Un proyecto para asegurar atención rápida del ACV en Mendoza está parado en la Legislatura desde hace 9 años

Obtuvo media sanción de Senadores pero no prosperó en Diputados. Ante un accidente cerebro vascular cada minuto sin atención agrava los riesgos de secuelas. Lo que más preocupa es el acceso en zonas alejadas y la necesidad de que haya efectores distribuidos que puedan dar una respuesta adecuada.

Un proyecto para asegurar atención rápida del ACV en Mendoza está parado en la Legislatura desde hace 9 años
Foto: Orlando Pelichotti
Un proyecto para asegurar atención rápida del ACV en Mendoza está parado en la Legislatura desde hace 9 años Foto: Orlando Pelichotti

Un proyecto de ley que apunta a lograr una pronta atención del Accidente Cerebro Vascular (ACV/Stroke) está parado en la Legislatura provincial desde hace 9 años.

Apunta a conformar el Programa Provincial de Infarto de Miocardio (IAM) y Accidente Cerebro Vascular (ACV/Stroke), denominado “Primacs” y tendría por finalidad la prevención, atención y recuperación de dichas patologías. En resumidas cuentas, propone reducir los plazos de atención de estos pacientes y tener armada una estrategia para detectar el centro de asistencia más cercano a través de un trabajo en red. Esto implica tener espacios equipados distribuidos en toda la provincia.

La inquietud de quienes elaboraron la propuesta es que ante un evento de este tipo la atención debe llegar cuanto antes: cada minuto que pasa es músculo o cerebro que se pierde lo que implica secuelas e incluso el riesgo de muerte.

Se estima que 7 de cada 10 personas que sufren un accidente cerebrovascular (ACV) quedan con secuelas que afectan su calidad de vida.

Ocurre que hay diversas situaciones por las que la atención no siempre llega a tiempo, ya sea porque no se solicita con celeridad la asistencia médica o porque esta sufre dilaciones, llegando incluso a producirse una especie de “pasamanos del paciente” entre diversas instituciones de salud. Esa dilación es fatal en cuanto al impacto futuro. Médicos locales reconocen que en Mendoza en zonas rurales o alejadas del Gran Mendoza el acceso es más difícil que en el área urbana lo que determina una importante inequidad y riesgos de mayores secuelas. Ni hablar de las brechas que puede haber entre personas con diversos recursos socioeconómicos.

“Iba a ser el primero del país”, comentó el cardiólogo intervencionista mendocino Diego Guzzanti, uno de los médicos que participaron de la elaboración.

La situación que atraviesa el senador provincial Alejandro Bermejo, lo puso en agenda nuevamente. Permanece internado en la Clínica de Cuyo tras sufrir un evento el 1 de mayo. En su caso, dado que se encontraba en la Legislatura, logró tener rápida atención y ser traslado en poco tiempo.

El recorrido

El proyecto había tomado estado parlamentario el 4 de noviembre de 2014 y logró media sanción de la Cámara de Senadores.

Fue presentado con la autoría de los senadores de aquel entonces, Eduardo Bauzá y Armando Camerucci del Partido Justicialista.

El expediente, identificado con el número 65838 obtuvo la media sanción el 14 de febrero de 2017. Luego, para convertirse en ley debía ser aprobado también por la Cámara de Diputados pero fue allí que comenzó su derrotero y nunca llegó a tratarse. Es que fue derivado a tres comisiones: de Salud y Asuntos Constitucionales en primera instancia. Allí, tras analizarlo, se decidió pasarlo a archivo. Luego, en la tercera, la de Hacienda, quedó parado y allí está desde el 30 de octubre de 2018.

El diputado Jorge López, presidente de la Comisión de Hacienda en cuestión explicó que cuando los proyectos llegan a Diputados, pasan por las comisiones técnicas que evalúan sus posibilidades y oportunidad para luego analizar si hay recursos para hacerlo efectivo, lo que se considera en la comisión que preside.

En las dos anteriores se determinó pasarlo a archivo pero en el expediente no constan las causas de tal decisón, tal cual observó al ser consultado por Los Andes.

“Luego, a partir de eso con dos decisiones en el mismo sentido es difícil que resolvamos diferente”, señaló. Dijo que generalmente no los mandan a archivo y quedan en Hacienda por si alguien lo quiere reflotar, pero por reglamento debería enviarse a archivo luego de dos años sin movimiento. Esto no ha sucedido y explicó que si algún legislador quisiera retomarlo sería posible, debería analizarse si cambió el contexto y esta vez se considera oportuno su avance.

La propuesta

Cuando una persona sufre un accidente cerebro vascular (ACV) cada minuto que pasa sin atención médica es cerebro que se pierde. Por eso los especialistas hablan de un periodo de ventana de 4,5 horas durante el cual- y cuanto antes mejor- el paciente debería recibir tratamiento para atenuar las consecuencias que pueden quitarle capacidad de caminar, hablar, tragar e incluso cobrarse su vida.

