De los alumnos secundarios inscriptos para rendir materias previas en las mesas de julio, sólo 34% aprobó. El resto no se presentó a rendir (35%) o desaprobó (31%), de un total de 15.059 que se habían anotado.
Es decir que sólo un tercio de los estudiantes (no se incluyen las escuelas técnicas) superó la mesa. Además, es muy elevado el número de quienes no se presentaron. Pese a esto, en la DGE son optimistas porque los indicadores mejoraron: en 2017, habían aprobado el 29%, desaprobado el 31% y faltado el 40%.
Uno de las causas de esto, según los expertos, es el desinterés de los chicos asociado a que la escuela los aburre por estar desactualizada en sus métodos.
Emilio Moreno, director de Educación Secundaria, aseguró que este año son menos los alumnos con riesgo curricular: se redujo un punto la cantidad de los que tienen dos materias previas y, por ende, chances de repetir. Se pasó de 19% a 18%. El funcionario destacó que un punto equivale a mil alumnos.
En tanto, de los 45.825 alumnos de 2° a 5° año, 20% debe una materia del año anterior.
La mayoría de quienes tienen previas son de 2° año, lo que denota las dificultades que implica el cambio de nivel para los alumnos que ingresan a la secundaria, como consecuencia del desempeño durante 1° año. Así, 13.810 chicos ingresaron a 2° este año con al menos una previa. En términos cuantitativos le sigue el grupo que cursa 3°, de los cuales 12.682 lo iniciaron con alguna materia pendiente del ciclo anterior.
Quienes quedaron dentro del 66% que sigue con previas tendrán la posibilidad de rendir en las mesas de diciembre y luego en las de febrero. En caso de comenzar el próximo ciclo lectivo con más de dos materias sin aprobar, repetirán.
Muchos ausentes
El ausentismo en las mesas de julio bajó casi 5% respecto del año pasado: 35% contra 40% de 2017. Sin embargo, ese año se había registrado un aumento respecto de los anteriores: 33% en 2015 y 31% en 2016.
La psicopedagoga Viviana Chini coincide que hay un alto nivel de ausentismo: "Históricamente se inscriben y se presenta la mitad, porque no se preparan, se les hace pesado estudiar mientras cursan, porque no les interesa, se confían porque promueven hasta dos materias o prefieren rendir en diciembre; el que está preocupado es un porcentaje inferior".
Otras de las excusas que argumentan son "no tuve tiempo de estudiar, no encontré el programa o no encontré la carpeta", sumó.
"Faltan porque no estudian lo suficiente, no se sienten seguros, por ahí se relajan y la dejan para diciembre", enumeró Moreno, de la DGE. Y agregó que no toman conciencia de la importancia de sacar las previas en junio en vez de esperar hasta diciembre, ya que corren riesgo de que se les complique si el año en curso se llevan nuevas materias.
Por otra parte, consideró que influye en la cantidad de desaprobados que se "desconectan si no volvieron a tener la materia, la dejan y les cuesta retomarla". Y completó: "Es importante destacar que en todas las escuelas hay clases de apoyo", las que no son obligatorias en julio pero sí una herramienta de ayuda.
Para Moreno, "el estudiante se aburre porque tenemos un alumno del siglo XXI con una escuela del siglo XIX o XX", argumentó Moreno para entender el escenario marcado por cierto desinterés.
“Para las mesas de julio un mes antes ya se abren las clases de apoyo. Generalmente no hay formas de obligarlos a asistir aunque algunos docentes pueden generar estrategias con los padres”, informó.
Desde su punto de vista el principal obstáculo para que saquen las materias es justamente ese desinterés, lo cual se explica por un lado en esta forma de pensar vinculada a la inmediatez y con poca proyección hacia el futuro. “No son todos, pero muchos adolescentes de hoy no tienen la escuela como prioridad”, resaltó el funcionario.
Más aprobados
Por otra parte, este año mejoró la promoción, es decir la cantidad de alumnos que pasó de año (adeudando previas o no).
Este indicador aumentó poco más de 4% en tres años. En 2015 promocionó 70,8% de la matrícula, en 2016 73,4% y se elevó a 75% en 2017. "Desde 2011 la tendencia es ascendente", subrayó Moreno.
El director de Secundaria negó que esta mejora obedezcan a cierta laxitud en las evaluaciones sino que las atribuyó a cambios que está haciendo la escuela en pos de resultar más atractiva para los estudiantes, porque reconoció que hoy los alumnos se aburren y, por otra parte, no ven el impacto positivo que pueda tener la educación en sus vidas.
Por eso, ahora todo “se hace más atractivo: de una clase expositiva se pasa a una clase participativa y de investigación que al chico le resulta más interesante; con el celular googlean inmediatamente”, graficó.
“Queremos que egresen pero que lo hagan con calidad, si no sería una estafa”, subrayó Moreno.
Detalló que “se están implementando cambios en los formatos en el aula gracias a docentes y directores que realzan a estas tareas”, para la que se están capacitando. Y consideró que gracias a esto se ha logrado mayor interés en el alumno.
Mejoró 10% el egreso efectivo de la secundaria
En 2017 egresó de manera efectiva el 65% de los alumnos de la escuela secundaria que estaban en el último año. Esto implica que al comenzar este ciclo lectivo esos estudiantes no adeudaban materias. Se trata de un aumento de 10% respecto de lo que ha sucedído históricamente, cuando el egreso estaba en torno al 50 a 55%.
Esto incluye a los alumnos que si terminaron el cursado a fin de año con alguna materia pendiente, lograron aprobarla en las mesas de diciembre o febrero.
Para quienes no lo hicieron existen dos opciones: las mesas especiales para los egresados en abril y octubre (antes eran en setiembre).
En la primera de ellas de este año, 571 alumnos egresaron. Se trata de 28,2% del total de inscriptos: 2.025.
Mil chicos más en las escuelas
Este año, las aulas de los colegios secundarios estatales tienen 1.000 alumnos más que hace dos años. En 2016, en este nivel había 62.791 alumnos; al año siguiente hubo una ínfima baja: 62.687. Pero en este ciclo, la matrícula se incrementó y pasó a 63.805 estudiantes.
Este escenario es visto por el Gobierno como muestra de un cambio de mentalidad en cuanto a la percepción que hay de la escuela. "La ciudadanía está entendiendo que la secundaria es obligatoria, entonces más papás han inscripto a sus hijos", dijo Moreno.
Destacó que aprecian una mejora en la retención: menos alumnos se han ido del sistema, lo que para el funcionario no es un dato menor. En 2016, 1.300 dejaron el secundario mientras que en 2017 fueron 1.005.
Señaló que esto está asociado a que ha mejorado la promoción: más chicos pasan de año y hay más alumnos en 1° ya que a veces se produce una fuga de 7° grado a 1° año.
