16 de abril de 2025 - 20:15

Informe: en Mendoza, 14 de cada 100 chicos no tienen libros en sus casas

Entre los que tienen, 6 de cada 10 cuentan con menos de 20. La falta de libros y hábitos de lectura determina los aprendizajes y la trayectoria académica.

Que los chicos tengan acceso a libros en sus hogares es determinante para su desarrollo, sus procesos de aprendizaje y su trayectoria académica. Los especialistas en Educación reconocen que los chicos que cuentan con libros en su casa tienen mejores oportunidades, en gran medida porque también indica una valoración de la lectura por parte de la familia.

Sin embargo, un informe mostró que en Mendoza, 14 de cada 100 chicos directamente no tienen libros en sus hogares mientras que 65 de cada 100 (6 de cada 10) tienen menos de 20. Incluso, esta segunda proporción (65%) es superior a la media nacional que es de 59%.

Los datos surgen de un trabajo de la Organización Argentinos por la Educación, que tomó como sustento las respuestas de estudiantes de 6to grado de primaria en el Operativo Aprender 2023. La intención de los investigadores fue visibilizar y contabilizar la relación que existe entre los niños y los libros hoy.

Pocos libros en casa

A nivel nacional, el 13% de los estudiantes asegura no tener libros en formato papel en su casa, un 24% cuenta que tiene entre 1 y 5 libros, el 22% entre 6 y 20 libros, el 16% de 21 a 50, el 9% entre 51 y 100, y sólo el 16% más de 100.

En Mendoza, 14% no tiene libros, 28% tiene entre 1 y 5; 23% tiene de 6 a 20 libros, 14% tiene entre 21 y 50; 8% entre 51 y 100 ejemplares y 14% tiene más de 100.

Las provincias muestran algunas variables pero en términos generales no demasiado significativas en relación a plantear un escenario. En definitiva, más de la mitad de los chicos tiene menos de 20 libros en su casa.

Libros. Lectura
Porcentaje de estudiantes de 6to grado según cantidad de libros en papel que tienen en el hogar, por provincia. Primaria. 2023.

Porcentaje de estudiantes de 6to grado según cantidad de libros en papel que tienen en el hogar, por provincia. Primaria. 2023.

De todas formas, muchas jurisdicciones superan el promedio nacional en el porcentaje de chicos con pocos libros. En Formosa, el 73% tienen menos de 20 libros en sus casas, mientras que en Santiago del Estero el 68%, y en Corrientes, San Juan y Chaco, el 67%. Además, La Pampa es la provincia donde mayor porcentaje de chicos declara no tener ningún libro en formato papel en sus casas (16%).

Tener libros mejora el aprendizaje

El informe trae a colación que distintos estudios han mostrado que tener libros en casa tiene una relación positiva con el desarrollo de habilidades lectoras y con el hábito de lectura en la infancia. “Un informe de la la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que analiza la relación entre la presencia de libros en el hogar y el rendimiento en lectura (2022), basado en las pruebas PISA 2018, examina cómo el entorno digital puede influir en el acceso a libros impresos y en el rendimiento en lectura de los estudiantes”, explica. Incluso menciona que los estudiantes que leen principalmente en formato impreso obtienen puntuaciones significativamente más altas en las evaluaciones de lectura en comparación con aquellos que leen en formatos digitales o que rara vez leen libros.

Contar con libros en cada hogar es una condición necesaria (aunque no suficiente) para desarrollar el hábito y el deseo por la lectura. La responsabilidad principal es de los gobiernos, que ya están trabajando en el tema, pero hace falta redoblar esfuerzos”, consideró Federico del Carpio, Coordinador de Políticas Educativas de Argentinos por la Educación. Además, resaltó el compromiso cotidiano de las familias puede hacer una gran diferencia.

Una investigación de Argentinos por la Educación de 2022 se enfocó en las brechas y en los factores protectores que pueden modificar una tendencia. Allí expresaba que solo el 14% de los estudiantes en situación de pobreza logran un buen desempeño académico mientras que 40% de los alumnos que llegaban al último año del secundario estaban en situación de pobreza. ”Los estudiantes pobres que alcanzan buenos niveles de aprendizaje son la excepción en el sistema educativo argentino”, afirmaba.

Factores protectores

Pero ante esto, se ha estudiado que hay factores protectores: el nivel educativo de las madres y el acceso a libros mejoran el desempeño académico de los estudiantes.

