Luego del furor ocasionado por la fiesta swinger de Posadas, repasamos las reglas de esta experiencia sexual, que durante muchos años fue tabú, y ahora los especialistas la recomiendan para evitar la monotonía de la pareja. ¿Qué hay que tener en cuenta antes de iniciarse?
La práctica swinger, más conocida como intercambio de parejas, se da a partir de que, en un momento dado de la relación, muchas personas deciden ‘oscilar’ desde su compañero sexual habitual a otra persona distinta mediante el consenso de ambas partes.
En Argentina, es una práctica instalada desde hace casi 30 años. Se calcula que hay 10 mil parejas que participan, sin distinción de edad. No únicamente se manifiesta entre matrimonios sino también en parejas recientemente conformadas que no superan los 35 años. En el mundo se calcula que hay 3 millones de miembros a la práctica swinger.
Aunque en la sociedad actual, el amor está construido sobre la idea de la monogamia, el deseo sexual funciona de manera distinta en muchas ocasiones. Según el psicólogo Luis Muiño, es frecuente que, en pareja, alguno de los dos se sienta puntualmente atraído por otra persona, sin que esto implique una infidelidad.
Lo más usual en el swinging es que cuatro personas (dos parejas) que se conocen y se atraen entre sí mantengan relaciones sexuales con uno o los dos miembros de la otra pareja y que esta relación sea únicamente sexual, ya sea con frecuencia o esporádica.
Las reglas para la práctica swinger
Aunque una pareja desee mucho participar en un intercambio, es importante establecer unas reglas con las que ambos se sientan cómodos para evitar daños emocionales.
La primer regla es la aceptación de ambos. Si te sucede que tu pareja te propone una interacción sexual abierta con terceras personas, la decisión debe depender de los dos. Nadie debe estar obligado a realizar prácticas sexuales que realmente no desea hacer.
En ocasiones la sociedad puede ejercer una presión en este tipo de decisiones de apertura sexual. Es importante destacar que una persona no es más moderna o interesante por abrir su relación, sino que dependerá únicamente de lo que le haga sentir feliz y cómodo al implicado.
La segunda regla especifica que los swingers van juntos a una práctica sexual y se van juntos. Irse cada uno por su cuenta mientras su pareja se queda en casa sería una relación abierta o poliamorosa si hay sentimientos de por medio.
La tercer regla marca que en el swinging no todo consiste en la penetración. Hay tres tipos de interacción sexual:
- Swinging de exhibición: practicar sexo con tu pareja delante de otros swingers. Esto se da a veces entre la gente que empieza y es una buena forma de romper el hielo.
- Intercambio light o soft: solo se permiten besos y sexo oral entre las parejas. La penetración solo la realizan las parejas originales.
- Intercambio completo: penetración con la otra pareja y lo que fluya.
La cuarta regla podríamos definirla en que es necesario pasar página, probar con distintas parejas. Si el objetivo es estar siempre con los mismos, se acerca a una relación poliamorosa.
La quinta regla es la salud sexual. Una vez que la relación sexual se abre a terceros es imprescindible utilizar el preservativo.
Cómo empezar en la práctica swinger con tu pareja
La dificultad más frecuente cuando hay un intercambio de parejas son los celos, como resultado de que uno de los dos miembros de la pareja no se sienta integrado o valorado en la práctica, por lo que es necesario detectarlo a tiempo, antes de tener consecuencias negativas.
A pesar de esto, al ser una experiencia ‘controlada’, y que se vive en pareja, esto ayuda a disminuir los celos de sentir que nuestro compañero/a puede estar ‘traicionándonos’. Lo más habitual es que las parejas que se intercambian estén presentes en la misma habitación cuando la relación sexual tiene lugar.
- 1. Mantener la comunicación
Muy importante para que el intercambio de parejas no desestabilice la relación es la comunicación, en la confianza con el otro. La relación debe sentirse segura en si misma como en sus objetivos.
- 2. Empezar despacio
La clave será ir a poco a poco en este intercambio de parejas. Junto a tu pareja podes buscar a otra pareja que esté empezando en el swinger e intentar experimentar con su ayuda.
- 3. Tener una señal
Las personas que empiezan en el mundo swinger puede que no se sientan del todo seguros para decir que ‘no’ al principio, al desconocer de la práctica. Por este motivo puede ser una buena idea intentar crear una señal en la pareja para cuando las cosas no funcionen.