Una prueba científica, y por lo tanto irrefutable, se presentó en el juicio por el asesinato de la estudiante lavallina Johana Chacón. A través de un análisis comparativo de ADN, se determinó que el semen encontrado en una remera verde de la niña es de Mariano Luque (33), quien es juzgado por el asesinato de la adolescente desaparecida en 2012.
La novedad se conoció el jueves, durante el debate, cuando el fiscal Alejandro Iturbide presentó ante los jueces los resultados de la prueba de ADN que complican la situación de Luque, acusado por homicidio criminis causa, delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Prueba que vale por dos
Si bien existen testimonios que complican la situación de Luque, esta prueba tiene un peso doble: por un lado, es un dato científicamente irrefutable y, por otro, sirve para confirmar el "móvil" de crimen que sostiene no sólo el fiscal Iturbide sino también los querellantes: Luque habría asesinado a la estudiante para tapar los abusos sexuales a los que la sometía.
Durante la investigación, la remera en cuestión fue secuestrada en un armario de la finca donde vivía Luque con su madre y su padrastro, en Tres de Mayo. Un análisis posterior realizado por especialistas del Cuerpo Médico Forense determinó que tenía rastros de ADN de un hombre (concretamente la mancha era de semen) y de una mujer. Recién ahora se determinó que el semen es de Luque.
"Luque la violaba"
En la misma jornada declaró una compañera de escuela de Johana, Daiana (18), quien se presentó como la "mejor amiga" de la chica.
Daiana le dijo al tribunal que, previo a la desaparición de Johana, ella le había contado que Luque la violaba.
Luego explicó que, en ese momento, cuando tenía 12 años, no podía entender el significado de la violación. También declaró que estuvo a punto de contárselo a Beatriz Chacón, la hermana de la víctima, pero no lo hizo porque pensó que no le iba a creer.
Daiana confirmó la versión que ya había dado durante la instrucción y ahora, sumada a la nueva prueba del semen de Luque, se robustece.
Además hay que considerar el testimonio de una niña que, semanas atrás, declaró ante los jueces que fue compañera de curso de uno de los hermanitos de la chica y que el chico le contó que había visto semen de Luque en la cama de Johana “pero lo tenían amenazado para que no contara”.
Por último, declaró una nueva testigo que aportó un dato de interés: dijo que Luque le confesó a su ex marido, un preso de Boulogne Sur Mer, que había contado que mató, quemó y enterró a Johana Chacón.
La mujer explicó que, como tiene una hija de la edad de Johana, decidió llamar la 911 para denunciar el dato. Por eso fue llevada ante el tribunal.
El policía que logró torcer la pesquisa
Durante la jornada de jueves en el juicio por el asesinato de Johana Chacón declaró un policía que descartó la trata de personas en la desaparición de la chica de Lavalle.
El subcomisario Jesús Céspedes trabajó en la investigación federal de ocho cuerpos que descarta que la chica fuera secuestrada con el fin de ser obligada a ejercer la prostitución.
El policía dijo que en esa investigación se encontró a una pareja que afirmó haber visto a Johana entrar a la finca donde vivían Mariano Luque y todos los hermanos de Johana, el día en que desapareció.
Céspedes comprobó la situación de vulnerabilidad que era padecida por Johana y sus hermanos, incluida Beatriz, la mayor y pareja de Luque.
El subcomisario Céspedes fue el investigador que logró la primera declaración de Beatriz, quien señaló a Luque como el asesino de la joven estudiante tresmayina.
Céspedes entrevistó a la hermana de la niña en Tunuyán, cuando Luque estaba detenido y la mujer ya no estaba bajo su influjo. Esta fue la razón por la cual cambió de declaración y dijo que el acusado había ahorcado, quemado y enterrado a Johana.