Ante una situación de ahogamiento, actuar lo antes posible de la manera adecuada es sustancial. Por ello, advierten que esperar la ambulancia no es la solución ya que demorará más de los pocos minutos que hay para lograr revertir la emergencia.
De hecho, si se logra recuperar a la persona pero se demoran varios minutos existe el riesgo de que la falta de una correcta oxigenación durante la obstrucción deje secuelas que pueden ser severas como una discapacidad e incluso muerte cerebral.
Así lo advirtió Juan Carlos Videla, médico emergentólogo y presidente de la Cámara Cuyana de Emergencias.
Afirmó que la ambulancia no es la solución. “A los 5 a 7 minutos de asfixia se producen situaciones de hipoxia cerebral que ocasionan la muerte de células cerebrales que son irreversibles, hasta la muerte cerebral o del paciente”, advirtió.
“Esto quiere decir que probablemente lo reanimen después de los 7 minutos y salga de la asfixia, recupere la vía aérea, el corazón le siga funcionando pero ya tiene lesiones cerebrales irreversibles”, agregó.
“La ambulancia de ninguna forma es la solución sino que la población en general conozca esta maniobras básicas, sencillas y que salvan una vida”, subrayó
Tal situación pone en evidencia la importancia de que las personas conozcan estas estrategias. Hay empresas e instituciones que capacitan a su personal, alumnos y otros y hay lugares, como aquellos con asistencia de público en los que es sustancial que haya personal idóneo ante este tipo de situaciones. Comentó que hay países que tiene esto establecido por ley y que un curso dura no más de tres horas.
El sábado por la madrugada se conoció la triste noticia de que Enzo Fernández, de 23 años, murió tras atragantarse con un bocado de carne mientras participaba de una reunión familiar en el club Antonio Tomba junto a unas 50 personas.
El joven era sobrino de la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti y ocasionó gran pesar y trascendencia incluso a nivel nacional.
Según trascendió, los presentes intentaron ayudarlo mientras se llamaba al 911. Sin embargo, cuando llegó el Servicio de Emergencias Coordinado (SEC), y pese a que los médicos realizaron una serie de maniobras de RCP, se constató que el joven había fallecido. Ante esto, los familiares decidieron llevarlo en un auto particular al Hospital Español, donde tampoco se pudo hacer más que constatar el fallecimiento.
Situaciones de riesgo ante ahogos
El ahogamiento puede producirse por un tipo de alimento difícil de masticar, por comer un hueso sin querer, o porciones demasiado grandes. También puede ocurrir con un objeto, sobre todo en niños pequeños. El elemento queda en la garganta e impide que el oxígeno llegue a los pulmones.
Puede suceder a cualquier edad pero en algunos casos puede haber más riesgos.
Es el caso de los bebés y los niños pequeños que tienden a llevarse cosas a la boca.
Otra franja etaria particularmente vulnerable son los adultos mayores. En muchos casos comienza a haber dificultades para la deglución, asociado a factores como determinadas condiciones de salud como problemas de motricidad, postración o porque son pacientes polimedicados, tal cual enumeró Videla.
Hay que tener en cuenta que la ingesta de sustancias depresoras del sistema nervioso central puede implicar dificultades para tragar.
Señaló que ciertos medicamentos, sobre todo psicofármacos como las benzodiazepinas, pueden generar este riesgo. También puede suceder ante el abuso de alcohol o el consumo de drogas.
“Lo que no se debe hacer es darle bebidas ni nada sólido porque eso puede producir una broncoaspirar y complicar el cuadro”, subrayó el emergentólogo.
Qué hacer en caso de ahogo
El médico dijo que muchas veces el ahogo es superado solo por el afectado, pero de no suceder, lo que se subraya es que se debe realizar con inmediatez la conocida como maniobra de Heimlich.
El ministerio de Salud de la Nación da indicaciones sobre cómo actuar en cada caso.
En niños, adolescentes y adultos:
-Abrazá a la persona por la espalda y por debajo de sus brazos.
-Poné una de tus manos en puño cerrado cuatro dedos encima de su ombligo, en la línea media del estómago
-Coloca tu otra mano sobre el puño.
-Reclina tu cuerpo un poco hacia delante
-Hacé presión sobre el abdomen en sentido hacia atrás y arriba.
“Si se puede, poner el puño y en los bebés y niños con los dedos medios e índices porque se puede ingresar más en la zona diafragmática y en adultos de tamaño grande una pelotita de tenis u otra cosa esférica que pueda ponerse en la boca del estómago o donde termina el esternón y se empuja para adentro y para arriba”, detalló Videla.
También puede hacerse con el afectado sentado en una silla, hay que ubicarse por detrás, con el cuerpo a la altura del suyo. Abrazar a la persona por la espalda y por debajo de sus brazos y proceder como se indicó arriba.
Si se está solo hay que ubicarse por detrás de una silla, apoyar el abdomen sobre el respaldo, apoyarlo entre el ombligo y el esternón y reclinarse hacia adelante. Hacer presión muy fuerte sobre el respaldo.
En el caso de los bebés, si llora, habla o tose, significa que le pasa aire por la garganta. Dejar que tosa naturalmente. Si no expulsa el objeto, hacerle la maniobra de Heimlich.
Ponga al bebé boca abajo sobre su antebrazo de forma que la cabeza del bebé quede más abajo que su pecho. Sostenga la cabeza del bebé en la palma de la mano y apoyar su cuerpo sobre las piernas. Con la base de las palmas dar hasta 5 palmadas entre los omóplatos. Si el objeto no sale, colocarlo boca arriba sosteniendo su cabeza pero siempre esta más abajo que el cuerpo. Coloque 2 o 3 dedos debajo de la línea del pezón sobre el esternón del bebé y dar 5 compresiones rápidas del pecho.
