Por estos días de vacaciones de invierno, la siesta ha tomado otro matiz. Ya no se ven las calles desoladas y a unos pocos mendocinos salir de sus trabajos, sino que cientos de personas recorren las calles céntricas, almuerzas en bares y restaurantes y aprovechan para hacer compras.
Justamente este panorama, más la liquidación adelantada en los comercios, jugaron a favor de aquellos comercios que desde hace un tiempo decidieron mantener sus puertas abiertas en la siesta.
De hecho mañana, se cumple un mes de la prueba piloto del horario extendido que promovió el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC) junto con algunas cámaras de comercio y que se extiende hasta el 31.
Haciendo un balance desde la Cámara Empresaria, Comercio, Industria, Turismo y Servicios (Cecitys) aseguraron que hasta el momento las expectativas fueron superadas, a la vez que reconocieron les faltó difusión y que los negocios se vieron afectados por la crisis económica actual.
En tanto desde la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) señalaron que va funcionando poco a poco y que durante julio se están sumando interesados. Por su parte, desde el IDC decidieron no hacer una evaluación hasta que no se complete el tiempo total de la prueba.
Entre los comercios consultados por este diario la perspectiva fue dispar, en general los de calle Espejo señalaron que estarían dispuestos a extender la apertura durante la siesta ya que les mejoró la venta, mientras que los de calle San Martín remarcaron que mantendrán la atención al público de 13 a 17 solamente durante las vacaciones y que luego volverán al horario normal.
Más ventas
Con un gran reloj dibujado en la puerta, desde la zapatería Alonso indican que abren en horario extendido. Ellos decidieron sumarse a este tendencia en mayo, un mes antes de que comenzara la prueba.
"Tenemos dos locales, el de calle Martínez de Rozas ha andado muy bien porque hay mucha gente dando vueltas durante la siesta. En este -sobre calle Espejo- va bien pero vamos poco a poco", comentó Mónica Pelliccier, empleada del local.
Contó que han tenido compras de muchos turistas y que las liquidaciones también han atraído mayor cantidad de gente. Por su parte, Carlos Alonso, dueño del negocio, aseguró que se mantendrán en ese horario hasta fin de año para poder hacer un balance con mayores fundamentos.
"De ahí vamos a ver los beneficios para los empleados y para los clientes, porque en un mes y medio es poco lo que se puede saber", manifestó.
Si bien reconoció un aumento en los costos fijos para mantener abierto a la siesta, remarcó que se trata de una inversión a la larga. "Como provincia tenemos que cuidar el comercio entre todos y somos artífices de que esto resulte, sino se van todos a los shoppings", subrayó.
Desde el local de ropa deportiva Knauer también describieron como positivo el abrir de 13 a 17. "La verdad es que a la siesta hay movimiento en general, salvo de 15 a 16, el resto vamos bien", contó Julia, empleada del comercio. Ella ha notado un incremento en las ventas, pero además está satisfecha ya que puede terminar su trabajo a las 17 y luego realizar otras actividades personales.
En un local de accesorios se adelantaron tres meses a la prueba y desde que mantienen abierto a la siesta asegura que han fidelizado a la clientela.
"Nos ha ido súper bien, porque tenemos un público que es el que sale de las oficinas y el de los turistas", manifestó. Desde allí también tienen pensado continuar con esta modalidad, más allá del 31 de julio.
"A las cosas hay que darles tiempo, al principio no entraba nadie, pero después la gente se va acostumbrando", señaló. Además, observó que otros locales cercanos se adhirieron por unos pocos días, pero como no notaron éxito decidieron seguir cerrando a la siesta.
El local Solo para chicas, en la segunda cuadra de calle Espejo, era prácticamente el único abierto ayer a la siesta. "A nosotros nos ha funcionado, no es una diferencia tan grande, pero por lo que sé, los dueños tienen previsto seguir", adelantó Noelia.
Sólo por julio
Andrea Salinas, de By Deep de calle San Martín remarcó que ellos sólo tenían abierto a la siesta por el receso invernal. "Más allá de este periodo no conviene porque es todo gasto", aseguró.
Remarcó que sobre esa arteria la mayoría de los comercios no adhirieron a la prueba piloto. "Hay que hacer un montón de cosas para adaptarse, cuando al final es un sector mucho chico el que compra en ese horario", dijo. En tanto Rubén, cajero de Scarlet, ubicado sobre esa misma avenida, recordó que se sumaron a la prueba piloto del horario corrido por dos días y que no les funcionó, por lo que decidieron volver a la normalidad.
“No es necesario ir al Shopping”
Adrián Alin, presidente de la Cecitys, adelantó que el próximo lunes tendrán una reunión para hacer una primera evaluación de la prueba piloto. De todas formas manifestó que las expectativas a nivel general fueron superadas.
Además mencionó que tuvo pros y contras. "Dentro de lo positivo puedo decir que ha funcionado en algunos comercios y les ha ayudado a cambiar la cultura dentro de lo que se venía haciendo", expuso. En cuando a lo negativo destacó que se realizó en un contexto de crisis económica y que no se logró la difusión esperada.
Por su parte, Daniel Ariosto, titular de UCIM, expresó que la propuesta va funcionando de a poco y se va sumando mayor cantidad de comerciantes.
"Sobre todo ahora que estamos en las vacaciones de julio. Hay muchos turistas que salen a la siesta y se dan cuenta que no tienen que ir a los shoppings a comprar", remarcó. También hizo hincapié en la mejora de la calidad de vida de los empleados del comercio al no tener que viajar dos veces a su trabajo.
En representación de la FEM, Adolfo Brennan, prosecretario de Comercio y Servicios, recordó que ellos no promovieron la medida, sino que lo dejaron liberada para que cada comercio hiciera lo que creyese conveniente.
"El horario está desregulado por lo que no se puede obligar a los comerciantes a asumir mayores costos", manifestó. A su vez destacó que todavía es prematuro para realizar una evaluación completa de la medida.