Un proyecto para asegurar atención rápida de ACV en Mendoza está parado en la Legislatura desde hace 9 años
Un proyecto para asegurar atención rápida de ACV en Mendoza está parado en la Legislatura desde hace 9 años

Es que cuando se produce un accidente de esta índole queda interrumpido el flujo sanguíneo de una arteria por lo que pierde la irrigación una zona del cerebro que resulta más dañado mientras se demore la atención.

Según la Organización Mundial de Stroke (ACV) un tercio de los afectados muere por esta causa mientras que otro tercio queda con discapacidad permanente.

Esta iniciativa, como otras que hay a nivel internacional, apunta a reducir los plazos, particularmente con la creación de un protocolo de atención que involucre a todos los efectores de la provincia de manera tal de poder identificar rápidamente cuál es aquel más cercano que puede brindar la atención adecuada, ya que cuenta con los recursos. Esto implica su categorización y un pulido trabajo en red.

“El objeto de la presente es establecer a través del programa las normativas técnicas, las directrices y los procedimientos en la detección y tratamiento precoz de las enfermedades cardiovasculares (IAM - ACV/Stroke) ofreciendo a los pacientes la accesibilidad en el menor tiempo posible a alguna de las estrategias de reperfusión o revascularización existentes, orientándose a los siguientes objetivos y acciones”, detalla el texto elaborado por un grupo de médicos cardiólogos locales.

Así, pretende identificar los efectores, ubicarlos geográficamente y categorizarlos, entre otros aspectos.

Explicó que cuando la persona llega a un efector donde pueden aplicarle un trombolítico se gana tiempo. Si este logra destapar al menos 20% la arteria, se recompone el flujo sanguíneo y se ganan 24 horas más para realizar otra intervención más compleja si es necesaria.

“La realidad hoy es que cualquier institución de salud hace lo que puede, el problema es que hay gente que está alejada, queda a la deriva, con el 20% del corazón y no sirve más”, aseguró Guzzanti. De hecho, consideró que la situación ha empeorado los últimos años porque se han desactivado sedes preparadas.

Hay que decir que en Mendoza existe una Red de asistencia al infarto de miocardio, que incluye ACV, y está coordinada desde el hospital Central.

Estrategia internacional

A nivel internacional, la iniciativa Angels apunta en el mismo sentido. Este 2023 cumple 5 años de haber llegado a Sudamérica. Está presente en Argentina desde 2018.

La estrategia trabaja para aumentar los centros de salud preparados para atender pacientes con accidente cerebrovascular y mejorar la calidad del tratamiento, permitiendo que quienes tienen un ACV accedan a la institución preparada y al tratamiento adecuado en el menor tiempo posible. Incluye concientizar a la sociedad en la identificación temprana de síntomas y los pasos a seguir ante la detección de los mismos.

Se estima que 7 de cada 10 personas que sufren un accidente cerebrovascular (ACV) quedan con secuelas que afectan su calidad de vida.
Se estima que 7 de cada 10 personas que sufren un accidente cerebrovascular (ACV) quedan con secuelas que afectan su calidad de vida.

Como dato, desde la propuesta advierten que “cada 30 minutos un paciente que pudo haber sido salvado muere o queda permanentemente discapacitado porque llega tarde o fue asistido en una institución que no estaba adecuadamente preparada”.

Es desarrollada por el laboratorio Boehringer Ingelheim y avalada por la Sociedad Europea de Stroke (ESO), la Organización Mundial de Stroke (WSO) y la Sociedad Iberoamericana de Enfermedades Cerebrovasculares (SIECV) entre otras sociedades científicas.

Los Centros Preparados para ACV, o Stroke Ready Center, tanto públicos como privados, son lugares con recursos y profesionales capacitados especialmente para atender estas emergencias. Se trabaja con hospitales, sanatorios, empresas de emergencias, SAME o 107, así como con ministerios y gobiernos nacionales y provinciales.

Desde su lanzamiento local, se han registrado en la web de Angels más de 400 hospitales, clínicas y centros de atención primaria de todo el país. Argentina cuenta con 85 Stroke Ready Centers en distintos puntos del país, entre los que hay instituciones tanto públicas como privadas.

Con motivo de este quinto aniversario, Angels celebró el 5 y 6 de mayo un evento científico que reunió en Buenos Aires a más de 140 profesionales y especialistas de la región que compartieron las mejores prácticas para un adecuado tratamiento del ACV.

Esta iniciativa “ha tenido un impacto significativo en la mejora del tratamiento del ACV en todo el mundo. Desde su lanzamiento a nivel mundial en 2016, la iniciativa Angels ha ayudado a más de 2.000 hospitales en más de 100 países a mejorar la atención del paciente con ACV”,destacó el doctor Luciano Sposato, médico neurólogo, Director del Programa de Enfermedades Cerebrovasculares en el London Health Sciences Centre, Western University, en Ontario, Canadá.

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