A menos de cuatro años de esta sentencia, dos nuevas acusaciones sostienen que Roqué está incumpliendo con esa sanción. Por un lado, C. C. (quien prefirió que se la identifique con sus iniciales), una fiel que alguna vez se sintió cercana a la comunidad del Cristo Orante, denunció ante el Tribunal Interdiocesano de Buenos Aires (quien dictaminó la sanción en 2021) que el monje suspendido sigue brindando charlas y talleres de espiritualidad y litúrgicos, en modalidad virtual (redes sociales, WhatsApp y Youtube) y que, incluso, hasta invitó a algunos fieles en alguna oportunidad a participar de una misa privada oficiada por él el 2022.
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Diego Roqué, el sacerdote suspendido.
Además, el ex aspirante a monje y quien denunció oportunamente haber sufrido abusos, Nicolás Bustos -y su abogado, Carlos Lombardi- llevaron la denuncia al Arzobispado de Mendoza para solicitar medidas disciplinarias y que se garantice el cumplimiento de la sanción.
Frente a estas acusaciones, tanto desde el Arzobispado de Mendoza como el propio implicado -y quien se encuentra suspendido como sacerdote- aclararon que las charlas y talleres son actividades que Roqué está desempeñando desde afuera de su función sacerdotal.
"Dicto charlas y cursos sobre el asombro, la poética, la belleza, la nostalgia, el tiempo, 'El Principito' y demás tópicos humanistas, siempre desde fuera del ministerio sacerdotal público, al que sigo suspendido", destacó, con contundencia, Diego Roqué a Los Andes.
En otro apartado de la acusación, la denunciante adjunta una charla vía WhatsApp con Roqué -con fecha de marzo de 2022, posterior a la sanción- donde el suspendido religioso la invita a ella y otros fieles a una misa que oficiaría él en casa de su padre.
“Efectivamente, he celebrado la misa privada, a puertas cerradas, en casa de mi padre, moribundo, con los debidos permisos episcopales para hacerlo. ¡Sí señor, y a mucha honra lo hice! Comulgó él, su mujer y la señora que lo cuida. ¡Qué se entere el universo mundo y las constelaciones vecinas también! Pero no hice ninguna 'convocatoria' a dicha misa ni a ninguna otra", se defendió Roqué Moreno.
"Celebro la misa de forma privada todos los días. Para los interesados en asuntos internos disciplinares intraeclesiásticos explico: la sanción que cumplo lo que me impide es el ministerio público (o sea, una misa abierta al público), lo cual jamás celebré. ¿Se entiende?”, agregó el monje suspendido.
La denuncia contra un cura suspendido, ¿sigue oficiando como sacerdote?
La investigación canónica que tuvo como objeto a los monjes Oscar Portillo y Diego Roqué Moreno estuvo a cargo del Tribunal Interdiocesano Bonaerense. Oportunamente la causa canónica fue trasladada a Buenos Aires por decisión del Arzobispado de Mendoza para, según explicaron, garantizar la imparcialidad.
Por esto mismo es que C.C. elevó las dos denuncias a este tribunal canónico de la Provincia de Buenos Aires. En su presentación, la mujer aclara que el propio Arzobispado de Mendoza difundió por sus canales oficiales de información la sanción contra Portillo.
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Cura suspendido po mr tener relaciones fue denunciado de dar charlas religiosas: "Son por fuera del ministerio"
Según confirmó la Iglesia mendocina en febrero de 2021, a este monje se lo encontró culpable del “delito canónico de abuso de conciencia” y se decidió suspenderlo de sus funciones como sacerdote durante el lapso de cinco años; además de prohibírsele la celebración de cualquier ceremonia litúrgica. Esta sanción no estuvo vinculada al caso de Nicolás Bustos, sino que tuvo que ver con otra denuncia canónica anterior con que contaba el cuestionado religioso y que también había sido efectuada por otro joven que permaneció internado en el monasterio del Valle de Uco.
No obstante, la mujer acusa que en su reciente presentación que, a diferencia de Portillo, el Arzobispado de Mendoza nunca comunicó por sus medios la sanción que se impuso oportunamente a Roqué. A este monje se lo suspendió de sus funciones sacerdotales por 8 años -en septiembre de 2021- tras haberse confirmado que había incumplido el celibato, incumpliendo de esta manera con la "obligación de castidad para los clérigos".
