Hace apenas unos días, se conoció que Kevin Hart había renunciado a ser el anfitrión de la 91° ceremonia de los Oscar. ¿La causa? Su propio archivo, pues descubrieron unos tuits homofóbicos que datan de años atrás, por lo que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (que últimamente presume de "diversa") lo cuestionó seriamente.
La conducción de la ceremonia, que tendrá lugar el próximo 24 de febrero, quedó desierta y, contrariamente a los pronósticos, parece que la Academia no anda buscando a un reemplazante. Estaría, de hecho, considerando que sea conducida "por un montón de famosos, al estilo 'Saturday Night Live', con gente de moda", anticiparon fuentes anónimas extraoficiales.
La opción se estaría discutiendo hoy mismo, por lo que se tendrá más noticias en breve.
Aunque puede llamar la atención, lo cierto es que no sería la primera vez que la Academia opta por esta modalidad a la hora de presentar los Oscar. De 1956 a 1987, de hecho, se tuvo este formato, reuniendo -por ejemplo- en su edición 47 a rostros legendarios como Sammy Davis Jr., Bob Hope, Shirley MacLaine y Frank Sinatra.
Pero hay un dato más: este cambio, que opta por caras "de moda", puede deberse también a la caída en picada de su audiencia, que este año tuvo un índice histórico. Cayó un 19%, congregando a "apenas" 26,5 millones de telespectadores. Es la cifra más catastrófica de su historia. Quizás este volantazo evite otra tragedia en el rating.