Mauricio tiene 102 años y vive en Argentina. A lo largo de vida se casó dos veces, pero él asegura que su vida mejoró sustancialmente cuando decidió divorciarse a los 99.
En una entrevista con para el programa Nosotros en la Mañana, de Canal 13, el anciano, que es uno de los más longevos de Argentina, contó cómo vivió el proceso de la separación. “Antes de divorciarme me estaba enfermando, tenía taquicardia, hipertensión y me sentía muy, muy mal todo el día”, explicó.
“A los dos o tres meses, se me pasaron todos los males, se terminó la hipertensión, se me terminó la taquicardia. Estoy disfrutando del cariño de mis hijos, de toda la gente que me conoce”, agregó.
Al ser consultado sobre la “receta” para llevar una larga y plena, Mauricio dijo que lo más importante de todo es el amor y “no tener odios”.
“Se puede vivir muchos años, teniendo mucho amor a toda la gente. La mejor receta me la enseñó un poeta que dijo ‘cultivo una rosa blanca, en junio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo, cultivo una rosa blanca’. Esa es mi guía para vivir muchos años”, expresó.
Además, dijo que el mejor ejercicio para la memoria es la lectura, aunque reconoció que ya le está empezando a fallar la vista. “Me ayuda la técnica moderna con los celulares que uno puede agrandar la letra o acercarla, o la computadora que uno la tiene más cerca que el televisor”, cerró.
El hombre más longevo en divorciarse
Aunque parezca insólito en el Libro Guinness de los Récords existen un ítem dedicado al hombre o mujer más longeva en divorciarse. Mauricio con 99 años podría haber sido el ganador, pero el récord se lo llevó un inglés.
Si uno busca en el sitio web oficial de la organización quién es el divorciado más longevo aparecerá el nombre del inglés Harry Bidwell, quien se separó cuando tenía 101 en East Sussex, Reino Unido, el 21 de noviembre de 1980.