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En esta misma sentencia, por otra parte, se aclara que “no consta delito de abuso de potestad, según el canon 1.389 1 - 2″. Es decir, aquella sentencia condenatoria del tribunal eclesiástico no confirmó que Nicolás Bustos haya sido abusado.
"He tomado conocimiento de la sentencia respecto al presbítero Oscar Portillo dada la publicación en la página del Arzobispado de Mendoza, pero en cuanto a la sanción al presbítero Diego Roqué Moreno sólo por medios de prensa, dado que no fue informado en los medios de la Iglesia ni en la página del Arzobispado de Mendoza, lo cual entiendo debería hacerse por el bien de las almas", detalla la denunciante en su presentación al Tribunal Interdiocesano Bonaerense.
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Cura suspendido po mr tener relaciones fue denunciado de dar charlas religiosas: "Son por fuera del ministerio"
En ese sentido, la mujer -quien reconoce haber asistido al ex monasterio del Cristo Orante en Mendoza, donde conoció a Portillo y Roqué- relata en su presentación que el propio Roqué le contó oportunamente que lo habían sancionado "por un tema pastoral".
"No estaba al tanto que tenía prohibido el ministerio de la palabra, incluida la modalidad virtual. Yo lo he ayudado en un comienzo a la difusión de sus libros e incluso diseñé la tapa de uno, sin saber que lo tenía prohibido. Me consta que muchos fieles desconocen la sanción impuesta y el motivo, y creo que urge que la Iglesia lo dé a conocer por el bien de las almas", se explaya en la denuncia.
Partiendo de la base de que la sanción eclesiástica aclara que la suspensión es también aplicable a la posibilidad de impartir sacramentales o el ministerio de la palabra también en modalidad virtual, en esto se basa la denunciante.
"El sacerdote no ha cumplido con la sanción desde que le fuera impuesta, dictando 'cursos' virtuales, cuya difusión se hace por las redes sociales y WhatsApp, por los que percibe un precio", destaca la denunciante. E incluye links de páginas de Facebook y videos de YouTube como pruebas de estos cursos.
Como complemento a esta primera presentación, y en una ampliación de la acusación que la mujer presentó por separado también ante el tribunal religioso este miércoles, la denunciante incorpora la captura de una charla de WhatsApp con Roqué, con fecha del 28 de marzo de 2022, donde el monje suspendido la invitaba a ella a una misa que celebraría en la casa de su padre en Buenos Aires. Y cuenta que no asistió por motivos particulares, aunque todavía desconocía la sanción.
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Cura suspendido po mr tener relaciones fue denunciado de dar charlas religiosas: "Son por fuera del ministerio"
"Como hija de la Iglesia, considero que es una burla y me preocupa no sólo la actitud del sacerdote en cuestión, sino las almas de todos aquellos que desconocen aún hoy la sanción impuesta y los graves motivos que llevaron a ella. Sin contar, por supuesto, los graves daños que padeció la víctima y que siguen siendo victimizada viendo cómo la sanción que la Iglesia impuso no ha tenido prácticamente ningún efecto", concluye C.C. en este apartado.
La defensa del cura Roqué ante la denuncia
Desde el inicio del caso judicial conocido como Cristo Orante, Los Andes intentó sumar las voces de los dos monjes denunciados oportunamente por abusos (acusaciones por las que fueron absueltos por la Justicia), y actualmente sancionados y suspendidos por la Iglesia para el ejercicio del ministerio público sacerdotal.
Al principio prefirieron no dar declaraciones públicas. Pero recientemente el propio Diego Roqué Moreno decidió romper el silencio mediático. Lo hizo para reafirmar que tienen dos sentencias absolutorias ante las acusaciones de abuso (sexual y de autoridad), y para defenderse ante las recientes denuncias por incumplimiento de su sanción religiosa.
"En el fuero estatal fuimos sobreseídos ambos sacerdotes denunciados, hace ya muchos años, por doble conforme (tanto por el juez de instrucción como por el juez de cámara). La Iglesia, no obstante, sin oponerse a tales sentencias -que fueron robustas y rotundas-, vio oportuno aplicarnos una sanción interna, que es la que aún estamos cumpliendo", destacó Roqué en un principio.
