¿Se imagina poder volver a jugar a Space Invaders en un televisor de última generación o insertarse en el mundo de Nintendo con toda la saga de Super Mario Bros, desde que el fontanero era uno de los personajes de Donkey Kong? Bueno, eso es posible.
En silencio, o sin tanta prensa, Mendoza se está haciendo un lugar en la industria de los videojuegos. Varios desarrolladores locales ya han puesto en el ciberespacio creaciones nacidas por estas tierras. Como ejemplo podemos nombrar a Nonsensearts con Ethereal, Bacus Studios con Tridents Wake y Scubaligth Studios con Grim Carnivale. Ahora la revolución parece llegar de la mano de Golden Hawk, que está lanzando en breve una consola retro, un producto que ya viene revolucionando a todos los eventos gamers de la provincia.
Es que como cuenta Gastón Disparti, uno de los fundadores, "Nuestro producto es una consola capaz de emular cualquier tipo de modelos retro hasta PSX, pudiéndole instalar todos los juegos que quieras de la consola q quieras a través de un pendrive, cuenta con 4 puertos USB, un conector de Red RJ45, 1 puerto HDMI, Bluetooth, WIFI, es compatible con todo tipo de joystick USB. Además podes ver películas, escuchar música y ver Youtube". En una habitación del Barrio San Eduardo, los muchachos le dan vida a su proyecto que nació como un desafío entre ellos.
"Teníamos una placa vieja y comenzamos a ver si podíamos hacer algo para música, porque José (Vega) es músico y fue el que trajo el desafío. Pero después de un tiempo de comenzar a trabajar nos embarcamos en esta locura y acá estamos. Hemos pasado casi dos años desde ese momento y la verdad que fue un proceso largo porque ha habido mucha inversión monetaria", repasa Dispa, como se lo conoce al desarrollador.
Uno de los socios del emprendimiento es Marcos Davolio, un chico de 17 años que todavía está en la secundaria. "Marcos planteó un día la idea de ingresar al mundo gamer y así arrancamos en este ámbito. Primero fuimos vendiendo todo lo que cualquier jugador necesita y después nos dedicamos de lleno a este proyecto", agrega Disparti.
"Arrancamos en la Italia Game Show, con un torneo de FIFA 18 allá por octubre del 2017. Esa fue una idea del consul Ivo Polacco, quien es un activo jugador de videojuegos", recuerdan los muchachos a quienes los momentos importantes del trayecto se le van viniendo a borbotones a su memoria.
El "nuevo bicho" es adictivo cien por cien y uno puede comprobarlo cuando ve cómo quien se sienta en la computadora no quiere despegarse. Es que es un viaje mágico poder saltar de un título de Commodore a los populares de Sega o Family Games casi sin escala. Es que sólo hay que hacer tres pasos con el joystick y se está jugando otra cosa. Los precios serán cercano a los 6.000 pesos, lo que es muy barato comparando con los de cualquier consola actual.
"Los primeros pasos los dimos con un software libre linux, al que lo comenzamos a analizar y a adaptar. Después nos conectamos con gente de China, que son quienes nos proveen las placas madres. Este año llevamos la consola a varias expo y la gente se enloquecía", dice José Vega, quien es también profesor de flauta traversa.
El fanatismo por lo que realizan se evidencia en el acopio de elementos de colección que tienen y que nos fueron mostrando. "Esta es una MSX de las pocas que llegaron a Mendoza y se la compramos a una señora que la tenía guardada", cuenta Disparti.
Pero más allá de lo que uno piensa, los muchachos no se relajan y mientras ya están lanzando su "primer hijo", piensan en nuevos productos. El segundo. será Blackbox, un centro multimedia que lanzarán en julio a 1.500 pesos y en el se podra ver Netflix y jugar juegos de telefonía móvil, sin importar si el televisor tiene la tecnología para ello.
Y como si esto fuera poco, también han armado un equipo de League of Legends para comenzar a disputar certámenes profesionales.