Quienes no han transitado por ello o desconocen el tema pueden tender a minimizarlo, a veces puede suponerse que un trastorno alimentario es un mero desorden psicológico. Sin embargo, advierten que se trata de algo complejo y multifactorial.
Quienes no han transitado por ello o desconocen el tema pueden tender a minimizarlo, a veces puede suponerse que un trastorno alimentario es un mero desorden psicológico. Sin embargo, advierten que se trata de algo complejo y multifactorial.
“No se genera solamente por algo ‘psicológico’, quienes lo presentan, deben tener una estructura cerebral, una biología y una personalidad que lo permita. No lo desarrolla cualquier persona”, subraya María Agustina Murcho, licenciada en Nutrición, especialista en trastornos alimentarios y magister en Psicoinmunoneuroendocrinología.
La especialista explica que los trastornos alimentarios son patologías de origen psiconeurobiológico cuyas causas son multifactoriales, que se caracterizan por alteraciones graves en la conducta alimentaria y en la imagen corporal. Agrega que se suelen dar en la pubertad o adolescencia.
Las personas con estos trastornos muestran una fuerte preocupación en relación con el peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros.
“Podemos definirlo como un iceberg: lo de arriba es lo que se ve, el síntoma (obsesión con las calorías, con la balanza, restricción, atracones, vómitos, ayunos, diuréticos, laxantes, ejercicio excesivo, distorsión de la imagen, etc.) y lo de abajo es lo que no vemos: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, familias disfuncionales, traumas no resueltos, dificultad para resolver problemas, bullying, dificultad para expresar y sentir emociones, comorbilidades (otros trastornos psiquiátricos que hacen que se desencadene el trastorno como por ejemplo depresión, trastorno límite de la personalidad, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad, etc.)”, detalla la experta.
“También hay una causa a nivel estructural del cerebro, donde el control de impulsos y toma de decisiones está más o menos activo, por ejemplo. A veces el sistema de recompensa cerebral (el centro del placer), funciona más o menos, haciendo que necesitemos más o menos comida”, apunta Murcho.
Explica que la persona tapa y se anestesia con comida, pero no todos son vulnerables a desarrollar un trastorno alimentario, deben darse muchos factores en conjunto. Además, a todo esto, se le suma lo cultural, donde la delgadez es sinónimo de éxito y donde nos estimulan todo el tiempo a hacer dietas restrictivas y comprar productos milagro que prometen magia.
Un Trastorno de la Conducta Alimentaria es un trastorno complejo, por lo tanto, debe ser abordado y acompañado con la complejidad que corresponde. El tipo de tratamiento lo indicará el equipo que evalúe al paciente.
La licenciada subraya que es necesario tener en cuenta esto, ya que muchas veces pensamos que es solamente “comer mucho”, “no comer” o que queda en anorexia y bulimia.
“A veces hay conductas que socialmente están aceptadas, como los ayunos prolongados, el evitar comer ciertos alimentos como harinas, el ejercicio excesivo, etc., y en esas conductas muchas veces se pueden estar formando o ya hay un trastorno alimentario instalado”, advierte..
Anorexia
Existe la anorexia restrictiva y la purgativa. La anorexia restrictiva se manifiesta con una restricción muy grande de nutrientes y calorías. La anorexia purgativa se manifiesta no solo con restricciones, sino también con método compensatorio como vómitos, laxantes, diuréticos.
Es importante saber que a veces no hay bajo peso, pero se cumplen con todas las características de la anorexia nerviosa.
Bulimia
Trastorno por atracón
Ortorexia
Alcohorexia
Pregorexia
Se aconseja que mujeres con trastornos alimentarios no queden embarazadas hasta que los síntomas disminuyan ya que puede afectar tanto al bebé como a la madre.
Vigorexia
Diabulimia
La licenciada destaca que este es el trastorno alimentario con mayor riesgo de muerte temprana porque se combinan ambas patologías.
TANE (trastorno alimentario no especificado)
Predominan los síntomas característicos de un TCA, pero no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos, en la categoría diagnóstica de los trastornos de la conducta alimentaria.
TERIA (trastorno evitativo y restrictivo de alimentos)
Se da mayormente en niños y no tiene que ver con una distorsión de la imagen corporal. Evitan los alimentos que tienen cierto sabor, textura, color o alguna otra cualidad específica. Muchas veces está asociado TEA o TOC.
Trastorno de PICA
Deseo de ingerir sustancias que no tienen valor nutricional y no comestibles, como hielo, arcilla, tierra, papel, etc.