En ese sentido, y tras insistir en que la Justicia resolvió "sólidamente" que no hubo delito y que fue falsa la denuncia ("creo que es lo sustancioso que precisa saber el público en general", reforzó), el monje suspendido sostuvo que le apena "que ahora se quiera exhumar un asunto tan extemporáneo para hurgar en los pormenores de una sanción interna de la institución".
"Tras haber pasado (nosotros y nuestras familias y amigos) un calvario tan tortuoso, te confieso que duele que se quiera resucitar una pesadilla terminada. Escucho de la gente, bastante molesta con el periodismo, que mientras arde el mundo, con el país en llamas, sea noticia una acequia rota o un cura supuestamente incumpliendo una medida disciplinar interna de la institución", concluyó.
Desde el Arzobispado de Mendoza, en tanto, aclararon a Los Andes que se está controlando que Roqué y Portillo no incumplan con la sanción que les prohíbe oficiar actividades ceremonias y ministeriales.
"La falta sería que ofrecieran misas, celebraran confesiones, dieran retiros espirituales. Pero lo que hace es vender videos, todo desde el plano literario y en su labor docente. Sería un incumplimiento si rozara lo sacerdotal, que no pueden hacer hasta que cumplan la pena", confirmaron desde el Arzobispado.
Sin embargo, esta explicación de la Iglesia mendocina no resulta suficiente ni satisfactoria a C.C., y sobre ello se explaya en uno de los apartados de la flamante acusación.
"Si bien el Arzobispado conoce la existencia de los cursos virtuales que el padre Diego Roqué Moreno viene realizando desde que fue sancionado, y sin perjuicio de que le haya sido permitido con la excusa de que no eran temas pastorales, lo cierto es que no es así. Porque he leído algunos de los libros y asistido a algunas charlas hace tiempo", destaca la mujer, y cita fragmentos de contenido religioso de los escritos del monje suspendido.
"Aunque no fueran considerados pastorales, no deja de ser escandaloso que un sacerdote suspendido a raíz de los graves hechos ocurridos esté continuamente dando cursos y publicando libros como si nada hubiera pasado", concluye.
La otra polémica: la denominación como "Monasterio" y el nombre de los productos que elaboran
En sus amplias presentaciones y donde acusa a Roqué Moreno de no estar cumpliendo con su sanción, C.C. también se detiene especialmente en los productos que elaboran en las tierras donde se encuentra el Cristo Orante. Según la denunciante, por ejemplo, se siguen elaborando y ofreciendo a la venta vinos elaborados en la zona y que llevan la denominación de "Monasterio del Cristo Orante", incluso registrado con ese nombre y cuando el Arzobispado de Mendoza anunció que estaba cerrado y no funcionaba más como monasterio (todo ello luego de que el caso tomara estado público).
Incluso, C.C. destaca que muchos de esos vinos han sido elaborados y embotellados luego de que el Arzobispado dispusiera el cierre del lugar como monasterio. No obstante, sostiene que las etiquetas más recientes siguen identificando al lugar como "monasterio"
Fragmentos vinos que se siguen vendiendo como monasterio.png
Cura suspendido po mr tener relaciones fue denunciado de dar charlas religiosas: "Son por fuera del ministerio"
"El padre Oscar Portillo y el padre Diego Roqué Moreno están incumpliendo el mandato de la Iglesia respecto al cierre definitivo del monasterio, comercializando vinos de altísimo valor bajo el nombre del monasterio, algunos incluso que tienen marcas comerciales que le pertenecen a la 'Fraternidad Monástica del Cristo Orante'", denuncia
Desde el Arzobispado de Mendoza, en tanto, confirmaron que el sitio continúa cerrado como monasterio, que sigue estando suspendida la actividad religiosa en el lugar y que no hay ningún permiso para actuaciones ministeriales.
"Ministerialmente no pueden hacer nada, en el lugar ni siquiera hay un cartel que lo identifique como monasterio. Y ellos están viviendo en el lugar, haciendo actividades como profesores de pintura y de literatura. Mientras no caigan en actividades ministeriales, no podemos prohibirles que trabajen o se ganen la vida. Igual que si venden productos que hacen en el lugar", concluyeron desde la Iglesia.