Ni el creciente número de contagios y muertes por coronavirus en EE.UU ni el récord histórico que significó que 16 millones de personas hayan solicitado un seguro de desempleo en ese país en las últimas tres semanas lograron frenar el envión de Wall Street.
Es que desde entonces, es decir desde que el 23 de marzo el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq cayeron a los niveles más bajos desde que empezó la crisis, los índices acumulan subas respectivas de 27,58%, 24,69% y 18,85%. El balance sigue siendo negativo: desde sus máximos a mediados de febrero a hoy los retrocesos son del 18,98% para el Dow Jones, del 17,60% para el S&P 500, y del 16,23% para el Nasdaq.
Pero las subas recientes parecerían indicar que Wall Street apuesta a que lo peor ya pasó. De hecho, el S&P 500 registró la semana última su mejor ganancia semanal desde 1974.
Santiago Palma Cané, socio de Fimades, cree que "todavía no hay una tendencia definida a la suba" ya que no observa "elementos que permitan sostener que la corrección vino para quedarse".
Y consultado sobre los motivos del rebote, analizó: "El mercado está creyendo que esta batería de medidas de la Fed y del gobierno de EE.UU. van a recomponer la economía y la situación de las empresas y que también habrá una contención del virus en el mediano plazo. Pero creo que con esta volatilidad e incertidumbre hay muchas posibilidades que los mercados sigan sin dirección"