglas dicen que hay que dirmir con penales australianos y en esa instancia, fue más certero Los Tordos.