La distribuidoras de gas natural por red que operan en el país deberán poner en marcha hacia fin de año un plan de revisión de las instalaciones de gas en casi 20.000 escuelas de gran parte de la Argentina, según ordenó hoy el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
Se trata de una medida decidida veinte días después de la tragedia ocurrida el 2 de agosto en la Escuela Primaria N° 49 Nicolás Avellaneda, en el barrio San Carlos, de la ciudad bonaerense de Moreno.
Allí una pérdida de gas ocurrida a la 7.20 -media hora antes del ingreso de los alumnos- generó una explosión que mató a la vicedirectora Sandra Calamano, de 48 años, y al portero Rubén Orlando Rodríguez, de 45.
La decisión de poner en marcha un plan de revisión fue oficializada a través de la Resolución 201/2018 publicada este miércoles en el Boletín Oficial, con la firma del presidente del Enargas, Daniel Alberto Perrone, y el resto del directorio.
Las licenciatarias del servicio de distribución de gas por redes tendrán que diseñar de forma coordinada con las autoridades educativas de su área un protocolo de verificación y un plan de acción controlar las instalaciones.
Según señalaron desde el Enargas a este medio, serán inspecciones de seguridad en las instalaciones de gas de todos los establecimientos educativos, oficiales y privados, en todos los niveles existentes, con el objetivo de prevenir accidentes derivados de dichas instalaciones.
La Resolución oficial dice que las distribuidoras, en coordinación con las subdistribuidoras, deberán presentar el protocolo de revisión y control al Enargas antes del 31 de octubre. El operativo será puesto en marcha entre fin de año y el verano.
Antecedentes
Este Programa de Prevención a nivel nacional aspira a tener resultados como los registrados en 2005 cuando una iniciativa similar llevó a las empresas a investigar fugas de gas y otros eventos relacionados con la seguridad en 18.701 establecimientos educativos.
Ese plan motivó -en 2005- cortes de suministro y clausura de artefactos en escuelas, obligando a las autoridades educativas a realizar obras de mantenimiento y reparación de las redes internas de las escuelas y colegios. Esa acción permitió que las instalaciones quedaran en condiciones seguras de utilización durante muchos años.
Los accidentes ocurren como consecuencia de artefactos con inadecuada ubicación, falta de mantenimiento (en especial ventilaciones obstruidas o desacopladas), o con modificaciones no autorizadas en el mismo artefacto o en su instalación.
Teniendo en cuenta que son establecimientos educativos y que en gran número de ellos funcionan comedores, corresponde que el criterio con que se conduzca la inspección y las acciones derivadas de ésta, sea el de causar los menores inconvenientes posibles a su actividad normal, sin resignar la seguridad.
Una vez iniciadas las inspecciones, las distribuidoras tienen que poner conocimiento al Enargas, de forma periódica, el grado de avance de las tareas desarrolladas.
El Enargas recientemente elaboró una nueva normativa destinada a cubrir el tratamiento que requieren las instalaciones de gas existentes, con el objeto de verificar si se mantienen sus condiciones de seguridad, dicho proyecto, ya pasó por la etapa de discusión pública.
También el ente está trabajando con las autoridades que llevan adelante el Programa Procrear, Mejor Hogar y GAS, a fin de que se puedan otorgar créditos destinados a financiar la adecuación de las instalaciones internas de los domicilios que cuentan con servicio de distribución de gas por redes.