Un recibimiento “a lo grande”, como ellos se lo merecen, tras haberlo dado todo en el Mundial de Robótica First Global, en Singapur, vivió este mediodía una parte de la comitiva que llegó a Mendoza después de 10 días de representar al país.
Efectivamente, la mitad de la delegación llegó exactamente a las 11.30 al aeropuerto internacional El Plumerillo proveniente de la última escala en Brasil. Desde allí algunos volaron directo a Mendoza y otros luego de unas horas en Ezeiza, por lo que llegarán en la segunda tanda.
En un clima de mucha alegría donde no faltaron globos, pancartas, carteles y aplausos al grito de “campeones”, familiares, amigos y miembros de la comunidad educativa de la Escuela Tomás Alva Édison se hicieron presentes para agasajar a los estudiantes que lograron posicionarse segundos entre 191 países.
Los primeros en pisar suelo mendocino fueron la propia representante legal del colegio, Graciela Bertancur junto Nicolás Expósito, Sara Lamagrande, Ignacio Moreno, Sebastián Martínez y Jerónimo Herrera. Más tarde llegarán Luca Cuello, Franco Mancini y Martín Perello mientras que el sábado hicieron lo propio los tutores.
“Hoy mi hijo cumple 16 años y está festejando en el medio del viaje más largo de su vida por el huso horario y la gran cantidad de escalas”, indicó Rosana Marsollier, mamá de Nicolás Expósito.
“Preparamos un recibimiento sorpresa con una murga y muchísimo más. Creo que no se lo imaginan. Les hemos ido enviando todos los informes de los medios, pero esto no se lo imaginan”, agregó.
La otra gran parte del acontecimiento se realizará mañana martes en el propio establecimiento, donde habrá un acto y, más tarde, los ocho protagonistas junto a sus docentes se trasladarán en batea a Casa de Gobierno, donde serán recibidos por las autoridades provinciales.
“Eso será al mediodía. Comenzamos una etapa de festejos”, dijo la mamá, para agregar que su hijo siempre estuvo “eufórico y feliz” en cada llamada telefónica desde Singapur.
Los últimos días luego de la etapa final, la delegación mendocina realizó paseos y una recorrida por las distintas universidades tecnológicas.
“Fue una experiencia inexplicable porque más allá del mundial, el grupo humano funcionó perfecto”, agregó.
Además, en Singapur fueron recibidos por el embajador argentino Mauricio Nine, quien se puso a disposición y organizó una serie visitas muy enriquecedoras para los estudiantes.
Por su parte, Amalia Suárez, mamá de Franco Mancini, uno de los ocho alumnos de la comitiva, dijo que los chicos son “campeones” para los mendocinos y “subcampeones para el mundo”.
“Todos los días que pude hablar con mi hijo me expresó la felicidad que siente, no solo por el logro sino por el grupo humano y la experiencia”, sostuvo para señalar que el estudiante quedó sorprendido por la tecnología que conoció.
Lo cierto es que tras varias escalas, entre ellas Qatar, Brasil y Ezeiza (para algunos de ellos) finalmente llegaron a Mendoza con el sabor del triunfo.
“Los extrañamos mucho pero estamos muy felices con la experiencia que traen, que será para toda la vida”, reflexionó Amalia.
Tal como se informó, Gauchobot mide 50 x 50 centímetros y cumple con todas las funciones que exigía el reglamento. En ese caso consiste en recolectar pelotitas y soltarlas en una suerte de recipiente. Ese recipiente se eleva dos metros.
También posee ruedas omnidireccionales, es decir, se despliegan hacia delante como las ruedas normales, pero se deslizan hacia los lados con casi fricción.
Lucas Cuello, uno de los protagonistas, había señalado a este medio que la primera reacción cuando lograron el subcampeonato fue llorar y abrazarse.
Bertancud agradeció a los profesores Matías Gaviño, Melania Martínez, Rodrigo Pérez y Franco Miranda. También participaron en el apoyo permanente los docentes Emiliano Mirábile y Franco Aguilera asistiendo con el armado y la construcción del robot.
Esta participación se pudo concretar a partir de una invitación de Educabot, que tuvo en cuenta nuestra trayectoria en la formación de robótica y la performance de los estudiantes y profesores del colegio.
Educabot es un proyecto de educación tecnológica con una impronta en robótica, es decir pensar la robótica dentro del ámbito de la educación; y el nombre refleja la combinación de la educación y la robótica.
El Tomás Alva Edison, de Mendoza, es el primer colegio argentino de robótica. Es parte de Probot School, la primera escuela de programación, robótica y desarrollo de videojuegos de la Argentina.
En este mundial los estudiantes pudieron potenciar sus conocimientos en ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas para abordar problemáticas reales mediante el juego.