Entre los estudiantes pobres con buen desempeño, el 35,5% tiene madres que alcanzaron el nivel secundario completo o más. En el caso de aquellos estudiantes con bajo desempeño, otro punto positivo fue la cantidad de libros en los hogares. Solo en el 8,3% de los hogares de los estudiantes con buen desempeño no hay libros, mientras que en el caso de los estudiantes con bajo desempeño ese porcentaje aumenta a 22%.

“Sabemos que el hábito de lectura sostenido es el que hace que los chicos mantengan las habilidades que adquiere en la escuela, pensemos que en un hogar en el que hay libros no se interrumpe con el verano el acceso al texto y a leer, mientras que en aquellos donde no hay se reencuentran con la lectura cuando vuelven a clases”, opinó en una nota con Los Andes la especialista Silvina del Pópolo, quien ocupaba en aquel entonces el cargo de directora de Planificación de la Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas. Explicó que esto se vincula con la valoración de la educación que ofrece un libro y en ese sentido hay que pensar en las acciones de las bibliotecas para acercarlos a los chicos.

Contexto: lo digital y el costo de los libros

No pueden soslayarse algunos aspectos que inciden en la situación. Por un lado, la presencia de libros en los hogares tiene que ver con una cultura de la familia en la que se pone en valor la lectura y por lo cual invierten y valoran esos bienes. Pero por otra parte, no puede dejar de tenerse en cuenta que en el marco de una mayor digitalización, e incluso dispositivos específicos para la lectura de libros, hay mucho consumo en ese otro formato y, por ende, una disminución de la presencia de ejemplares de papel.

El trabajo de la OCDE reconoce una disminución de la presencia de libros físicos en los hogares y cómo esto es mayor entre familias de entornos socioeconómicos más bajos. Para la organización este podría ser uno de los aspectos que contribuya a la bercha en el rendimiento lector entre los alumnos, brechas que de hecho existen y persisten en cuanto al desempeño académico y los aprendizajes entre estudiantes de sectores de mayor poder adquisitivo y aquellos que pertenecen a sectores vulnerables.

Libros. Lectura
Porcentaje de estudiantes de 6to grado según cantidad de libros en papel que tienen en el hogar. Primaria. 2023.

Porcentaje de estudiantes de 6to grado según cantidad de libros en papel que tienen en el hogar. Primaria. 2023.

De hecho, hay quienes prefieren la lectura en soporte digital. “Yo leo en los dos formatos y me gustan mucho los libros en papel, pero creo que leo más en formato digital, directamente en el teléfono, porque me resulta más cómodo, incluso leo más rápido”, contó Camila, de 20 años. Dijo que en su casa siempre hubo libros y que desde pequeña leía cuentos con sus padres, por lo que ha sido natural tenerlos. Además, en la casa de sus abuelos había una biblioteca muy grande. “Los libros físicos a veces me gusta comprarlos para tenerlos en mi biblioteca, he comprado varios que me han gustado luego de haberlos leído en formato digital”, relató, pero también dijo que los últimos años su familia ha reducido la compra de libros porque tienen un costo elevado y la situación económica se complejizó.

La experiencia del libro físico

Sin dudas, así como lo expresa Camila, la experiencia con el libro físico es otra, incluso podría hablarse de otro tipo de apropiación. Andrea Olmedo, docente de la Juan Pascual Pringles en Laboulaye, indica: “Manipular, mirar, girar páginas, olor, tocar, tener el contacto directo con un libro, despierta sensaciones, curiosidades que motivan a niñas y niños a leer, a entrar en un mundo que abre otros mundos. Los libros, principalmente en formato papel, tienen ese ‘no sé qué’ que atrapa, aunque sea por un ‘ratito’ y, con el tiempo, ese ratito puede convertirse en un ‘montón’. La lectura enriquece el vocabulario, la manera de pensar, de ser críticos frente a situaciones de la vida cotidiana, de terminar con prejuicios. Leer es un acto revolucionario que empieza por simple curiosidad”.

“Destaco la importancia de contar con estos datos para comprender qué se puede hacer para cambiar esta tendencia. Lo digital avanza y se vuelve cada vez más fundamental en nuestras vidas, pero es clave recordar la importancia de la lectura en papel. Tener el ejemplo en nuestros hogares hace la diferencia”, señala Clara Zavalia, co-fundadora de Intelexia.

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