Debe tener treinta o tal vez cincuenta boinas, en cada disertación que tuvo usó una diferente. La boina es como un símbolo de un hombre que jugó hockey desde muy pequeño: a los 9 años su papá lo inscribió en el club Ciudad.
Tal vez sea una exageración, pero se puede decir que Sergio Vigil es al hockey lo que es George Lucas a los filmes de ciencia ficción, porque Cachito rompió con todo lo conocido hasta ese momento en este deporte.
Estuvo en Mendoza y estas fueron algunas de las más importantes apreciaciones que dejó en un mano a mano con Más Deportes.
-¿Te acostumbrás a los temblores?
-(Sonríe) Tuve uno, que duró unos segundos, creo que no me voy acostumbrar, espero que no lleguen más.
-Hablabas en una de tus charlas que hay que asumir riesgos, ¿es un desafío dirigir a Chile?
-Acepté después de varias reuniones, porque algo pasó en mi ‘tripa’ la cabeza me decía no, porque estaba en un momento familiar espectacular, pero había algo en la ‘tripa’, que me decía ¿por qué no? Durante muchos años me privé de dirigir en el exterior porque no me imaginaba jugar en contra de Argentina. Cuando me ofrecieron Las Leonas, dije no, porque había alguien más apropiado para dirigirlas.
Extrañaba el hockey internacional, me di cuenta que había un sueño grande, querían emprender un camino para construir un hockey olímpico y me moviliza iniciar procesos de pico y pala, donde hay que remover tierra, plantar semillas y ser un eslabón que ayude a ese sueño olímpico y cuando conocí al equipo, me di cuenta que había algo, que tenían luz.
Hockey mendocino. "Significa para mi: personalidad, estrategia, búsqueda permanente por crecer, convicción. El hockey mendocino aportó no solamente jugadores, entrenadores, si no que dirigentes que han contribuido al crecimiento a nivel nacional. Tiene un buen mix entre el nivel de damas y caballeros, sus equipos están entre los cuatro mejores. Acá hay un estilo propio. Los equipos mendocinos son difíciles de vencer".
Volver a las Leonas. "En esta etapa de mi vida no me atrevo a decir esto no lo haré más. Si ocurre será porque es bueno para el hockey. Podría haber dirigido a Las Leonas toda mi vida, pero sentí que había que terminar un ciclo. Hoy no lo tengo en mi cabeza, muchos coach talentosos pueden conducir la mayor".