Entre una muerte por un accidente doméstico y un homicidio o femicidio, para la Justicia el caso sigue con la indefinida carátula de "averiguación muerte".
Así lo informó ayer la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, a la espera de los resultados de la necropsia realizada por el Cuerpo Médico Forense.
La muerte de Olga Peluffo (85), ocurrida el sábado a las 23.30 en una clínica privada de Ciudad luego de ser internada esa misma tarde, sigue siendo un misterio.
Para los médicos que la atendieron se trató de un caso de violencia de género y por ello accionaron el protocolo que deben utilizar para este tipo de casos. Lo mismo pensó una familiar de la mujer cuando llegó al nosocomio y se enteró de la trágica noticia.
Olga vivía en una casa del barrio Champagnat de Ciudad con su pareja, un hombre con el que convivió durante 40 años.
La mujer padecía una enfermedad renal que la obligaba a estar en la cama y debía recibir ayuda para movilizarse. Pero cuando ingresó a la clínica tenía un golpe en la cabeza y otro en la cara. Además, presentaba hematomas en distintas partes de cuerpo que para algunos eran recientes y para otros de vieja data.
No se descarta que esas lesiones sean producto de golpes producidos por una persona o bien por caídas, golpes accidentales o lesiones que se produjeron cuando la ayudaban para levantarse.
Lo cierto es que este panorama deja abierta las especulaciones para que el caso sea catalogado como una muerte accidental o bien como un homicidio o un femicidio.